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«No podemos volver a la normalidad porque la normalidad es el problema», dijo este jueves nuestro director, Alejandro Cortina, recuperando una frase que surgió durante la pandemia. La crisis derivada del COVID ha agravado la vulnerabilidad de las personas sin hogar, pero ya antes no contaban con suficiente protección social. Por eso «no podemos volver a la situación precovid» y es imprescindible una «apuesta fuerte y decidida por erradicar el sinhogarismo». «Queremos oportunidades para las personas sin hogar», afirmó durante la presentación junto a las catorce entidades integrantes de la Agrupación de Desarrollo para las personas sin hogar de la campaña impulsada por Cáritas Diocesana de Málaga «Y tú que dices? Di basta. Nadie sin hogar».
«Vas llamando a las puertas y no te abre nadie . Parece que eres invisible«, lamentó Yolanda Paredes, una madrileña de 50 años que vino a trabajar a Málaga y se vio en la calle después de perder su empleo en septiembre de 2020. «Cuando estás en la calle tienes que tener un objetivo claro, de lo que quieres y lo que no quieres en la vida», agregó durante la rueda de prensa en la compartió su testimonio.
Falta compromiso
Bajo el lema «¿Sin salida? Perdidos en un sistema social que no protege. Digamos basta. Nadie sin hogar», es una campaña que lleva 29 años haciéndose, «demasiadas veces», según Cortina. El Covid puso de manifiesto la falta de recursos residenciales y de programas específicos para las personas sin hogar, «las grandes olvidadas de las políticas sociales del país». Las soluciones y recursos que la Administración ofreció durante el confinamiento para que el «quédate en casa» fuera para todos «han desaparecido», lamentó. Valoró el apoyo del Ayuntamiento de Málaga, con el que se está elaborando un Plan Municipal de Lucha contra el Sin Hogarismo, pero aludió a la «falta compromiso a largo plazo de la Administración estatal».

Nuestro director, que preside la Agrupación, afirmó que las entidades que la conforman demandan protección social garantizada para las personas sin hogar porque son parte de la ciudadanía. Esto es, más recursos residenciales y servicios específicos para este colectivo así como su inclusión en los sistemas de protección existentes (salud, empleo…). «Las personas sin hogar deben ser objeto preferente de las políticas de empleo públicas», apuntó. Además, «es necesario un parque público de vivienda para personas en exclusión , entre ellas, las personas sin hogar».
Planes específicos
La Agrupación considera que son precisos planes específicos en cuya elaboración deben participar las personas sin hogar, las entidades sociales -que en el caso de Málaga aportan el 10 por ciento de las plazas- y la administración.
A pesar de los esfuerzos de las entidades de la Agrupación, las 303 plazas activas (postcovid), de las 359 existentes, han sido insuficientes para dar una respuesta eficaz a todas las personas que se encuentran en la calle. Del 1 de enero al 31 de septiembre de 2021 fueron atendidas en el centro de atención a personas sin hogar Puerta Única 1.564 personas, del que 78,7% eran hombres. A pesar de que la mayoría de personas que se encuentran en la calle son hombres, preocupa especialmente la situación de la mujer porque se observa un aumento progresivo en el número de casos y su vulnerabilidad en esta situación es aún mayor.





