Actualizado hace 8 años – Publicado el 18 de febrero de 2016
Por Agustín Olías.
Una de las líneas de trabajo de Málaga Acoge es el de refuerzo educativo y social para los niños y niñas inmigrantes, dentro del programa CaixaProinfancia. Hoy vamos a conocer a Ana Aguilar, que está realizando sus prácticas en la entidad y, entre otros proyectos, ha puesto en marcha el Taller de habilidades sociales. Una iniciativa que está desarrollando con varios grupos de chavales de dicho programa.
Ana, antes de que nos expliques tu actividad en Málaga Acoge, preséntate, cuéntanos algo de tu vida.
Nací en Campillos, provincia de Málaga, hace veintiún años. Ahora estoy estudiando cuarto curso, el último, de Educación Social, en la Universidad de Málaga. Y realizando las prácticas en Málaga Acoge.
Una vez que termines tu carrera, en junio si todo va bien, ¿qué te gustaría hacer?
Me gustaría continuar con mi formación, con un máster o algunos cursos que complementen lo aprendido en la carrera. Me gusta mucho el ámbito de los menores; de hecho, las tres prácticas que he realizado durante la carrera las he realizado con menores. Creo que se me dan bien y me relaciono estupendamente con ellos.
¿Tienes alguna experiencia previa de colaboración con una ONG?
Sí, con Cruz Roja. En el primer año de universidad hice un trabajo sobre las actividades de Cruz Roja y me gustó aquello, tanto que me “enganché” y estuve en la Ludoteca del Hospital Materno de Málaga, trabajando con las niñas y niños ingresados.
¿Cómo conociste Málaga Acoge?
Fue a través de las prácticas, porque yo quería trabajar el colectivo inmigrante, que aunque sea diferente al de menores, me interesaba. Estuve informándome qué asociaciones había que trabajasen con personas inmigrantes y que hubiesen convocado prácticas. Málaga Acoge me pareció una muy buena opción.
¿Por qué el colectivo de personas inmigrantes?
Me llama mucho la atención, pero durante la carrera no teníamos mucha información sobre él. Por el contrario sí que tuvimos información sobre otros colectivos, como el de la población gitana; de hecho, mis primeras prácticas las hice en un colegio con este colectivo. Las segundas prácticas las hice en el Centro de Menores y ahora ya era necesario trabajar con el colectivo de personas inmigrantes.
¿Cómo surgió la idea de realizar el Taller de habilidades sociales?
Fue una idea que surgió hablando con mi tutora en Málaga Acoge, Flor Almeida, y las educadoras de refuerzo educativo del Colegio de Prácticas nº 1, donde se lleva a cabo el programa CaixaProinfancia. Yo quería realizar alguna actividad que complementase la actividad que ellas realizan en el programa y surgió la idea del Taller de habilidades sociales. Yo empecé las prácticas en octubre del año pasado y durante unos meses estuve viendo cómo se trabajaba con las niñas y niños del programa y diseñando el taller. Seleccionamos a los que más problemas tenían para relacionarse con sus compañeros, los que más necesitaban de habilidades sociales.
¿Qué objetivo tenéis con este taller?
Que tomen conciencia de las relaciones entre ellos, entre iguales, que se comprendan y ayuden; apoyarse mutuamente y favorecer sus relaciones. Vi que en los programas de refuerzo de Málaga Acoge los críos crean buenas relaciones entre ellos, en general, pero que en algunos casos se podían mejorar.
Por favor, explícanos cómo está organizado el taller y cómo se desarrolla.
Primero te diré que hemos organizado tres grupos: uno formado por dos niñas, de seis y siete años. Y dos grupos formados por cinco niños cada uno, de 11 años. Dentro de las habilidades sociales yo me he centrado en las relaciones entre iguales, las relaciones entre ellos. Como el taller consta de cinco sesiones, cada día tratamos un aspecto: comunicación verbal, comunicación no verbal, empatía, colaboración y resolución de conflictos. Se trabaja un factor en concreto y se realizan una serie de dinámicas con ellos focalizadas en ese factor. Intento individualizar las actividades según las características del grupo, tratando aspectos determinados.
Me has dicho que ya habéis hecho tres sesiones, ¿estás satisfecha de cómo está resultando?
Me siento muy satisfecha y me gusta cómo se está desarrollando. Me han aceptado muy bien, tanto las educadoras como las niñas y niños, estoy muy cómoda con mi trabajo. Con alguno de los grupos me está costando más que con otros, porque la evolución es diferente en cada grupo, pero veo que, tras estas tres sesiones, avanzamos. Se notan los cambios en ellos.
¿Hay algún problema con el idioma? ¿Hablan todos español?
No hay ningún problema con el idioma. Yo creo, aunque no estoy segura, que las niñas y niños de este taller son de familias magrebíes, pero hablan perfectamente español.
Cuando termines las prácticas, ¿vas a repetir el taller en otro lado?
No lo sé, porque mi intención es hacer voluntariado en organizaciones que estén por la zona de Campillos. Allí están Cáritas, Cruz Roja y alguna otra entidad. En los pueblos de los alrededores hay otras asociaciones, además de Málaga Acoge que tiene una sede en Antequera. No sé qué necesidades me voy a encontrar; podría realizar este taller u otro similar. Tampoco rechazo la idea de seguir en Málaga, todo depende de cómo salgan las cosas a partir de junio, cuando termine mi carrera.
¿Qué mensaje le darías a algún joven que esté pensando en hacer un voluntariado?
Que es un trabajo muy interesante. Se impulsa mucho el apoyo a la gente necesitada, por la razón que sea. En el caso de mi carrera, que está enfocada a favorecer el crecimiento personal y a todas las escalas de las personas, puedes poner en práctica lo que estás aprendiendo inmediatamente, incluso mientras estás estudiando. Es muy bonito ayudar a que crezca esa persona, ayudarla en cualquier necesidad que tenga o un simple apoyo. Y a la voluntaria, el voluntariado también le sirve como aprendizaje y como desarrollo personal.
Muchas gracias Ana por concedernos esta entrevista. Deseo que el taller sea un éxito, que las niñas y niños lo disfruten y les sirva de mucho en su desarrollo personal.
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