Se puede intuir su sonrisa al otro lado del teléfono. También su juventud: 26 años, brasileña y con dos hijos, un niño y una niña de 2 y 4 años. Vera* dejó atrás su país junto a su marido hace un año y cuatro meses y, desde entonces, vive en Antequera donde venimos apoyándola.
«Soy del nordeste de Brasil, una región muy pobre. Mi marido y yo teníamos el sueño de venir a España con los niños. Para ellos es mejor vivir aquí por la educación y la salud», afirma en un español que, dice, poco a poco va hablando mejor.
Desde que llegaron siempre han trabajado en lo que han podido. Él, albañil, estuvo en la campaña de la aceituna y ella hace la manicura, limpieza en casas…»todo lo que toca». Pero esta pandemia, se lamenta, «nos ha dejado tirados, sin saber qué hacer».
De la noche a la mañana se vieron sin recursos para llenar la nevera. «Yo me puedo quedar con hambre, pero mis niños…», afirma Vera, de una de las familias que apoyamos a través del programa Becas Comedor en Casa, impulsado por Educo.
«La niña quería comer «morangos (fresas) y yo no tenía para comprarle. Me quedé triste. Cuando llegó la ayuda es lo primero que compré para ella».
Valora que este apoyo para garantizar la alimentación de sus hijos le ha ayudado «mucho…muchísimo», que ha «podido comprar yogures, fruta…» y que está «muy contenta y agradecida: Cuando llegué con la compra los niños se quedaron sorprendidos, fue como un regalo para ellos».
La niña quería comer «morangos (fresas) y yo no tenía para comprarle. Me quedé triste. Cuando llegó la ayuda es lo primero que compré para ella.
Si pudiese, le encantaría estudiar. Empezó a trabajar haciendo la manicura a los 15 años en Brasil y a los 21 ya tuvo su primer hijo. No ha tenido tiempo. Desde que conoce la sede de Málaga Acoge en Antequera ha participado en los talleres dirigidos a mujeres que, asegura, le han «encantado» y han sido toda una oportunidad para conocer personas de otros países. Se refiere especialmente a nuestra compañera Mari Carmen, trabajadora social en Antequera, que la apoya y transmite «paz y alegría».
En España no tienen familiares, sí en Brasil, donde están sin trabajo, pero bien de salud por el momento.
Aunque sus hijos son pequeños se han portado bien durante el confinamiento y están la mar de concienciados sobre la pandemia: «La primera vez que salimos de paseo mi niña andaba sin tocar nada y gritaba :¡virus, virus! y cuando llegamos a la casa enseguida van a la ducha», relata.
Está deseando que termine «todo esto», esta crisis sanitaria que ha golpeado duro a tanta gente. «También tenemos que pagar el alquiler», apunta, aunque el propietario les ha dado una tregua por el momento..
«Poco a poco», augura, «saldremos adelante».
Málaga Acoge está apoyando a 157 niños, niñas y adolescentes de la provincia gracias a las “Becas comedor en casa de EDUCO” un proyecto en el que contribuimos a garantizar su alimentación y también colaboramos en su atención educativa.
*Vera no es su nombre real.