Actualizado hace 4 años – Publicado el 8 de agosto de 2019
Si algo tiene claro Hélène Mostertman, dueña y fundadora del Restaurante Vino Mío, es que le encanta «hacer feliz a la gente». Holandesa, afincada en Málaga, nos recibe con una gran sonrisa en el local de la Plaza de San Jerónimo, junto al Teatro Cervantes. Hace quince años que cumplió el sueño que tenía cuando estudiaba en la Escuela de Hostelería de Amsterdam : regentar algún día su propio restaurante. Además de emprendedora es una mujer solidaria que apoya a entidades sociales como es el caso de nuestra asociación, que en durante este mes de agosto se está beneficiando de una serie de acciones impulsadas por el restaurante a través de su proyecto Heal the World.
«Me encanta poner a la gente contenta, que lo pasen bien y tengan una noche especial que después recuerden», dice esta mujer que presume de estar rodeada de un equipo «excelente» de dieciocho personas con su misma filosofía de hacer feliz a la clientela.
En las paredes del restaurante, que describe como «acogedor, elegante y moderno», cuelgan cuadros de un artista argentino, entre ellos destaca uno de una pareja bailando un tango. Además, de miércoles a domingo, hay música en directo y espectáculos de flamenco.
Es un lugar cultural y diverso en el que se sirven platos de cocina creativa, un concepto que «no había en Málaga» cuando arrancó en 2003 el primer Vino Mío en calle Álamos. «La gente nos decía que era justo lo que Málaga necesitaba» . Nos cuenta que entre sus platos de todo el mundo los hay tan originales como la carne de cola de cocodrilo, procedente de Sudáfrica o filete de lomo de canguro australiano.
Madre de Joële, de 13 años y pareja del arquitecto Pedro Durán, se confiesa una enamorada de Málaga, de su clima y su gente. Se nota que le gusta el orden y los detalles -antes de comenzar la entrevista nos mostró unas esculturas de flores que acaba de adquirir como decoración. Disfruta hablando con los clientes y preocupándose por ellos. El hecho de conocer seis idiomas -y ahora estudia ruso- le facilita aún más esta relación con los comensales. «Así puedo comunicarme con mis clientes y todos los días puedo practicar porque viene gente de todo el mundo».
El hecho es que Vino Mío ya se ha hecho un nombre en Málaga, una fama que Hélène, que también fue fundadora y expresidenta de la asociación cultural Barrio Picasso, ha querido aprovechar para poner su grano de arena apoyando la labor de entidades sociales. De esas ganas de colaborar surgió el proyecto Heal the World que antes que a Málaga Acoge ha apoyado a organizaciones como Cudeca, la Casa Ronald McDonald o Inpavi.
Os recordamos que durante este mes de agosto el 20 por ciento del coste de los menús que almorcéis en Vino Mío y las mitad del de de las copas que toméis los viernes de 18.00 a 20.00 irá destinado a apoyar la labor de nuestra entidad con los jóvenes extutelados y en concreto a la remodelación de la Casa Jose Antonio Rojo que acogerá a cinco de estos chavales.