Ya es el tercer año que nuestro voluntario Pepe Corpas atraviesa la puerta del centro penitenciario Málaga II de Archidona para impartir un curso de Ajedrez cognitivo y social a un grupo de personas internas. «Ha salido muy bien, les ha gustado mucho. Había gente que jugaba ya bastante bien y otros que parten de cero. Algunos quieren mejorar porque hacen torneos los lunes», cuenta sobre la primera sesión de este miércoles, compartida con unos quince internos.
Más allá de aprender el movimiento de las piezas, Pepe explica que el ajedrez es un «medio para tener un pensamiento sobre la vida» y se vale de este juego para transmitirles conocimientos como, por ejemplo, que hay que pensar antes de actuar, tener estrategias y encontrar distintas soluciones para encarar los problemas. Antes de repartir los tableros, al comienzo de cada sesión, dedica cinco o diez minutos a hacer una reflexión. «Les digo que el ajedrez es como el gimnasio de la mente, que hay que ejercitar y entrenar el cerebro igual que el cuerpo», apunta.
El curso tiene lugar en un pabellón destinado a actividades socioculturales de la prisión , durante alrededor de una hora, y se impartirá cada miércoles hasta el 3 de mayo. Pepe estuvo acompañado en el arranque del curso de nuestra voluntaria Carmen Moya que explicó la labor que lleva a cabo el equipo de Prisiones de Málaga Acoge.
«A ellos les viene muy bien este curso, algunos incluso participaron en otras ediciones y han repetido», afirma Corpas, que estuvo dando clases de ajedrez a niños en colegios y a quien le gusta este juego desde chico.
Este curso se enmarca en el proyecto AMAL Intervención con personas privadas de libertad en situación de vulnerabilidad, una iniciativa de Málaga Acoge en el marco de la Federación Andalucía Acoge, que realizamos con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.