Violeta, Rosa, Begoña, Hortensia…en el libro “Pasar haciendo caminos”, de la escritora malagueña Presina Pereiro, todas las mujeres tienen nombre de flor. A lo largo de 75 páginas se narra la historia de Hortensia y su dolor al tener que dejar su hogar tras un bombardeo en el que pierde a uno de sus hijos, su renuncia a todo y su miedo camino del exilio en Francia.
“Es un libro que busca emocionar y despertar solidaridad con las personas refugiadas. Ayer fuimos nosotros, hoy son otros y mañana serán ellos”, afirma Pereiro hablando de una obra que «se imprimió en Málaga, la muy hospitalaria, testigo apesadumbrada de otros éxodos 81 años después de su Desbandá», según se lee en la última de sus páginas.
También historiadora, aficionada a la pintura -«pinto mujeres y niñas»- y la fotografía, se declara muy sensible a los temas sociales “que son tan duros y me afectan mucho”. Piensa que la escritura tiene un fin social y por ello deja claro que todas sus novelas tienen el objetivo de denuncia y crítica. Como “Crónicas del mal amor” (2017), una historia de amor y desamor en la Málaga en el siglo XVI, que habla sobre la libertad, o “No dejes de buscarme” (2016-2017), de crítica social.
Este, su cuarta obra publicada, la dedica a “los que deben abandonar su hogar y no dejan refugio para el alma”. Con el título “Pasar haciendo caminos” rinde honor al poeta Antonio Machado, «que también hizo su propio camino».
Es una micronovela, de la Colección Manguta de libros de Ediciones del Genal, se inspira en acontecimientos sucedidos en Belchite (Zaragoza) durante la Guerra Civil española: “Para tener sensaciones antes de sentarme a escribir estuve en Belchite, hice fotos y hablé con la gente de allí”, explica esta investigadora con medio centenar de artículos de historia publicados mientras apura un café descafeinado.
Aunque basada en la historia real, no se trata de una narración sobre la guerra ni de un relato histórico que contenga datos, sino que presenta «una maraña de sentimientos» contados por una mujer en primera persona y desde un punto de vista íntimo.
(…) Alguien tendría que pagar por tanto daño, por las pérdidas, no sólo de los muertos, también de los que quedan huecos y vacíos, de los que no recobrarán jamás su mundo de esperanza (…), reflexiona la protagonista en un momento de su camino.
Fue la necesidad de expresarse lo que llevó a Pereira a la escritura. Tras jubilarse debido a una enfermedad no quiso «venirse abajo» y escribió durante diez años sin publicar nada: «Escribía porque necesitaba expresarme y porque la vida no se acaba porque te jubilen,te limiten o enfermes».
No es seguidora de «ninguna corriente» y afirma que dice lo que piensa. También se declara «feminista de las antiguas» porque «el feminismo no debe ser antihombre sino un logro social para todos y todas».
Cuenta que le gusta viajar y lo ha hecho mucho, que siente como propio el dolor de otras personas aunque no sean de su raza y condición. «Si la persona humana no es solidaria con todo lo que le es coetáneo no es persona», afirma con rotundidad.
Con esta micronovela pretende despertar la empatía hacia las personas migrantes y refugiadas y ha querido, además, donar los beneficios de su venta a Málaga Acoge «para hacer algo más que denunciar lo que está ocurriendo». En la portada del libro, una ilustración de la artista Carmen García Gómez Larios, que muestra a personas migrantes caminando, mujeres y niños y una valla fronteriza.
Violeta, Rosa, Begoña…las flores de España representan también a las mujeres de Siria o a las que brotan en el África Subsahariana. Todas saben que «nadie deja su hogar hasta que su hogar es una voz que dice: «Vete, huye de mí ahora. (…) en cualquier lugar estarás más seguro que aquí» (Home, de Warsan Shire)
«Pasar haciendo camino» se presentó el pasado diciembre en la librería Proteo de Málaga donde se puede adquirir. También online aquí. Los beneficios de su venta apoyarán los proyectos de la asociación. ¡Gracias Presina!