Más de 60 niños de entre 3 y 16 años participan ya en el programa de refuerzo educativo y actividades de ocio de Málaga Acoge en la capital.
Diego lleva un buen rato intentando atar una pequeña hoja a un fino hilo. Hasta que se cansa. “Yo no tengo paciencia para esto”, explica el pequeño, de nueve años. Le escucha Alí, de 12 años, que se acerca y le ayuda. Y entre ambos lo consiguen. Un rato después, los dos han conseguido montar un pequeño móvil de hojas recién caídas de los árboles. Ellos y todos los demás niños y niñas están trabajando durante el mes de octubre bajo el tema del otoño y, hoy, toca crear móviles usando hojas recogidas días antes en los jardines Picasso y pintándolas de los colores preferidos de cada uno.
Las actividades están encuadradas en el programa de las actividades de ocio y refuerzo educativo del programa Caixa ProInfancia, en el que participan más de 60 niños y niñas de entre 3 y 16 años. Cada tarde, de lunes a jueves, acuden a la sede de Málaga Acoge para elaborar sus tareas de clase y repasar aquellos aspectos en los que necesiten más refuerzo. Y, los viernes, dedican las cuatro horas de la tarde a actividades de ocio: juegos, visitas culturales, cine, deporte… Hace ya unas semanas que han empezado el curso y, aunque les ha costado volver a la rutina del cole, todos están contentos con el inicio de las clases y también su paso cada tarde por Málaga Acoge.
La creación de móviles con hojas recién caídas por la llegada del otoño no es la única actividad relativa a la recién entrada estación. “El otro día, por ejemplo, entre todos elaboramos un árbol con los deseos que tenemos para este otoño y lo que más nos gusta de la estación”, cuenta Javier Sastre, uno de los técnicos del Área de Educación de Málaga Acoge. Y el árbol, que se puede ver estos días en las paredes de la asociación, refleja bien todo ello: “Me gusta que todo el paisaje se vuelve bonito”, escribía uno de los niños. “Quiero ver llover”, contaban varios. “Me gusta el otoño porque se hace una gran fiesta de Halloween”, añadía otro.
Posteriormente, después de que los más mayores hubieran realizado sus móviles con hojas de ficus, ha llegado el turno de los más pequeños, que también han coloreado las hojas con sus colores favoritos y más tarde han construido sus propios móviles otoñales.