por Mar Tello*
Francy y William me esperan tranquilos sentados al sol de esta tarde de mayo junto a su pequeña Eileen Vélez de 2 años. No han faltado a su cita aunque hoy ha sido el gran apagón en el país. No hubo forma de comunicarnos para cambiar o anular la cita ante el caos que se estaba produciendo. Sin embargo, eso ha sido una gran suerte para mí, porque conocerlos es tener delante un ejemplo de tesón y ganas de salir adelante.
Contadme cómo ha llegado vuestra pequeña familia desde Colombia hasta Torre del Mar y cómo conocisteis Málaga Acoge.
[William]
Los tres somos colombianos y llegamos a España en 2023 por una situación muy precaria y difícil que nos afectaba a los tres. Tengo un amigo de Medellín en Málaga que nos dijo que quizás podríamos intentar entrar en un programa de protección internacional. Entonces estábamos y aún estamos intentando regularizar nuestra situación. En la primera entidad a la que acudimos, nos proporcionaron lo que más necesitábamos: un lugar donde dormir y comer. Pasamos cinco semanas en la fase 0 del programa. Y en la fase 1 del proyecto tenía un permiso para poder trabajar y nos pudimos venir a la Axarquía a vivir.
Nuestro primer contacto con Málaga Acoge fue con Sara de la sede de Torre del Mar. Ella nos vino a recoger a Málaga. Una persona con gran corazón, como todos los de la entidad. Primero vivimos en un piso en Caleta y conocimos todo el proyecto y cómo sería el proceso para nosotros.
Sé que sois una familia referente por cómo estáis llevando este proceso de regularización, ¿por qué creéis que es así?
[William]
No hacemos nada especial, solo aquello que cualquier persona normal haría: hemos venido a trabajar, a sacar adelante a nuestra hija. Hacemos todo lo que los españoles y andaluces nos han enseñado. Al llegar a Málaga Acoge tuvimos ese empuje de aprender, y quisimos integrarnos en las costumbres de esta sociedad para encajar lo mejor posible en la Axarquía.
Todas las técnicas y técnicos nos han enseñado mucho. Alba, la psicóloga, ha sido un pilar fundamental en nuestra vida. Le tenemos mucho cariño: ha sido un soporte vital en un momento muy importante de nuestro camino. Es cierto, nosotros hemos querido aprender todo lo que se nos enseña
Ya sabemos algo mejor cómo funciona la legislación para superar este proceso gracias al abogado que nos asiste en Málaga Acoge. Tras tener permiso de trabajo y tener un empleo como tapicero, casi podía haber logrado la regularización por arraigo laboral, pero no ha sido así, porque ahora una ley no me permite trabajar hasta que la situación no se regularice del todo. Mi empleador, al que le estoy muy agradecido, es muy buena gente y he tenido confianza para poder contárselo. Sé que si uno quiere trabajar, trabaja, pero he tenido que firmar mi renuncia hasta que de nuevo pueda incorporarme legalmente.
Estamos alquilando una vivienda desde hace un año y un mes que salimos del programa. Hemos querido cumplir siempre con nuestro compromiso y palabra y nunca aprovecharnos de la situación.
Francy, ¿te gustaría trabajar cuando ella sea algo mayor?
Me han salido trabajos aquí y en Málaga, pero hasta ahora no me fue fácil encontrar empleo a tiempo parcial y la niña aún es pequeña. Así es que hago comidas colombianas a domicilio y cuando ella sea algo más grandecita y deje de ir a la guardería buscaré otro trabajo. William y yo nos tenemos que ayudar.
Si tuvierais la posibilidad de quedaros aquí de forma regular, ¿sería este el sitio? ¿Cómo veis vuestro futuro?
El futuro es nuestra hija y la sociedad andaluza está a años luz de distancia en comparación a la de nuestro país. En Colombia hay mucha violencia. Sin embargo, aquí se promueve mucho la educación y la salud de la infancia. Nosotros luchamos sobre todo para que ella esté bien y crezca en buenas condiciones. Así, feliz.
[Mientras la pequeña parlotea sin cesar y quiere llevar a sus padres hacia el paseo marítimo].
Culturalmente, este lugar nos gusta mucho. El andaluz es muy sociable y nos sentimos muy bien aquí. Siempre que llego al trabajo o a donde sea, la gente nos trata muy bien. En cualquier lado puedes conversar con la gente. Si se viene a trabajar, te tratan bien.
Para acabar esta entrevista nos fuimos paseando tranquilamente hacia el mar charlando de esto y de aquello y encantados de habernos conocido. La carita de la pequeña cubierta de helado de fresa derretido bajo el sol me dice que esto es vida pura, vida sin más. El apagón se nos había olvidado.
Esta entrevista forma parte de una serie especial realizada por Málaga Acoge con motivo de nuestro 35 aniversario. A través de estas historias de vida, queremos visibilizar la fuerza, la determinación y la esperanza de las personas que acompañamos cada día. Sus testimonios reflejan el valor de la diversidad y la importancia de la solidaridad para construir una sociedad más justa e inclusiva. Gracias por acompañarnos en este recorrido y por celebrar con nosotros más de tres décadas de apoyo y nuevos comienzos.
*Mar Tello es voluntaria de Comunicación de Málaga Acoge