Rebeca Pascual y Ana María Jiménez, dos voluntarias del departamento de Prisiones de Málaga Acoge, han puesto en marcha una nueva actividad en el Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre: el taller de mandalas. Esta actividad consta de 5 sesiones que se llevaran a cabo con el módulo de mujeres de la prisión malagueña.
Los mandalas son representaciones simbólicas que se han convertido en la última década en una herramienta educativa que mejora la atención, la concentración y la memoria y sirve como apoyo para superar situaciones emocionales estresantes.
Rebeca Pascual, que también es técnica del proyecto CaixaProInfancia en Málaga Acoge, nos explica los objetivos de este taller: «Queremos que las participantes tengan un espacio para relajarse y olvidarse de su cotidianidad dentro de la prisión. Un lugar donde puedan trabajar aspectos como la autoestima como el autoconocimiento.»
En silencio, con música clásica de fondo, las veinte participantes pintan sus mandalas bajo la supervisión de las voluntarias de Málaga Acoge.
«Al acabar cada sesión la respuesta de las participantes es muy buena. Quedan muy relajadas y no dejan de agradecer la oportunidad de participar», nos comenta Ana María Jiménez, voluntaria del Área Social de Málaga Acoge.
Una actividad que está teniendo tan buena acogida que se está planteando la opción de repetirla en otros módulos de la prisión.
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