Este año celebramos el 35 aniversario de Málaga Acoge, una asociación que ha sido mucho más que un espacio de apoyo a las personas migrantes, una fecha que invita a la reflexión sobre la importancia de la solidaridad, la inclusión y la lucha constante por los derechos de la población que se encuentra en situación más vulnerable. A través de los testimonios de personas voluntarias que forman parte de su historia podemos entender el verdadero alcance de nuestra labor y el impacto que ha tenido en nuestra ciudad:
Carmen Espeja, profesora voluntaria de nuestro curso de español en Málaga, lo describe con pasión: «Málaga es una ciudad hermosa, acoger un verbo irregular. Málaga Acoge es un espacio vital, una casa sin puertas habitada por miles de historias, miradas, rostros con nombre propio. Un lugar donde miles de manos de todos los colores se entrecruzan, empeñadas en sostener la dignidad, la vida… tan frágil.»
Adela Jiménez, presidenta de la asociación en dos ocasiones y voluntaria de las clases de español, nos recuerda que celebramos los 35 años de Málaga Acoge con un «enorme agradecimiento por todo lo que ha significado» para ella. «Ha sido como un revulsivo contra todo odio y xenofobia, una nueva forma de entender la acogida.» Para Adela, hay momentos vividos que quedarán grabados para siempre en su memoria, como el cierre del CIE de Capuchinos de Málaga «por lo que significó de lucha incansable junto a otras asociaciones, denunciando el trato inhumano a las personas migrantes» y varias visitas que hizo a los pisos de acogida a los jóvenes extutelados que acompañamos en la asociación, donde pudo ver de primera mano el deseo de superación de quienes más lo necesitaban. Málaga Acoge ha propuesto siempre cambios a través de documentos, decretos y leyes que mejoraran la vida de las personas inmigrantes. Ha protestado contra la injusticia, el odio y la xenofobia. Por último, ha apostado y lo sigue haciendo por la vida y por hacer que nuestra sociedad sea cada vez más humana y solidaria.
Consuelo García , profesora voluntaria de español de 2018 a 2024 en Málaga, comparte su agradecimiento: «Málaga Acoge ha sido un antes y un después en mi vida. Me hizo descubrir la realidad de las migraciones, más allá de la teoría. He adquirido el compromiso personal de trabajar por la dignidad y defensa del migrante allí donde esté. Cada relación forjada en Málaga Acoge, cada esfuerzo conjunto por la justicia, se ha convertido en una fuente de aprendizaje y esperanza». José Rojo, voluntario en Antequera durante dos décadas, nos cuenta que la migración cambió sus vidas, tanto como las vidas de las personas migrantes que acompañó. «Recibimos con recompensa la riqueza que la migración ha supuesto en nuestras vidas,» dice, recordando aquellos primeros momentos llenos de «entusiasmo y voluntad» por hacer lo correcto.
Gabriel Ruiz, quien fue parte de los orígenes, nos recuerda que Málaga Acoge estuvo allí cuando pocos entendían la magnitud de la situación migratoria. Desde su primer contacto en los años 90, «era increíble ver cómo decenas de personas nos peleábamos por un ordenador e intentábamos dar respuesta a todo, desde un destartalado local en Capuchinos…». Llegó a la organización a mediados de los 90 y con el paso de los años, Málaga Acoge ha sido, en su opinión, un referente constante en los momentos más difíciles y cruciales para la migración en España. Según Ruiz, 35 años han dado para mucho: «cambios continuos (y lamentables) en la legislación de Extranjería, la llegada población migrante subsahariana de desde Ceuta y Melilla, los incidentes de El Ejido en el año 2000, la llegada de embarcaciones a nuestras costas y la muerte de miles de personas, las muertes en la frontera de El Tarajal en 2014, los incidentes en el CIE de Capuchinos (y su posterior cierre…), el ilegal encarcelamiento de migrantes en la prisión de Archidona… «Esta organización ha estado ahí, en todos los momentos buenos y malos de las migraciones, en todas las crisis pero también en los logros alcanzados y con un papel protagonista en la provincia de Málaga. A veces se nos olvida el papel trascendental que ha tenido en el tejido social de nuestra ciudad, a la que ha contribuido enormemente haciéndola mucho más acogedora».
También Rafael Narbona, que fue profesor de español voluntario en Fuengirola, resalta la importancia de este aniversario: «Lo ideal es que no hiciera falta Málaga Acoge, pero mientras sea necesario, su labor es fundamental«. Desde 1994 hasta el año pasado colaboró con la entidad en la que dice se ha sentido muy a gusto y ha aprendido mucho.
Y Rafael Molina, quien dedicó nueve años al voluntariado y formó parte de la Junta Directiva de la asociación, expresa con orgullo: «Mereció la pena. Vi personas que llegaron muy mal y pudimos ayudarles a cambiar sus vidas. Imaginar lo que fueron 35 años de lucha por mejorar la vida de personas.»
Juana García, una de las voluntarias más veteranas de la asociación en Torre del Mar, reflexiona sobre los inicios de Málaga Acoge: «El año1990 fue un tiempo oportuno, propicio. Se nos ofreció la oportunidad y la colaboración de personas e instituciones muchas y diversas que propiciaron el nacimiento de los Acoges en Málaga. Fue tiempo para la creatividad y la imaginación. Hicimos frente a situaciones difíciles, como aquella noche en los años 94-95, «cuando un grupo de personas fue expulsado del CIE tras 72 horas de detención y se encontraron con nuestros voluntarios en el barrio de Capuchinos. La situación fue compleja, pero rápidamente se movilizó un dispositivo de apoyo, incluidas organizaciones e instituciones públicas, para encontrar la mejor solución. Este momento marcó el inicio de un camino de solidaridad y acogida en Málaga, que ha sido fundamental para la migración en nuestra ciudad».
Para Antonio Narváez, que fue parte de Málaga Acoge durante 17 años como trabajador y voluntario, la asociación fue el lugar en la que se formó profesionalmente. «La entidad en la que conocí un grupo de compañeros y compañeras que trabajamos por una sociedad mejor. Málaga Acoge ha sido, es y estoy seguro será una apuesta por una sociedad intercultural mejor».
Para Fátima Zhora, vicepresidenta de la asociación, Málaga acoge es la voz de muchas realidades, es la fachada de muchas historias, y son las manos que acogen a miles de luchas de todo un mundo. Es el abrazo, el frente y la firma de 35 años de una sociedad desprotegida del sistema “.
En estos 35 años, Málaga Acoge ha demostrado que, aunque el camino sea largo y nos encontremos con obstáculos se trata de seguir construyendo una ciudad más humana, solidaria y acogedora.
Gracias a todas las personas voluntarias, trabajadoras, colaboradoras y a quienes han creído en nuestra misión.
La imagen de portada es de Wasabixi, colaboradora de nuestro proyecto Artistas Acoge.