Estimadas personas voluntarias, socias y simpatizantes de Málaga Acoge:
En los últimos días ha trascendido a los medios de comunicación una noticia que, desgraciadamente, no tiene que ver con nuestro trabajo en pro de los derechos de las personas más excluidas -y, específicamente, de las personas inmigrantes- pero que, por su trascendencia, puede poner en jaque la labor social que Málaga Acoge desarrolla desde hace casi 35 años en la provincia de Málaga. El edificio situado en la c/Ollerías, 15 y 17 de Málaga, en el que se encuentra una de nuestras sedes en la provincia, ha sido subastado por la Junta de Andalucía y adquirido por más de tres millones seiscientos mil euros por una empresa privada, promotora de viviendas turísticas y de lujo.
Hace mucho tiempo que este edificio, que fue un antiguo juzgado de menores, se transformó en un espacio relevante para la solidaridad y el apoyo social en nuestra ciudad gracias, entre otras, a Málaga Acoge. Primero, cuando hace más de 20 años y de la mano de la Junta de Andalucía, pusimos en marcha conjuntamente con el Colegio de Abogados de Málaga, una iniciativa pionera en aquel momento para prestar un apoyo integral a las personas inmigrantes que por aquel entonces llegaban a nuestra ciudad. Después, y según ha ido cambiando nuestra ciudad, hemos ido adaptando nuestra labor en el edificio para seguir siendo un espacio de acogida y apoyo para las personas más vulnerables: chicos y chicas sin hogar, mujeres víctimas de violencias machistas, personas desempleadas del barrio,…. Para hacernos una idea, solamente en los últimos 8 años nuestra asociación ha apoyado en esta sede a 4.301 personas, con las que se han llevado a cabo 75.215 actuaciones individuales y que han participado en las 1.003 actividades formativas y grupales que hemos hecho hasta el momento.
Conocíamos, desde hace tiempo, las intenciones de la Junta de Andalucía de poner a la venta este edificio. Hace unos años hubo un intento similar que, por razones que desconocemos, en aquella ocasión no llegó a término. También, en aquel momento, hubo algunas conversaciones con la Junta de Andalucía para resolver esta situación que se quedaron, para nuestra sorpresa, en un punto muerto. Seguramente, en esta ocasión, el contexto socioeconómico de la ciudad ha cambiado sustancialmente y eso explica lo rápido que se está sucediendo todo.
Y esto no deja de ser paradójico: durante estos 20 años, a través de los distintos proyectos y actividades que hemos llevado a cabo en este edificio hemos contribuido a impulsar a muchas de las personas que, con su esfuerzo y energías, han sostenido la parte más invisible del “éxito” de esta ciudad. Pero, también, hemos apoyado a una buena parte de aquellas que se han quedado en los márgenes o, directamente, fuera de esta ciudad. Así, la presencia de Málaga Acoge en el edificio de la calle Ollerías no sólo ha contribuido, durante todos estos años, a evitar la degradación del mismo y de su entorno sino que ha ayudado a la mejora de la vida de muchas de las personas del barrio y de la ciudad.
Y esto lo hemos hecho posible gracias a la dedicación de muchas personas voluntarias pero, también, de la mano de otras entidades sociales, instituciones privadas y, también, de las propias administraciones públicas, tanto municipal como andaluza. Buena prueba de ello, han sido las frecuentes visitas que, a este edificio, han realizado representantes de las distintas administraciones para conocer y participar en los éxitos de nuestra labor.
En los últimos meses, a raíz de conocer la decisión (¿irrevocable?) de la Junta de Andalucía de vender el edificio, hemos tenido contacto con las distintas administraciones de cara a encontrar una solución que nos permitiese continuar con la labor social que llevamos a cabo, en estos momentos, en la ciudad. Desgraciadamente, la propuesta inicial que nos trasladó la Administración no lo garantizaba. Aún así, tomamos la propuesta como un primer punto de partida y, durante estos meses, hemos estado buscando distintos tipos de soluciones complementarias o alternativas.
Hemos llegado a poner encima de la mesa la posibilidad de alquilar y/o adquirir el edificio para crear un espacio ciudadano – a modo de “hotel de asociaciones” o centro ciudadano – que refuerce al precario tejido social malagueño. Hemos hablado con Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Diputación; también con inversores privados y agentes inmobiliarios en la búsqueda de distintas fórmulas de resolución… pero, hasta el momento, no se vislumbran en el corto plazo.
Nuestra asociación, como no podía ser de otra forma, está comprometida en encontrar una solución para esta situación; pero, mientras tanto, también tenemos que mantener el compromiso con las personas a las que nos debemos – tanto las personas voluntarias, socias y simpatizantes de la asociación como las personas a las que apoyamos- y mantendremos nuestra actual labor social en el edificio.
Por último, todavía impactadas por la noticia, no queremos dejar pasar la oportunidad para agradecer a todas las personas que, desde los más diversos ámbitos, nos han mostrado su preocupación y apoyo tan pronto conocieron la noticia. Desde personas de la calle hasta representantes políticos, desde trabajadoras de servicios sociales hasta profesorado de centros educativos, desde profesionales de los medios de comunicación hasta representantes de entidades sociales,… A todas ellas queremos darles las gracias por su apoyo y su confianza en la labor de Málaga Acoge, tanto en estos momentos tan complicados como durante todos estos años. Como bien saben, uno de los leitmotivs que ha guiado el trabajo de nuestra asociación durante estos casi 35 años de existencia es el lema “protesta, propuesta y apuesta”.
En Málaga, a 5 de junio de 2024
La Junta Directiva de Málaga Acoge
Imagen de Sergio Albarracín, de nuestro proyecto Artistas Acoge