por Agustín Olías*
Hoy me he desplazado, virtualmente, a La Axarquía con el propósito de entrevistar a Marcela*, una de las personas que apoyamos desde nuestro programa de Protección Internacional. Como en las anteriores entrevistas, pretendo conocer detalles de su estancia en Torre del Mar, su relación con Málaga Acoge y cómo le está afectando la situación de enclaustramiento que estamos sufriendo.
La familia de Marcela está compuesta por ella, su marido y dos hijos de dieciséis y veinticuatro años. Hace dos, tuvieron que abandonar su Colombia natal y llegaron a España, buscando un lugar seguro para vivir, donde su vida no corriese peligro.
¿Qué situación tan difícil vivísteis en Colombia que os hizo abandonarlo?
El problema lo tuvimos con un grupo subversivo. Le exigían a mi marido una suma de dinero por “protegerle”. Estuvo pagando el impuesto durante un tiempo, pero llegó un momento que nos era imposible seguir haciéndolo. Incluso sufrió un atentado. Ante aquella situación tan peligrosa, decidimos buscar refugio en España.
Marcela es licenciada en Pedagogía Infantil, su marido es escultor y sus hijos estudiaban, el mayor lo hacía en París, Comercio Internacional.
¿Sabían vuestros hijos cómo era la situación?
Ellos no sabían nada de lo que nos estaba pasando. Cuando les tuvimos que decir que nos íbamos de Bogotá, les explicamos las razones, pero lo hicimos de una forma general, sin entrar en muchos detalles.
¿Llegasteis directamente aquí a Torre del Mar?
No, el periplo fue un poco más largo. Primero fuimos a Tarragona, donde tengo una amiga. Luego, a través de una asociación de artistas, una especie de ONG, nos trasladamos a un pueblo de Granada. Allí empezamos el proceso de Protección Internacional con Cruz Roja de Granada. Hace unos dieciocho meses salió la plaza en el piso de Torre del Mar que gestiona Málaga Acoge y aquí estamos.
¿Qué tal estáis en este piso?
El piso está bien, agradable, aunque es un poco pequeño para los cuatro. Pero nos adaptamos. Mis hijos tienen que compartir una habitación que es pequeña para los dos, pero lo llevan bien.
Hablando de adaptación, ¿qué tal se han adaptado ellos a vivir en Torre del Mar?
El mayor tuvo que dejar sus estudios, su carrera; ahora está analizando las opciones que tiene para relanzar sus estudios. En cuanto al pequeño, ahora lo lleva bastante bien. Pero le ha costado. Fue en Granada donde empezó a ir al colegio aquí en España. Allí estuvo solo un mes asistiendo a clases, estaba a gusto. Cuando cambió al instituto de Torre del Mar, se encontró desubicado, con una forma de trabajar diferente. Pero, poco a poco, ha ido haciendo amigos, conociendo el estilo de vida y de estudiar, y ahora está en pleno proceso de integración.
Durante estos meses que la familia lleva en Torre del Mar, Marcela se ha movido para conseguir trabajo. A través de Málaga Acoge hizo un curso de ventas, lo que le permitió hacer prácticas en Eroski, en caja, donde estuvo trabajando el verano pasado. Pero se pasó la temporada y se acabó el contrato.
¿Conseguiste algún otro trabajo?
Sí, conseguí un trabajo cuidando a los niños de una familia alemana, ayudándoles en temas escolares. Pero llegó esta situación y tuvimos que dejarlo. La verdad es que ahora tenemos una situación difícil porque no tenemos ningún ingreso.
¿Cómo lleváis el confinamiento?
El confinamiento en sí mismo no lo llevamos mal, a pesar del poco espacio del piso. De alguna manera esta situación ya la hemos vivido anteriormente. Los chicos tienen paciencia, estudian, juegan a videojuegos, ven películas… Lo terrible es que teníamos actividades previstas, planes de futuro, pero llega esta situación y lo trastoca todo.
Marcela se siente muy agradecida por el trabajo de Málaga Acoge, por su ayuda en los diferentes procesos, el apoyo psicológico, en la búsqueda de trabajo, en la ayuda en los estudios.
Lo más positivo es que gracias al programa de Protección Internacional y a Málaga Acoge, tenemos las necesidades básicas cubiertas, el alquiler de la casa y la manutención. Irene es nuestra técnica de referencia y nos llevamos bien, se preocupa por nosotros, nos ayuda en lo que puede.
El futuro, ¿cómo lo ves?
Quizás no te lo creas, pero lo veo con optimismo. Estoy convencida que nos adaptaremos a las circunstancias que sean. Volveremos a las actividades que sean posibles, retomaremos proyectos aparcados o crearemos alguno nuevo…. Lo dicho, con optimismo.
Muchas gracias, Marcela, por el tiempo que nos has dedicado y deseo que se hagan realidad esos
proyectos vitales que tenéis ganas de retomar.
Marcela está participando, junto a otras personas refugiadas que apoyamos, en formaciones que organizamos enmarcadas en el proyecto EQUILEM, subvencionado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones- Dirección General de Inclusión y atención Humanitaria – Subdirección General de Programas de Protección Internacional y cofinanciado por el Fondo Social Europeo.
*Agustín Olías es voluntario del equipo de Comunicación y secretario de la Junta Directiva de Málaga Acoge
*Marcela no es su nombre real.
La imagen que acompaña el texto es de Lola Guerrera, creadora de nuestro proyecto Artistas A
Durante este periodo de emergencia seguimos apoyando a las personas y familias que lo necesitan por vía telefónica en Antequera, Málaga, Fuengirola y Torre del Mar.
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