Después de varios años y varias solicitudes denegadas estamos celebrando que nuestra amiga Aicha tiene concedido su permiso de residencia y trabajo. Hemos querido hablar con ella para que nos compartiera su alegría después de esta buena noticia: «Llegué en 2012 y desde entonces ha sido muy difícil. No he parado de trabajar viviendo situaciones realmente duras, cuando me salía un trabajo mejor no podía cogerlo al no tener mi permiso de residencia.»
Nuestra voluntaria Jacqueline, abogada de Málaga Acoge en Fuengirola, ha acompañado a Aicha en este último año para conseguir ambos permisos: «Estuvimos mucho tiempo con los requisitos. Ella ya tenía trabajo pero aquellos contratos no cumplían todos los requisitos. Nos pedían el libro de familia de los empleadores y además le denegaron el arraigo. Mientras que encontramos un nuevo empleador que cumpliera los requisitos hemos tenido que solicitar hasta tres veces los antecedentes penales de Aicha, con el coste que esto lleva aparejado.»
Pero gracias al optimismo y determinación de Aicha, que a pesar de los problemas nunca se ha rendido, sumado a la asesoría del Departamento Jurídico de Málaga Acoge, hoy en día disfruta de sus permisos: «Málaga Acoge me ha ayudado mucho. En todos estos años he trabajado muy duro y me gusta mucho España. Ahora cuando salgo a la calle no tengo miedo, ando tranquila porque al fin tengo mi permiso de trabajo y mi permiso de residencia.»
No podemos ocultar la felicidad que nos comparte Aicha con su satisfacción: «Es muy duro todo lo que llegas a pasar: el miedo, la intranquilidad, los abusos… pero hay que seguir siempre haciendo cosas buenas y esperar que todo lo bueno que hace uno acabe por atraer cosas buenas, como ha sido este caso»
Una satisfacción que nos anima a seguir trabajando con convicción desde Málaga Acoge. Jacqueline, voluntaria del Área Social desde hace un año, nos confirma ese compromiso: «El caso de Aicha se suma a otros casos especialmente duros que llevamos en Fuengirola. Personas en situaciones especialmente vulnerables que consiguen sus permisos de residencia y trabajo después de mucho esfuerzo. Son satisfacciones muy grandes para mi, como voluntaria, y para la organización porque todo el trabajo se realiza de manera coordinada entre todas las Áreas de la entidad.»
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