Actualizado hace 3 meses – Publicado el 20 de septiembre de 2022
Este mes cumple 23 años pero tiene cara de niña. De pelo negro, largo y liso, ojos grandes de mirada intensa. Hace un rato que dejó a su hija de dos años en la escuela infantil, cerca del piso que comparte en Málaga con otra chica, ambas jóvenes extuteladas que acompañamos en Málaga Acoge. “Decidí venir para que mi hija tenga un buen futuro, una buena educación, que pueda decir que su madre ha hecho cosas por ella”.
Antes de llegar a Málaga estuvo en eI CETI de Ceuta. También vivió en un centro de menores junto a dos hermanas que ahora viven y trabajan en el norte de España.
“Málaga Acoge me ayudó a venir desde Ceuta con mi niña. Berni, mi educador social, me esperó en el aeropuerto y me trajo en su coche. Me dieron donde vivir y me están apoyando para recuperarme con mi bebé del tiempo que he pasado mal”.
Neemat prefiere ocultar su verdadero nombre y está haciendo trámites para regularizar su situación con el apoyo de nuestro equipo jurídico. Ha hecho la matrícula para cursar primero de la ESO en un instituto. “Tengo que estudiar para pensar qué quiero hacer y salir adelante”, afirma. Aunque no sabe aún a qué prefiere dedicarse en un futuro y tiene “los pensamientos desordenados”, sí tiene claro que intenta mejorar cada día evitando pensar en “cosas negativas, porque no me hacen falta, no las quiero”.
Aparte de sus hermanas tiene otros dos hermanos menores en Málaga con los que mantiene contacto y se ve frecuentemente. Sobre sus padres, que viven en Castillejos, y a los que “claro” que echa de menos, asegura que “están contentos porque estamos intentando salir adelante”. Aunque algún día, le gustaría que estuvieran todos juntos, “en una casa grande” con su familia y hermanos.
Estudiar, hacer cursos y trabajar para tener mi casa propia.
Recuerda algunos momentos de cuando era niña e iba a la escuela con sus hermanas: “Teníamos una pausa para comer y como el colegio estaba frente a la puerta de nuestra casa le decíamos a la seño que íbamos al baño e íbamos a comer lo que queríamos con nuestra madre”, cuenta riendo.
Trabajar mucho
Hoy cuando dejó a su hija en la escuela infantil dice que se le quedó mirando cuando se alejaba y le gritó ”mami, mami”, aunque luego se quedó tranquila. Después de comer la recogerá y volverá a la vivienda que comparte con Catalina, otra joven que apoyamos y con la que dice se lleva bastante bien. “En el piso estoy bien, pero mejor estaré cuando tenga mi casa”, afirma consciente de que “tienes que trabajar mucho para tener una vida estable”.
Por eso asegura que quiere “aprender mucho”, quizá estudiar inglés para ser traductora. “Estudiar, hacer cursos y trabajar para tener mi casa propia”, desea.
Chams no el verdadero nombre su niña pero es el que ha elegido su madre para esta entrevista y dice que significa sol. “Tiene dos años y no para. Nunca quiere dormir”, afirma riendo y advierte de que no quiere “perder el tiempo” sino “dárselo todo” a su hija.
A través del proyecto THESAN: Pisos de mujeres extuteladas para el acompañamiento hacia su vida adulta Málaga Acoge acompaña en Málaga a chicas provenientes del sistema de protección de menores y/o víctimas de violencia de género y trata.