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La presidenta de Málaga Acoge, Arantxa Triguero, habló esta semana de la enorme responsabilidad que tienen los medios de comunicación en la percepción sobre la migración y las personas migrantes, como «intérpretes que son del acontecer social». Fue durante una mesa redonda en el VI Congreso Migraciones y Periodismo que la Fundación Alcántara celebró esta semana en Málaga y el que distintos profesionales reflexionaron durante dos días sobre el papel de la prensa en la realidad migratoria.
En unos días se cumplen 30 años del primer naufragio con víctimas en nuestras costas. Fue el 1 de noviembre cuando un fuerte temporal hizo volcar una barca marroquí con 23 ocupantes que se dirigía a España. «Cuando aparece el primer fallecido en la playa gaditana de Los Lances hay una gran convulsión social y sentimiento de solidaridad, pero este ha ido cambiando con el tiempo y han ido surgiendo estereotipos».
En la visión negativa que tiene la opinión pública de la inmigración tienen parte de responsabilidad los medios de comunicación por su forma de abordar las noticias: «Ellos son los encargados de narrar los acontecimientos sociales y crean opinión pública, alientan la solidaridad o ponen el foco en un punto u otro».
Con el repunte de llegada de pateras, el sentimiento de solidaridad hacia las personas migrantes «ha cambiado radicalmente y nos encontramos que la gente habla con malestar y miedo de lo que está ocurriendo».
Términos como «crisis migratoria», «presión migratoria», «invasión» u «oleada de pateras» que encontramos en los periódicos o escuchamos en la radio y la televisión contribuyen al alarmismo y al rechazo de las personas en movimiento. Asimismo, las noticias que nos llegan del continente africano nos hablan de catástrofes naturales, guerras, terrorismo, lo que contribuye a crear ideas estereotipadas.
La forma en que a veces se hace el relato acentúa la distinción entre «ellos y nosotros» y vincula inmigración con criminalidad. Por ejemplo, en informaciones que hablan sobre un «español de origen dominicano» aludiendo a un hecho delictivo o las que nombran nacionalidad, religión o minoría étnica, sin que sea relevante ni aporte información adicional a la historia.
«Un inmigrante, antes que un inmigrante es una persona», espetó Arantxa, quien también echa de menos más voces de personas migrantes en los medios de comunicación «que den a conocer su viaje de primera mano».
Consideró que las noticias sobre migración suelen ser «bastante simples, reduciéndose a meros datos, a decir el número de personas que han llegado, mujeres, niños…». Y las fotografías e imágenes sobre inmigración suelen mostrar cuando llegan a puerto tras ser rescatados, siendo minoritarias las que dan a conocer a personas migrantes en otros contextos, como en puestos de trabajo o en actividades comunitarias.
Arantxa aludió a las conclusiones de nuestro Estudio sobre el tratamiento informativo de la inmigración y el refugio 2017 que reflejó que «se ha avanzado mucho» en cuanto al uso del lenguaje. De hecho, ya está prácticamente desterrada la expresión «personas ilegales». Sin embargo, y aunque en bajo porcentaje, en la muestra analizada en el estudio se encuentran términos como «oleada» y «avalancha» que vienen a reforzar la visión negativa sobre la inmigración.
Periodistas como Niko Castellano, de la cadena Ser, aludieron durante el Congreso a un lenguaje periodístico «absolutamente irresponsable y criminalizador de la inmigración» cuando se utilizan términos como «repeler» o «avalancha», lo que influye en la creación de mensajes falsos y racismo.
«Los medios tienen el compromiso de crear un relato justo y equilibrado de las migraciones», dijo Niko, quien se refirió también a la sobreutilización de las cifras en las informaciones, la «simplicación» y «cosificación» de las personas migrantes y la falta de su voz en las informaciones.
En este sentido redundó Olga Rodríguez, de El Mundo, al decir que son las personas migrantes las que «siguen sin ser protagonistas de su propia historia» y constató cómo la mayoría de las informaciones se centran en la llegada de las pateras.
«¿Y qué ha pasado antes y qué pasa después?», se preguntó.
Periodistas locales como Ana Pérez Bryan, del Sur. Leonor García, jefa de local del Málaga Hoy y José Antonio Sau, de La Opinión, explicaron en una interesante mesa redonda su función de denuncia y su compromiso para contribuir a la integración de las personas migrantes.
«Además de ser fiscalizadores de cómo funcionan las administraciones públicas y de tender la mano a las ONG, los periodistas tenemos que ser los ojos y las voces de esas personas», dijo la periodista Pérez Bryan.