Periodistas de distintos medios y responsables de comunicación de organizaciones sociales nos reunimos el 19 de septiembre en Málaga Acoge para buscar respuestas a cómo podemos mejorar la comunicación entre nosotras y hacia la ciudadanía, fortalecer el trabajo en equipo y reflexionar sobre el tratamiento informativo de temas como la inmigración.
Ángel Galán, de Quorum Global, habló del papel fundamental de las organizaciones sociales en la sensibilización de la ciudadanía. En este sentido preguntó a los periodistas si estaban «satisfechos» de cómo las noticias abordan el tema de la inmigración aludiendo en concreto al «alarmismo» que crean en la opinión pública términos como «oleada», «invasión» o «avalancha» presentes en titulares de periódicos, en radio y televisión.
«Hay que tener mucho cuidado con las palabras que se utilizan. Las palabras no son inocuas», observó María José Carmona, de El Salto Andalucía y periodista freelance. Y más ahora «que se está usando el discurso del miedo y que los periodistas tenemos que estar desmintiendo esa cantidad de bulos que circulan a través de las redes y cadenas de whatsApp. Quizá se pueda expresar que ha llegado un número grande de personas, pero sin decir avalancha, que es un término peyorativo que crea miedo». En su opinión, «al final lo que cala en la gente es el pánico y se olvidan de que son 150 ó 200, se olvidan de que se está hablando de personas, pero la palabra avalancha queda y eso es lo que hay que cuidar».
Aunque «hay muchas cosas que mejorar en el periodismo sobre inmigración», en opinión de Nestor Cenizo, de eldiario.es Andalucía cada vez son más los periodistas sensibilizados. «Quizá habría que preguntar a los directores de los medios o a quien redacta a las informaciones de forma rápida y optan por ese tipo de palabras», indicó.
Para Alba Otero, de la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes «este tipo de palabras son muy peligrosas y crean unas ideas falsas. «Así, la gente cree que la mayoría de los migrantes entran por Ceuta y Melilla, que la mayoría son negros. Se escuchan en la calle una serie de comentarios hacia la gente negra con unas categorías que no son representativas ni a nivel local, estatal ni internacional».
Ángel recordó que una de la conclusiones del Estudio sobre el tratamiento informativo de la inmigración y el refugio en la prensa de Málaga, realizado por Málaga Acoge, era que la mayor parte de las informaciones sobre migraciones analizadas de enero a julio de 2017 versaban sobre pateras, cuando sólo el 2 por ciento de los migrantes llega por esta vía a España e invisibilizando otros enfoques sobre las personas migrantes. «Esa hipervisibilización de las pateras hace que la gente tenga una idea distinta a la realidad y alienta el crecimiento de los delitos de odio y los problemas en la convivencia», advirtió.
Según Sergio Rodrigo, de Entrefronteras, las organizaciones sociales «pueden ayudar mucho a los periodistas ya que estos muchas veces no son conscientes del contexto de estas personas migrantes». Pone el ejemplo de los vídeos y fotos difundidas recientemente en las que chicos procedentes del Rif sonríen y hacen con los dedos un signo que parece de la señal de la victoria y en realidad es un símbolo revolucionario de la represión en el norte de África, de la que huyen a España en pateras. Pocos periodistas lo saben y lo pueden transmitir para explicar el porqué de su huída.
Durante la reunión se habló de la relación entre entidades sociales y medios de comunicación y de cómo mejorar la comunicación entre ambos.
«No he tenido ningún problema de comunicación con las ONG. Estoy satisfecha de la respuesta de las organizaciones», comenzó diciendo Ana Pérez Bryan, del diario Sur quien reconoció el «frenesí» que a veces imponen los periodistas a las entidades sociales a la hora de pedir información o «perfiles concretos» para elaborar sus informaciones debido, sobre todo, a la «velocidad» que les exige el día a día.
Tampoco María Gómez, de CEAR en Málaga, tiene «ningún problema» a la hora de acudir a los medios de comunicación para dar a conocer algún proyecto o campaña, aunque matiza, eso sí, que su organización es grande y contamos con «más facilidad de acceso a los periodistas que otras más pequeñas».
Para Esperanza Codina, de El País, «es parte de los periodistas preguntar y parte de las asociaciones proponer y contar».
Es cierto también -apunta Ana- que cuando existe una relación personal y de confianza entre la personas de la ONG y el periodista la comunicación «es mucho más fácil».
Los periodistas coincidieron en la importancia de contar historias, más que ofrecer datos en solitario. «Cualquier dato o informe siempre es mejor acompañado por historias humanas«, asegura Esperanza, algo con lo que coincide Nestor: «Es muy difícil que publiquen la información sobre una rueda de prensa de una entidad a no ser que sea un tema muy potente. Preferimos una historia humana, centrada en un caso concreto, que la tengas en exclusiva».
Para Ana es vital «poner rostro a las personas a las que apoyan las organizaciones sociales«.
María José advierte de que, en su caso, debe ofrecer enfoques «diferentes» a los medios con los que colabora por lo que tiene «que buscar historias particulares» y precisamente «son las organizaciones las que están en contacto con esas personas, vulnerables en ocasiones, y saben si les apetece salir en los medios o no». Para María «proponer historias de vida es más fácil para todos, para la gente que trabaja en los medios y también para las asociaciones. Poner cara es mucho mejor que una cifra». Dar voz a las personas protagonistas de la noticia favorece la comprensión de la realidad.
Francisco Palma, de la asociación Arrabal pidió a los periodistas la continuidad de las informaciones y temas sobre migración más allá de la llegada de pateras: «que no nos olvidemos del tema de la migración cuando pase el verano y hay menos rescates. Las personas continúan su vida aquí. Que sigamos un poco el hilo».
Esperanza se refirió a la importancia de contar también historias positivas, de normalización de las personas migrantes. Para Ana «hacer seguimiento de las historias positivas de personas que apoya dice mucho más de la labor de una ONG que hablar de la cantidad de proyectos que tiene».
Francisco y María coincidieron es que es también importante que las entidades sociales propongan historias a los periodistas, hacer la labor de informar a los medios y también estar al tanto del seguimiento.
Ignacio Wilhelmi, de Prodiversa se refirió a las quejas que tiene la gente del barrio malagueño de Palma-Palmilla sobre la imagen que tiene el barrio, que es lamentable. Los medios de comunicación podrían hacer algo al respecto fomentando las historias positivas, que las hay.
«Este foro -dice Francisco sobre la reunión de periodistas- sirve para que seamos todos aliados y trabajar en equipo. Que entre todos contribuyamos a no estigmatizar y a llevar ese mensaje a las redacciones, a las direcciones de los periódicos».
Por su parte, Javier Díaz, de AlQds, dijo que la reunión demostró que «hay una necesidad real de concienciación y sobre todo de formación: las entidades sociales deben saber cómo funciona la prensa y los periodistas conocer también cómo lo hacen las organizaciones sociales.
Lo que quedó claro es que existe un gran campo de colaboración entre periodistas y entidades sociales y que es necesario explorarlo.