Desde octubre, uno o dos días a la semana, Jördis Spengler camina desde su casa en el barrio de la Trinidad hasta la sede de Málaga Acoge donde colabora como voluntaria con el equipo de Educación. Socióloga y pedagoga, especializada en género y sexualidad, estudió en Amsterdam y trabajó durante muchos años en Hamburgo antes de decidirse a dar un giro a su vida en Alemania y venir a España.
«Estoy aprendiendo mucho siendo voluntaria», afirma en un buen español pese a llevar apenas siete meses en el país. «Es una experiencia muy agradable para mí y la valoro mucho».
Su interés por el tema de la inmigración y las personas migrantes le llevó a indagar y conocer nuestra asociación y proyectos a través de Internet: «En Alemania trabajé mucho con mujeres inmigrantes y vi claro que un gran número de ellas llegan a través de la frontera sur. Vine en varias en ocasiones a Málaga, conocí a mi novio, con el que llevo tres años, y ahora tengo claro que me gustaría vivir aquí».
Jördis eligió Málaga Acoge para hacer su voluntariado porque quiere trabajar apoyando a personas migrantes. Una de las primeras actividades en las que ha participado fue un taller sobre hábitos saludables de vida impartido a familias que atendemos en la asociación.
«Estuvo superbien. Me gustó mucho hacer dinámicas de grupos con las familias», comenta. A partir de esta semana apoyará varios talleres artísticos destinados a mujeres en el que Ruth, otra de nuestras voluntarias y alumna del curso de español, explicará cómo hacer collages con telas.
Pese a sus escasos 28 años, cuenta con una gran experiencia laboral. Trabajó con niños con discapacidad emocional, en centros de acogida y como profesora en la Universidad. Además, tras terminar un Máster en Amsterdam se embarcó en un proyecto piloto aupado por colectivos feministas para desarrollar la primera casa de acogida para mujeres afectadas por violencia machista en Hamburgo.
De pronto, compara su viaje a España con el de las personas que no lo tienen tan fácil: «Decidí cambiar mi vida y dejé un buen trabajo en Alemania. Mudarme aquí sin problemas es un privilegio enorme que no tienen otras personas forzadas a dejar sus hogares o que únicamente buscan un mejor futuro. Yo sí puedo volver a mi país. A mí no me paran en la frontera».
Jördis cree que en España «hay mucha tolerancia» hacia las personas migrantes, aunque advierte de que ha habido un cambio político con partidos como VOX . A su juicio, lo que faltan son recursos y voluntad y también es preciso «entender quiénes son las personas que llegan y cuáles son sus historias».
En este sentido piensa que la sensibilización es clave para alentar la empatía y conectar con la gente: «Conozco Stop Rumores y me encanta. No sé de nada similar en Alemania». En cuanto a sus planes, querría trabajar en una ONG: «Voy a hacer un curso de Mediación y tengo que mejorar mi español porque quiero vivir en España».