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Jounaida tiene 18 años y hace siete meses que vive en Málaga. De cabello negro, largo, liso, sonrisa tímida, comparte con otras dos chicas uno de los dos pisos para jóvenes extuteladas que gestionamos en la capital. «Mi objetivo es estudiar y trabajar», afirma. En estos días trabaja limpiando oficinas y ya se ha matriculado para comenzar en septiembre el primer curso de enseñanza secundaria para personas adultas en el IES Vicente Espinel (Gaona).
Con 15 años dejó su casa y familia en Nador porque quería trabajar y construir una vida nueva en España. Durante cuatro años estuvo en un centro de menores de Melilla y cuando cumplió la mayoría de edad viajó a la Península, residió unos días en Cádiz y luego a Málaga. «Es difícil cuando cumples 18 años y sales del centro de menores, para los chicos y más para las chicas», reconoce, hablando despacio en un español que va perfeccionando con la práctica.
Jounaida estuvo acogida en Asimas hasta que en mayo entró en el piso de Málaga Acoge que comparte con Ainhoa y Coral, con las que asegura mantiene una buena convivencia y se organiza bien. Cuenta que Málaga le gusta mucho y que en el tiempo que lleva en la ciudad ha hecho un curso de camarera de pisos y ha trabajado en un Kebak en la zona de Teatinos.
«Me siento bien. Me gusta todo de la vida en Málaga», afirma, al tiempo que agradece a las compañeras del equipo de Jóvenes de la asociación que le ayudan «en todo». También reconoce que echa de menos a su familia en Marruecos, que ahora no puede viajar porque trabaja, pero que espera poder hacerlo muy pronto.
El apoyo a Yunaida se enmarca en nuestro proyecto Thesan «Pisos de mujeres extuteladas para el acompañamiento hacia su vida adulta» que llevamos a cabo con el apoyo de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad (Dirección General de Infancia, Adolescencia y juventud) y el Ministerio de Igualdad.





