Por Claire Conrad
La exclusión social es un problema cada vez más importante. Las dificultades son cada vez mayores para muchas familias y sus situaciones se complican más y más. Lo sabe muy bien Rocío Blancas, trabajadora social del programa CaixaProinfancia en Málaga Acoge, de la obra Obra Social de “la Caixa” y que la asociación desarrolla en la capital malagueña. Según cuenta, lo realmente complicado es conseguir solucionar la situación de estas familias porque son muchos los problemas a los que se enfrentan. «Suelen venir con diversas dificultades a la vez», cuenta Rocío. “Pueden ser cuestiones como mantener o acceder a una vivienda, problemas en el acceso a guarderías, falta de redes sociales de apoyo, situaciones largas de desempleo…», asegura la técnica de Málaga Acoge, que explica que todas esas situaciones repercuten especialmente en los menores. Ella trabaja con estas familias escuchándoles, apoyándoles y ayudándoles a enfrentar los problemas, así como a acceder a recursos a los que tienen derecho y encontrar el camino hacia la autonomía para que puedan salir adelante.
El programa CaixaProinfancia, de la Obra Social de “la Caixa”, va dirigido a niños de entre 0 y 16 años de familias en situación de pobreza o vulnerabilidad social. Sus objetivos son favorecer el desarrollo de las competencias de los niños/as y adolescentes y su familia que permitan mejorar sus procesos de integración social y autonomía, promover el desarrollo social y educativo de la infancia y adolescencia en su contexto familiar, escolar y social, desarrollar e implementar un modelo de acción social y educativa integral que contribuya a mejorar las oportunidades de desarrollo social y educativo de la infancia y sus familias y contribuir a sensibilizar y movilizar a la sociedad en la erradicación de la pobreza infantil.
Las familias que participan en el programa -tras una evaluación previa de su perfil- son atendidas de manera individualizada para determinar las necesidades que tienen. Lo más habitual es tener problemas con el empleo, la vivienda y, también, dificultades para poder comprar productos básicos para sus hijos como libros de texto o ropa. «Es importante involucrar a la familia», asegura Rocío Blancas. «Que la persona se sienta importante en su propio proceso de cambio. Algunas veces se sienten invisibles y aquí pueden contar con personas que no les van a juzgar», destaca la responsable de Málaga Acoge. La implicación de la familia es clave en el éxito del programa, ya que el siguiente paso es poner a disposición de la familia y los menores un abanico de servicios.
El apoyo ofrecido por el programa CaixaProinfancia se divide en dos ramas: el Área Social y el Área Educativa. Desde el ámbito social se realiza intervenciones con un enfoque integral, al mismo tiempo que se facilitan ayudas para alimentación, higiene, equipamiento escolar, gafas, audífonos… A los menores que precisan de ello. La parte educativa ofrece refuerzo educativo a los pequeños, así como colonias de verano y actividades de ocio y tiempo libre. Así, otros seis técnicos y técnicas de Málaga Acoge trabajan durante el año con alrededor de 60 niños y niñas de estas familias. De lunes a jueves para ayudarles con sus tareas y temas escolares –así como intermediación con sus centros educativos- y los viernes con actividades de ocio y tiempo libre. Además de las colonias urbanas en épocas festivas como Semana Santa, Navidad o verano.
Igualmente, Málaga Acoge ofrece apoyo en otras cuestiones a las familias, como orientación laboral, apoyo a la vivienda y asesoramiento jurídico, para poder realizar una actuación más integral. También se han realizado formaciones y talleres puntuales, organizados por otras técnicas y personas voluntarias de la entidad, como pueden ser los de educación en positivo. “Han sido talleres que han ofrecido a las usuarias un espacio para compartir sus experiencias, y mejorar hacia técnicas de educación en positivo, algo muy importante para que no se sientan solas”, explica Rocío, encantada por la oportunidad de ayudar a los menores y sus familias. «Los pequeños cambios, la mejoría de las situaciones de las familias… Es una labor muy gratificante”, concluye.
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