Alba Salas realizó sus prácticas de Trabajo Social durante seis meses en Málaga Acoge hace un año. Ahora, esta joven de Córdoba ha vuelto a la asociación como voluntaria del Departamento de Educación.
Con apenas 17 años, Alba Salas ya colaboraba en la asociación educativa Barbiana de Córdoba “Plataformas de Solidaridad”, donde se promueve la educación para la paz y la solidaridad en el ámbito local. Más tarde empezó a estudiar Trabajo social en Sevilla y al año siguiente pidió el traslado a Málaga (“la playa y el clima hace mucho”, cuenta). Durante su estancia en Málaga ha realizado varios cursos de formación para el voluntariado en Cáritas, Madre Coraje y Proyecto hombre, pero allí nunca llegó a participar como voluntaria. Durante un intercambio en México aumentó su inquietud por la educación y los niños, “al ver tantos de ellos trabajando en las calles”. Así que al regresar a España hizo sus prácticas en Málaga Acoge durante seis meses. Ahora, Alba ha regresado a la asociación para realizar su primera experiencia como voluntaria. Y queremos qué tal le va y cómo ha sido su vuelta a la entidad.
¿Por qué decidió formar parte del voluntariado de Málaga Acoge?
Decidí formar parte del voluntariado de Málaga Acoge porque tras mi periodo de prácticas pude conocer un poco lo que hacían y me gustó bastante, tras ver en la página de Facebook que necesitaban voluntarios, no me lo pensé dos veces.
¿Qué hace durante su tiempo de voluntariado?
Les ayudo a hacer los deberes que les han mandado en el colegio o en Málaga Acoge.
¿Qué le está aportando este voluntariado?
Empecé a trabajar en un restaurante hace cosa de dos meses, al llegar a casa llegaba cansada y sin ganas de nada, desde que estoy en Málaga Acoge de voluntaria llego a casa con las pilas cargadas, con ganas de volver otro día a pesar de que ese día los niños hayan estado especialmente revoltosos. Y el hecho de que me llamen “maestra” es algo que me llena de orgullo. Asisto a Málaga Acoge menos de lo que desearía, pero intento ir siempre que puedo porque me encanta estar allí, además siempre se aprende muchísimo de ellos. Por otro lado, estoy refrescando la memoria con eso de las multiplicaciones… jeje.
¿Por qué decidió participar en el Departamento de Educación?
Pues porque haciendo la diplomatura de trabajo social me di cuenta que lo que de verdad me gusta es ser educadora, desde que tenía 18 años me he dedicado a cuidar niños y ayudarlos con los deberes, estar con ellos es lo que más me llena en este mundo.
¿Tuvo mucho que ver su periodo de prácticas en la entidad?
Tuvo mucho que ver porque ya conocía lo que hacían, a los educadores y a algunos niños.
¿Por qué decidón estudiar Trabajo Social?
Me decidí a estudiar trabajo social porque siempre me ha conmovido el ámbito social, quería que mi trabajo sirviese para ayudar a las personas que más lo necesitan, cuando decidí estudiar una carrera pensé tener un trabajo el día de mañana que me motivase a ir todos los días al trabajo.
¿Qué aprendió durante todo ese periodo de prácticas en Málaga Acoge?
Durante los 6 meses que estuve de prácticas en el Departamento de Vivienda aprendí en general a manejarme en el ámbito administrativo, en los programas que se llevaban a cabo en la entidad, a saber qué documentación es necesaria para poder dar una ayuda, a hacer informes, actas… Pero de lo que más aprendí fue de los trabajadores que pertenecen a la entidad, de cómo se desenvuelven en el día a día, como tratan a los usuarios… Además, aprendí a ser insistente, tener paciencia, y no desistir en ningún momento.
¿Cómo animarías a otras personas a unirse al voluntariado de Málaga Acoge?
En cuanto entras a Málaga Acoge te sientes como una más, y siempre te quedarán ganas de volver porque tanto los trabajadores como los usuarios (madres, padres y niños) hacen que en la entidad haya muy buen ambiente. ¡Ir como voluntaria a Málaga Acoge engancha!