Actualizado hace 6 años – Publicado el 14 de septiembre de 2017
por Agustín Olías*
José Lanzas, Pepe para los amigos, es un joven, muy joven (a mis años tener 22 años es ser muy joven), alto, bien parecido, una cara juvenil a pesar de su barba de varios días. Llega con su casco de moto bajo el brazo a la sede de Ollerías de Málaga Acoge, en la capital malagueña, donde realiza su labor como voluntario de nuestra organización. Me alegra hacer una entrevista a un voluntario tan joven y tan convencido de la labor de su voluntariado.
Por favor José, para ponernos en situación, cuéntanos algo de tu vida.
Nací y me crié en Málaga, hasta que me fui a Madrid, donde estudié Derecho en la Universidad Complutense. Cuando terminé la carrera, en junio de este año, volví a Málaga donde ahora estoy preparando oposiciones para la Judicatura.
Antes de hacerte voluntario de Málaga Acoge, ¿tenías alguna experiencia previa en actividades solidarias?
Sí, en Madrid; mientras estudiaba estuve trabajando como voluntario en Cooperación Internacional, dando apoyo escolar a niños entre 6 y 12 años y también en los desayunos solidarios para personas sin hogar.
¿Por qué decidiste apuntarte a estas actividades de voluntariado en Madrid?
Siempre he tenido interés por las acciones solidarias, en colaborar con alguna ONG, pero no había surgido la oportunidad. En Madrid, una amiga me llevo a un stand que pusieron en una escuela de Ingeniería. Me llamó mucho la atención las posibilidades que allí se ofrecían para realizar voluntariado, me animé y me decanté por las actividades de apoyo a los chavales y el desayuno solidario.
Volviste a Málaga y decidiste seguir colaborando, ¿correcto?
Tras la gran experiencia de Madrid, busqué posibilidades de voluntariado en Málaga. Miré por las redes sociales, conocí Málaga Acoge y me gustó mucho a lo que se dedica.
¿Qué aspecto te llamó más la atención de Málaga Acoge?
El que se dirija especialmente a las personas inmigrantes, por quienes siento un gran respeto. Creo que hay que valorar el esfuerzo que para ellas representa el abandonar su país y lanzarse, con poquísimos medios, a la aventura de llegar y vivir en un país diferente. Yo creo que no sería capaz de hacerlo. Me parecieron muy interesantes los diferentes proyectos que Málaga Acoge tiene en marcha.
Y te decidiste por el Área de Empleo.
Cuando me entrevistaron, conocí con más detalle los proyectos que se trabajaban en el Área de Empleo; me llamó la atención especialmente el trabajo que se hace con jóvenes extutelados. Y me apunté. Empecé a mediados de julio de este año, o sea, llevo aquí escasamente dos meses.
¿Cómo está siendo la experiencia?
Muy bien. Estamos teniendo mucho trabajo. Eugenia me ha “adoptado” y me ha llevado a varias de sus reuniones (Eugenia es técnica del Área de Empleo de Málaga Acoge). Trabajamos muy intensamente durante la Feria de Málaga, buscando actividades para los jóvenes, para que no se sintiesen “fuera de lugar” durante esas fechas. Y fue muy complicado. Intenté organizar un partido de fútbol, con los jóvenes extutelados y amigos míos, pero fue imposible; en el verano no conseguí reunir suficientes jugadores.
¿Cuál es tu trabajo como voluntario?
Yo vengo aquí los lunes y los miércoles, tres horas cada día. Dos horas al día las dedico a temas relacionados con los jóvenes extutelados y la hora que queda, a tareas varias que van surgiendo. Por ejemplo, estoy ayudando a varios de ellos a preparar el examen teórico del carnet de conducir; ellos saben español, pero no tienen un amplio vocabulario y les surgen muchas dudas, hay palabras especiales que provocan sus errores. Por cierto, también les estoy enseñando algo de inglés. Voy aprendiendo el funcionamiento de la organización.
Tras dos meses de experiencia con Málaga Acoge, ¿qué sensaciones tienes sobre tu trabajo como voluntario? ¿Estás satisfecho?
Estoy encantando con el trabajo que estoy realizando tanto con los jóvenes extutelados como con la organización en general. Me gustaría seguir participando. Creo que Málaga Acoge hace una labor muy necesaria con un colectivo que está totalmente desamparado; sin nuestra organización estos usuarios jóvenes no sabrían qué hacer con su vida, y les ofrece un apoyo muy importante.
¿Crees que este esfuerzo te merece la pena?
Claro que sí merece la pena. Es una gota de agua en el océano, pero merece la pena. Yo valoro mi tiempo y sé que estas horas que dedico para ayudar a estos jóvenes son muy útiles para ellos. Quizás no vamos a cambiar el mundo, pero hay que intentarlo. ¿Qué sería de esos usuarios y usuarias de Málaga Acoge si no existiese la asociación? Estarían desatendidas y desprotegidas. Viviendo en un país extranjero sin conocimiento del idioma, ni de las costumbres, ni de las leyes, en la calle, con malos hábitos en su entorno, una vida que se podría ir por la borda.
Para finalizar, qué les dirías a posibles voluntarias y voluntarios de Málaga Acoge.
Ser persona voluntaria de Málaga Acoge significa un esfuerzo mínimo para ti, que multiplica los resultados en las personas inmigrantes. Se lo digo a mis amigos, a los que les gusta el deporte. Simplemente con que organizásemos actividades deportivas con estos jóvenes, ya introduciríamos hábitos saludables en sus vidas. Para nosotros no significa mucho, pero para ellos un gran paso adelante, una ayuda para su integración y a su desarrollo.
Muchas gracias Pepe, mantén tu alegría e ilusión, ¡todos te necesitamos!
Si siguiendo los pasos de Pepe te interesa formar parte del equipo de voluntariado de Málaga Acoge puedes escribir a voluntariado.malaga@acoge.org.
*Agustín Olías es voluntario de Comunicación y miembro de la Junta Directiva de Málaga Acoge