Actualizado hace 9 años – Publicado el 16 de enero de 2015
Por Agustín Olías.
Ghizlane es una joven madre de origen marroquí que ha encontrado en Málaga Acoge un firme apoyo en su deseo de ofrecer una vida digna a su familia. Es locuaz y agradable. Con una sonrisa sincera. Y se expresa muy bien en español. En esta entrevista nos cuenta una parte de su historia.
Ghizlane, antes de nada, cuéntanos algunos detalles de ti y de tu vida antes de venir a España.
Nací en Casablanca hace treinta y un años. Estudié para ser esteticista y estuve trabajando en ello durante tres años. Me casé y mi marido se vino a España, porque aquí había trabajo en aquella época. Después de un año, en el 2007, me vine a España con mi marido, para poder formar una familia.
¿Viniste directamente a Fuengirola?
No. Primero fui a Colmenar, donde mi marido estaba trabajando en la construcción. Hasta el año 2010 tuvo trabajo, pero cuando se acabó el empleo, decidimos venir a Fuengirola, donde pensamos que habría más posibilidades de trabajar.
Aunque me parece una pregunta obvia, ¿fue difícil dejar Marruecos?
Sí, claro, me dio mucha pena; pero quería estar con mi marido. Lloré mucho cuando me vine. Estuve tres años prácticamente sola en la casa, pues mi marido trabajaba y no teníamos niños todavía y el resto de la familia vive en Marruecos. Lo pasaba muy mal, lloraba mucho.
¿Ahora tenéis hijos?
Sí, tenemos dos niños, uno de seis años y el otro de dos años y medio. El mayor va al colegio y está muy integrado, tanto que solo habla español; no le gusta hablar árabe, aunque es el idioma que usamos en casa.
¿Cómo os ha ido en Fuengirola?
Mi marido no encuentra un trabajo estable, solo alguno de corta duración… Así que también yo tuve que buscar trabajo, para que hubiese algo de dinero en casa. Lo primero que hice fue ir a un curso de español que organizaba el Ayuntamiento de Fuengirola. Luego alguien me habló de Málaga Acoge y vine a entrevistarme para ver qué opciones podía tener también aquí.
¿Y qué tal con Málaga Acoge?
Muy bien. Hice un curso de camarera de piso de y de otro de prevención de riesgos laborales on line. Gracias a eso conseguí un trabajo de camarera de piso durante cinco meses, a media jornada. Me llamaron para la siguiente temporada, pero ya solo trabajé dos meses debido al nacimiento de mi segundo hijo.
Después del nacimiento de tu segundo hijo, ¿volviste a Málaga Acoge?
Sí, por supuesto. Málaga Acoge siempre me ha ayudado mucho. Cuando volví hice un curso de cuidadora de personas mayores. Además, me ayudaron a realizar un periodo de prácticas no laborales en Eroski y, tras las prácticas, me contrataron como cajera durante el verano. También me han ayudado a conseguir un contrato de corta duración como dependienta en una tienda de ropa.
Tienes una experiencia laboral corta pero muy variada ¿Qué trabajo te ha gustado más?
Me ha gustado mucho ser cajera, aunque lo que más me gusta es cocinar, también cuidar a personas mayores. Ser camarera de piso es estresante, siempre vas con prisas, pues hay que hacer mucho trabajo en poco tiempo.
¿Cómo ves el futuro?
Todo es muy difícil, pero vamos a salir adelante. Sé que nuestro lugar está en España, por nuestros hijos, que son españoles y, como antes te decía, porque el mayor está muy integrado. Yo también me siento bien y tengo unas vecinas españolas muy buenas, con las que me llevó muy bien. Y por supuesto tengo que agradecer a Málaga Acoge su ayuda, sus cursos y los trabajos que nos ayudan a conseguir.
Me despido de Ghizlane deseándole lo mejor para ella y su familia. Y, de nuevo, me doy cuenta de la importancia que tiene el trabajo de las personas voluntarias y técnicas y técnicos de Málaga Acoge en la vida de ciertas personas.
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