Son varias las personas que han pasado ya por Málaga Acoge para cumplir con sus Trabajos en Beneficios a la Comunidad, una medida alternativa que beneficia tanto a la persona como a las entidades colaboradoras donde desarrollan su labor.
A sus 24 años, Karim Amzib sabe que se equivocó. Iba conduciendo sin carnet por el centro de Málaga y le pillaron. Y cuando le impusieron la pena por ello, solicitó cumplirla con trabajos en beneficio a la comunidad. El juez le asignó que debía desempeñar 64 horas y en el Servicio de Penas y Medidas Alternativas del Centro de Inserción Social (CIS) malagueño se encargaron de realizar el plan de ejecución de dicha condena. Y entre el catálogo de entidades Karim eligió Málaga Acoge. Primero porque prefería trabajar en una ONG que ayudase a personas inmigrantes. Y, segundo, porque la sede de la entidad está cerca de su casa.
Karim ha pasado tres semanas realizando diferentes labores en la sede de Málaga Acoge de calle Bustamante, en el barrio de la Trinidad. Su trabajo, como el del resto de personas que han pasado en los últimos meses por la asociación en la plaza de Trabajos en Beneficio a la Comunidad (TBC) ha sido el de limpieza y mantenimiento. Y, de hecho, su paso ha dejado huella: basta ver la nueva entrada a la sede recién blanqueada. “Y también he hecho muchas otras cosas. He aprendido, he conocido gente y me he sentido muy contento aquí”, asegura Karim, que llegó a España con 16 años, allá por 2006. El joven, además, subraya que cumplir su pena en Málaga Acoge le ha permitido también seguir trabajando en la peluquería que regenta. “En prisión hubiera sido imposible”, destaca.
“Esa es, precisamente, una de las ventajas del trabajo en beneficio de la comunidad: que la persona cumpla su pena sin que ésta influya de manera definitiva en su día a día”, explica Carmen Cano, técnica del Deparamento de Prisiones de Málaga Acoge. “La mayoría de estos casos son por pequeñas penas o multas”, explica la responsable de la entidad, que explica que se llevan a ejecución a través de los CIS de cada provincia. “En Málaga existe un catálogo de entidades colaboradoras, ya sean privadas o públicas, con plazas de TBC. Y nosotros nos hemos unido recientemente porque así nos lo pidieron en el Consejo Social Penitenciario”, explica Carmen Cano.
“La verdad es que estamos muy contentos con el resultado, al menos por el momento. Las personas que están viniendo a Málaga Acoge nos están ayudando, están trabajando bien y, lo que es más importante, creemos que se están sintiendo importantes en la asociación al trabajar codo con codo con nosotros. Y eso es muy importante. Esperemos que podamos continuar así mucho tiempo”, concluye Cano. Así lo resalta el propio Karim, que destaca que sus tres semanas en Málaga Acoge «han supuesto una experiencia muy positiva».
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