746 personas han leído este post
por Agustín Olías*
“Vamos a hacer la promesa de que esta tarde va a ser muy especial”. Así arenga Ana al grupo de ocho niñas y niños que, con ella, están sentados en círculo. Y he sido testigo de que sí ha sido una tarde muy especial.
Un año más Málaga Acoge ha organizado la campaña Ayuda a los Reyes Magos, cuya finalidad es repartir los regalos entre las niñas y niños que participan en los programas “Refuerzo Educativo” y “Centro Abierto” del programa CaixaProinfancia impulsado por Fundación «la Caixa». Es necesario hacer notar que esta entrega de regalos, solicitados por las niñas y niños en sus cartas a los Reyes Magos, no habría sido posible sin la participación de algo más de cien personas que les echaron una mano contestando cartas . ¡Bravo por estas personas!
Debido a las medidas que es necesario tomar en esta época Covid, la entrega de regalos no se ha hecho en un solo acto, sino que cada grupo, que son de un máximo de diez niñas y niños, organiza su entrega. Y yo asistí, el viernes 14 de enero, a la de dos grupos de chavales en el Colegio de Prácticas número 1 de Málaga.
En el patio del colegio me recibe Javier, técnico de Educación de Málaga Acoge, que está reunido con su grupo de nueve niñas y niños. “Es el grupo de los mayores, adolescentes de hasta dieciséis años, más algunos de 5º y 6º”, me explica.
Agradecimientos
Antes de proceder a la entrega de los regalos, van a hacer algunas actividades. Una de ellas es hacer una reflexión y presentación de “agradecimientos” por cosas que les han sucedido en el 2021 o agradecer a alguien por algo que haya hecho por él o ella.
“Quiero que, en esta jornada, que es mucho de recibir, recibir, recibir, piensen un poco en qué cosas pueden ellas y ellos ofrecer”, me dice Javier.
Loable intención.
En el mismo patio, al lado del grupo de Javier, Ana, técnica de educación de Málaga Acoge, está con su grupo de ocho niñas y niños, los más pequeños (1º, 2º y 3º); están sentados en círculo y Ana les explica las actividades de esta tarde tan especial. Para las y los peques es difícil mantener la tranquilidad; pero Ana los maneja bien y consigue que presten atención. Como broche de esta breve reunión, el grupo acuerda que esta tarde va a ser muy especial.

Acompaño al grupo de Ana al aula donde se hará la el reparto de regalos. Todas y todos están excitadísimos, la ocasión no es para menos. Un pequeño se acerca a mí, se presenta, Jesús, venezolano, ocho años; con mucho desparpajo me pregunta qué es lo que voy a escribir y qué fotos voy a hacer. Está convencido de que los Reyes le van a traer el regalo que ha pedido.
En este grupo tenemos a dos jóvenes, diecinueve años, echando una mano a Ana. Ella estudia Derecho y él Educación. Empezaron su voluntariado en Málaga Acoge el año pasado, ella en refuerzo escolar en el San José de Calasanz y luego siguió en las colonias de verano; él empezó en las colonias de verano. ¡Qué alegría da ver a estas personas tan jóvenes colaborando en estas tareas!
Ana ha organizado una entretenida actividad: una especie de pasillo con losas numeradas. Las niñas y niños tendrán que avanzar, una a una, por ese pasillo, tantas casillas como indique el dado que Ana tirará. Cada vez que tire el dado, la niña o niño tendrá que hacer algo o contestar a alguna fácil pregunta. Están entregadas al juego, deseosas de que las compañeras y compañeros avancen rápidamente, pues hasta que no finalice todo el grupo, no se repartirán los regalos que les esperan allí, en esa mesa situados a escasos dos metros. ¡Qué nervios!
En el aula de los adolescentes, se respira un ambiente un pelín más tranquilo. Javier ha conseguido sentarles alrededor de una mesa y hacerles reflexionar sobre esos agradecimientos que ellas y ellos pueden ofrecer, escritos en cartulinas. Cuando terminan, juegan al ahorcado, paso previo a la entrega de regalos.
Pero oigo cierto alboroto en el aula de las y los peques, ¡seguro que ya han empezado a recibir sus regalos!
Ana nombra a cada niña y niño de una manera muy original: primero dice la letra con la que empieza el nombre y luego describe sus cualidades. Muy bonito y tierno. Es el momento de protagonismo de cada uno: a quien le toca, recoge su regalo y lo abre acompañado de todo el grupo, lo cual es verdaderamente emocionante, pues todas y todos participan de alguna manera, se alegran y chillan y preguntan y quieren saber cosas sobre el regalo.
Cuando abandono el Colegio de Prácticas número 1 me siento feliz y orgulloso. Feliz por haber participado, como observador, de la alegría y emoción de estos chavales al recibir sus regalos de los Reyes Magos. Y orgulloso de las personas, técnicas, voluntarias o simplemente conocidas de Málaga Acoge, que con su trabajo, voluntariado o colaboración económica, han logrado estos momentos de felicidad para “nuestras niñas y niños”.
Agustín Olías es voluntario de Comunicación en Málaga Acoge