El bombero malagueño Miguel Roldán que se enfrenta a 20 años de prisión por «el simple hecho de salvar vidas», ha lamentado que ni en Europa ni en España seamos conscientes de hay gente muriendo cada día en el Mediterráneo y ha pedido que la migración no sea considerada “un problema” sino una cuestión de derechos humanos.
“Tenemos que hacer visible esta realidad de personas migrantes que atraviesan situaciones muy críticas. La vida se vive una sola vez y no les estamos dando la oportunidad de vivirla dignamente”, ha dicho Roldán tras la entrega del reconocimiento como Socio de Honor de la asociación en el Día Internacional de la Personas Migrantes.
Roldán ha explicado que se enfrenta, ante la justicia italiana y junto a otras nueve personas de la oenegé alemana Jugend Rettet, hasta a 20 años de prisión «por el simple hecho de salvar las vidas en el Mediterráneo» y darles la oportunidad de poder llegar a Europa.
Está a la espera de juicio por participar en una misión de 22 días frente a las costas de Libia en la que rescatában a personas que cruzaban el mar desde Trípoli «recorriendo más de 500 kilómetros en embarcaciones de una precariedad absoluta”.
“En una embarcación en la que podían caber 40 personas de una forma aceptable iban más de 250 y sin ningún elemento de flotabilidad ni de navegación”, ha recordado. Además, «una vez que llegan a Europa la situación no mejora mucho y sólo tienen la posibilidad de sobrevivir”.
En su opinión, «las ONG no son el remedio ni la salvación de esta situación, sino un parche” pero «mientras no haya un apoyo gubernamental a nivel europeo o de Italia, en este caso, “son imprescindibles al ser las únicas que pueden rescatar a las personas migrantes”.
A raíz del proceso al que se enfrenta, Roldán ha suscitado una atención mediática que, según ha remarcado, quiere que sirva, no para atraer atención hacia sí mismo, sino para “visibilizar a las personas que están muriendo en el Mediterráneo».
Roldán ha apuntado que “cuenta con un abogado a nivel colectivo que nos va informando“, pero que aún no ha habido juicio y “por desgracia desde Italia quieren que el proceso se dilate en el tiempo lo máximo posible para crear incertidumbre”. Aunque no se ve en la cárcel ha aclarado, que “si sirviese para dar voz a lo que está ocurriendo en el Mediterráneo”, no tendría “ningún problema en ir. Lo digo de verdad, de corazón”.
Miguel Roldán participó en uno de nuestros Tés con ideas dedicado a la criminalización de la solidaridad del que tenéis más información en este enlace