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Hayat Elassiousi tuvo bien claro desde muy joven que quería estudiar y trabajar. Dejó su casa en Nador a los 21 años y hace cuatro que está haciendo camino en España. «Vine para mejorar. Quiero trabajar y hacer mi vida». Llega puntual y sonriente a la entrevista en nuestra sede de calle Ollerías, labios pintados de granate a juego con el hijab que le cubre el cuello y el cabello.
En junio se graduó de segundo de enseñanza secundaria para personas adultas (ESPA) en el Instituto Vicente Espinel (El Gaona): «Ha sido una cosa muy nueva en mi vida. He conocido a mucha gente, he hecho amigos. La verdad es que he pasado dos años maravillosos», asegura Hayat que en Marruecos empezó a estudiar Derecho en la Universidad y después Enfermería, que es a lo que quiere dedicarse. «En septiembre comienzo un grado medio de Enfermería», cuenta esta joven de 25 años que aparenta muchos menos y que aprovecha este verano para trabajar «haciendo cualquier cosa de la casa», planchando, limpiando, cuidando niños.
Este último curso no fue nada fácil para Hayat: «ha sido difícil graduarme porque tuve un accidente que me lesionó y me hizo perder la esperanza en todo, estudio, trabajo… estuve siete meses sin estudiar pero gracias a Dios y a mi determinación aprobé los exámenes y voy a acceder a la carrera que quería y por la que he estado luchando».
Estuvo acogida en Asimas, después compartió un piso en El Palo y ahora vive en la zona de Capuchinos con otra chica y una familia. Para ella la vivienda es una de las mayores dificultades a las que se enfrentan las jóvenes que como ella llegan a España solas. «Es muy difícil. No puedes vivir en la calle sin miedo, como los chicos». Para cubrir la necesidad de vivienda para jóvenes extuteladas y acompañarlas hacia la emancipación Málaga Acoge tiene dos pisos en la capital que gestionamos a través del proyecto Thesan.
Trabajo y estudios
Tras un tiempo en Cádiz vino a Málaga donde estuvo trabajando durante seis meses en un restaurante marroquí compatibilizándolo con sus estudios. Parte del dinero que gana trabajando lo envía a su familia en Nador porque «la vida es más difícil allí». En Málaga Acoge la venimos acompañando en lo que necesita en temas de vivienda, orientación jurídica, etc. «Me han apoyado en todo», recalca sobre la ayuda de nuestras compañeras de la asociación.
Tuvo el apoyo de sus padres para venir a España pero reconoce que se echan muchísimo de menos. «Hace cuatro años y medio que no les veo. Están preocupados y me preguntan que cuando vamos a estar juntos», afirma. «Aunque sea sólo para un día», en cuando logre regularizar su documentación asegura que viajará para darles un abrazo.
Hayat recuerda bien su participación en el viaje a Madrid en septiembre de 2021 cuando viajamos en autobús junto a más jóvenes extutelados para reclamar frente al Ministerio del Interior el cambio en el Reglamento de Extranjería que finalmente se materializó.
Reconoce que «en general» se ha sentido bien tratada desde que está en España y lamenta cómo tantas personas arriesgan sus vidas tratando de llegar. «Doy gracias a Dios que llegué bien, con mis papeles. Cuando veo lo que les pasa a otros…madre mía, se mueren en el mar».
De aquí a un futuro próximo se imagina trabajando como enfermera, viviendo en Abu Dabi y adoptando a un niño o una niña. Pero de momento este martes Hayat no tiene trabajo, así que probablemente quedará con unos amigos tras la entrevista. En su grupo hay tanto españoles, como colombianos y rusos, y salen por el centro. ¿Que qué es lo más le gustaría hacer? «Viajar a cualquier sitio, conocer Madrid, Barcelona…».





