Actualizado hace 6 años – Publicado el 23 de febrero de 2018
No saldremos “en la foto” del acto de inauguración del Centro Penitenciario Málaga II de Archidona el próximo 26 de febrero al que hemos sido invitados. No estaremos como muestra del rechazo a todos los hechos ocurridos entre sus muros, donde permanecieron recluidos 572 inmigrantes y en una de cuyas celdas se suicidó el joven Mohamed Bouderbala.
«No podemos asistir a la inauguración del centro penitenciario Málaga II de Archidona después de los abusos que allí se han cometido como el encierro de menores de edad, solicitantes de asilo devueltos a su país sin las garantías mínimas y el fallecimiento de Mohamed Bouderbala», ha argumentado nuestra presidenta, Arantxa Triguero.
Hemos declinado la invitación del Ministerio del Interior porque «no podemos estar presentes en la inauguración del centro penitenciario junto a las personas que, en cierto modo, promovieron esa situación y no han condenado lo ocurrido».
El Defensor del Pueblo, Francisco Fernández, que visitó en dos ocasiones la prisión, ha cuestionado en una comparecencia ante la Comisión Mixta Congreso-Senado la forma en la que se realizó el aislamiento del joven argelino y ha pedido a la Comisaría General de Extranjería y Fronteras los resultados de la investigación administrativa relativa a su fallecimiento.
Para el Defensor del Pueblo «las cosas no se hicieron de una forma muy correcta» cuando se decidió utilizar la cárcel aún por inaugurar de Archidona como un Centro de Internamiento de Extranjeros temporal para privar de libertad a más de 500 personas inmigrantes que habían sido rescatadas de pateras en las costas de Murcia.
Desde un comienzo expresamos nuestra oposición a que las personas inmigrantes fueran trasladadas a la cárcel de Archidona por considerar que se vulneraban sus derechos fundamentales con una privación de libertad ilegítima en un lugar claramente penitenciario no habilitado para ello.
Los muros de la cárcel que se va a inaugurar han sido testigos de opacidad, indefensión, limitación de derechos, presencia de menores, incumplimiento de plazos de resolución de demandas de asilo y finalmente un suicidio, todos los males que vienen sufriendo los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE).
No queremos y rechazamos que todos estos despropósitos caigan en el olvido y reclamamos la asunción de responsabilidades por todo lo sucedido en el centro penitenciario que ahora se inaugura.
No asistiremos a la inauguración para dejar patente nuestro rechazo a lo que consideramos ha sido un agujero negro de los derechos humanos y una chapuza de gestión por parte del Ministerio del Interior.
Al mismo tiempo, manifestamos la voluntad de iniciar nuestro trabajo con las personas internadas en la cárcel de Archidona tal y como venimos haciendo desde hace 20 años en el Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre de Málaga.
La imagen es una obra de Zeus Sánchez, uno de los artistas participantes en el proyecto Artistas Acoge.
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