El equipo ha trabajado con más de 200 personas inmigrantes en lo que va de año en cuestiones como acompañamientos, asesoramientos, actividades formativas o informes de seguimiento, entre otros aspectos.
Un equipo de ocho personas del Departamento de Prisiones de Málaga Acoge trabaja especialmente con la población reclusa en aspectos que van desde la mediación con familias o el apoyo y asesoría para la obtención de documentación, hasta la formación o acompañamientos. En total, de enero a septiembre de 2011 se han realizado más de 600 gestiones desde el área de Prisiones de la entidad y se ha trabajado con 234 reclusos del centro penitenciario de Alhaurín de la Torre.
El principal trabajo realizado por la responsable del área de Prisiones, Carmen Cano, y su equipo de voluntarios (formado por siete personas formadas especialmente para el departamento) es el de acompañar a las personas que entran o se encuentran ya en prisión. Les ayudan, median con sus familiares, abogados y el personal de la cárcel; les realiza un seguimiento, se coordinan acciones con los responsables y profesionales de la prisión… Un trabajo diario que conlleva también la ayuda en diferentes procesos que van desde la obtención o renovación de documentación, la gestión ante embajadas o servicios públicos como el SAE, los juzgados o la Comisaría Provincial; la denuncia de posibles irregularidades ante el Defensor del Pueblo, el contacto con otras entidades y asociaciones… Durante el primer semestre del año, se han llevado a cabo, entre otras actividades, talleres sobre la Ley de Extranjería, se ha dado a conocer la propia entidad entre los reclusos en diversas charlas.
Cualquiera puede apoyar toda esta labor aportando su grano de arena económico a través de esta web: http://www.migranodearena.org/CARMENCANO1 donde se puede conocer al equipo de Prisiones y hacer un donativo al proyecto.
El trabajo que se realiza desde Málaga Acoge con los internos e internas de la prisión de Alhaurín de la Torre tiene otras tres vertientes distintas y complementarias. Por un lado, actuaciones de información, tanto a los propios reclusos (fundamentalmente en materia de extranjería, funcionamiento de la prisión y procedimientos penales), como a los propios trabajadores del centro. Por otro, se realizan diferentes actividades formativas: Clases de español, desarrollo de habilidades sociales… Y se les informa sobre los procesos formativos a los que pueden acceder dentro o fuera de la cárcel y se les apoya en su participación. Igualmente, se llevan a cabo charlas, conferencias y talleres dirigidos a responsables de las Instituciones Penitenciarias acerca del fenómeno migratorio, la jurisprudencia en materia de Extranjería o la gestiónde la interculturalidad. Por último, se trabaja especialmente en la mejora de la convivencia intercultural dentro del recinto penitenciario, algo que se busca conseguir mediante la realización de actividades de carácter lúdico-cultural dentro y fuera de la prisión.
Problemas
Entre los principales problemas detectados por el personal del área de Prisiones durante el primer semestre de 2011 en el recinto penitenciario de Alhaurín de la Torre es el que tiene que ver con la situación de las mujeres, ya que esta prisión sólo cuenta con un módulo para ellas, “lo que significa que en un mismo espacio conviven preventivas y penadas, jóvenes con mujeres adultas, reincidentes y primarias situación propicia para la aparición de conflictos”, según explica Carmen Cano, quien subraya también que “la falta de empleo remunerado dentro del Centro Penitenciario aumenta la situación de vulnerabilidad de las mujeres y de sus familia ya que la mayoría carecen de recursos económicos”.
Además, desde Málaga Acoge se han detectado diversos problemas respecto a las personas inmigrantes que se encuentran prisión. Entre otras cuestiones, se destaca la desprotección y situación de vulnerabilidad de estas personas ante el desconocimiento del idioma o la falta de apoyos sociales y familiares al encontrarse éstos lejos en sus países de origen. La dificultad de acceder a un intérpretes hace que tengan problemas de comunicación, lo que hace que los reclusos se aíslen y se encuentren en una situación de indefensión. Otra de las quejas más frecuentes de las personas extranjeras que se encuentran internas en prisión es la referida a la“mala gestión por parte de una gran mayoría de los abogados de oficio que les son asignados”. “No suelen visitarles con la frecuencia que sería la deseada para poder defender correctamente su caso. En muchas ocasiones el abogado se encuentra por primera vez con su cliente o clienta en la misma puerta de la sala el día de celebración de la vista oral”, asegura Cano, que se muestra positiva porque este servicio está presentando “diversas mejorías”.
La responsable del Departamento de Prisiones de Málaga Acoge, igualmente, destaca la gran dificultad que las personas inmigrantes que están en situación preventiva tienen para la solicitud o renovación de los permisos de residencia y/o trabajo. Algo que ocurre, fundamentalmente, “cuando ya una vez concedido el permiso de residencia se requiere la presencia física del solicitante inicial o del renovante en la comisaría de policía para la firma e imposición de la huella dactilar”. Sin olvidarnos de la carencia de especialización de algunos profesionales de las instituciones penitenciarias en la Ley de Extranjería, teniendo en cuenta que es una materia de gran dificultad y numerosos cambios.