Actualizado hace 5 años – Publicado el 13 de junio de 2017
Nuestra sección Otras Voces aborda un tema de crucial importancia como es el tratamiento informativo de la inmigración. El consejero del Consejo Audiovisual de Andalucía Eduardo Castro destaca en este artículo escrito para Málaga Acoge la gran responsabilidad que tienen los medios de comunicación al influir en cómo la sociedad percibe esta realidad y cree necesario visibilizar la inmigración «como un fenómeno positivo» y no «como un problema», sin caer en el dramatismo ni en la criminalización.
Eduardo Castro
Como autoridad encargada de velar por el respeto de los derechos, libertades y valores constitucionales y estatutarios en el ámbito de los medios audiovisuales andaluces, desde el momento mismo de su puesta en funcionamiento, en el mes de octubre de 2005, el Consejo Audiovisual de Andalucía se propuso entre sus primeros objetivos el desarrollo de los principios de actuación establecidos en el artículo 3 de su ley de creación (la 1/2004, de 17 de diciembre), así como de las funciones establecidas en el artículo 4 de dicha ley. Es decir, fijó entre sus principales prioridades las de “impulsar los valores de tolerancia, igualdad, solidaridad y respeto a la dignidad humana” (art. 3) y “salvaguardar los derechos de los menores, jóvenes, tercera edad, personas con discapacidad, inmigrantes y otros colectivos necesitados de una mayor protección, en cuanto se refiere a los contenidos de la programación y a las emisiones publicitarias, potenciando el respeto a los valores de tolerancia, solidaridad y voluntariado, y evitando la inducción de comportamientos violentos e insolidarios” (art. 4).
Desde sus primeros pasos, el Consejo entendió, y sigue entendiendo aún, que tales principios de impulso de valores y salvaguardia de derechos encuentran uno de sus ámbitos específicos de actuación en el fomento de buenas prácticas en el tratamiento informativo del hecho migratorio, unas prácticas que ayuden a normalizar y visibilizar la inmigración no como un problema, sino como un fenómeno positivo e, incluso, necesario, y que, además de ser asumido por la sociedad de manera progresiva y natural, viene a incidir significativamente en el crecimiento económico y la riqueza material y cultural de nuestro país, convirtiéndose de paso en uno de sus principales agentes de cambio social.
En este sentido, la responsabilidad de los medios de comunicación es enorme, y muy en especial en el caso de los medios audiovisuales, ya que éstos contribuyen en mayor medida a conformar la visión del mundo dominante en la sociedad a partir de las imágenes e informaciones que generan. De ahí la importancia de que los profesionales del periodismo dispongan de las herramientas adecuadas para el desarrollo de su trabajo con la perspectiva puesta en la consecución de aquellos fines. Y de ahí la importancia del Encuentro organizado en Almería por el Consejo Audiovisual, en abril de 2007, bajo el título genérico de “Miradas Compartidas” y en colaboración con el Defensor del Pueblo Andaluz y la Asociación de la Prensa.
Entre la documentación y los materiales de trabajo reunidos para el Encuentro, además de los diversos códigos deontológicos y recomendaciones profesionales ya existentes sobre el tratamiento informativo de la inmigración, se incluyeron también los resultados de la campaña de recogida de datos y opiniones desarrollada por el Consejo a lo largo de seis meses entre las asociaciones de ciudadanos extranjeros residentes en Andalucía y las organizaciones sociales relacionadas con la inmigración.
Algunas de las reflexiones y aportaciones hechas durante dicha campaña –más de un centenar en el conjunto del proceso, tanto durante el trabajo de campo como en las propias jornadas de debate– resultaron capitales para la redacción de la llamada Declaración de Almería y su posterior ratificación por unanimidad de los cerca de 200 participantes en el Encuentro, en cuya clausura se dieron también a conocer las Recomendaciones sobre el tratamiento de la Inmigración en los medios audiovisuales elaboradas y aprobadas por el propio Consejo.
Aparte de los dedicados a los medios y a los profesionales de la comunicación, la Declaración de Almería incluía sendos puntos dirigidos a los poderes públicos y partidos políticos para instarles a ser rigurosos a la hora de abordar temas referidos a la inmigración, alejándose del dramatismo y la instrumentalización política, y evitando por supuesto la criminalización.
Sus fuentes de información, así como las informaciones que generen, deben ser siempre precisas, detalladas, probadas y contextualizadas. Por último, al final del texto se invitaba a las propias asociaciones de inmigrantes a implicarse más en sus relaciones con los medios y los periodistas, haciendo valer su libertad de expresión y exigiendo rigor, igualdad e integración en las informaciones relativas al fenómeno migratorio.
La imagen es de Roy Anglada, participante de nuestro proyecto Artistas Acoge.
«La invisibilidad no es de las razas, es de los pobres, tenemos que hacerlos visibles y nuestros».