Actualizado hace 4 años – Publicado el 6 de febrero de 2019
¿Qué palabras os vienen a la cabeza cuando escucháis la palabra economía?, pregunta Noemí Góngora a un grupo de mujeres de la Axarquía. Ellas responden con términos como «dinero», «riqueza»…Y sin embargo, son posibles otros modelos económicos más justos y respetuosos que pongan en el centro la sostenibilidad de la vida. Esta fue la idea central del taller de economía feminista «La olla común» realizado a finales de enero en nuestra sede de Torre del Mar. Durante dos sesiones se cuestionaron los límites de lo que todas entendemos por economía y se analizó la importancia de las relaciones de género en el sistema económico.
Durante esta actividad las mujeres conocieron prácticas de economía solidaria como el trueque, los bancos del tiempo, la moneda social o los grupos de consumo. «La economía se entiende casi exclusivamente como acumulación de bienes materiales y el tiempo también es economía», advierte Noemí que hizo dinámicas con las participantes que pusieron de manifiesto su falta de libertad para gestionar el tiempo propio.
En la actividad se analizaron las prácticas de consumo actuales, se habló de cómo la economía se basa en la producción de capital a costa de no cuidar el medio ambiente y se invitó a actuar para transformar.
Para llevar a la práctica lo escuchado las mujeres participaron en una práctica de consumo sostenible llamada «La olla común»: cada una de ellas llevó a la sede raciones de comida suficiente para repartir con el resto de las participantes, resultado de haber cocinado un sólo día una olla grande del mismo plato. También llevaron tapers vacíos de manera que se llevaron platos variados para toda la semana. Se dieron cuenta como esta práctica permite ahorrar tiempo y dinero, porque compras menos, sólo cocinas un día y es ecológica al reducir el consumo de luz y agua.
Este tipo de prácticas de consumo responsable y el taller en sí mismo han pretendido ser un espacio de encuentro de las mujeres y de construcción de redes de apoyo mutuo.
A lo largo del taller se pusieron en valor prácticas de consumo responsable que las mujeres realizan y de las que no son conscientes, como el hecho de compartir medios de transporte para llevar a los niños al colegio o reciclar la ropa compartiéndola entre conocidos dando una segunda vida a las cosas.
Esta actividad se enmarca en el programa “Participación democrática en condiciones de igualdad de mujeres inmigrantes en todos los ámbitos de su vida social”, financiado por la Dirección General de Integración y Atención Humanitaria y cofinanciado por el Fondo Europeo de Asilo, Migración e Integración en la convocatoria 2019.