Actualizado hace 2 años – Publicado el 2 de agosto de 2021
Remi es abogada y activista en la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Málaga. Remi también forma parte de la Red de Mujeres Dinamizadoras Comunitarias en Prevención de Violencias Machistas que Málaga Acoge impulsa en La Axarquía. Brasileña, madre de dos hijos, lleva 18 años en España y es toda una referente en Torre del Mar, localidad en la que vive. En una entrevista, nos cuenta qué es la PAH, como está apoyando y su experiencia como activista. Nos habla del problema de la vivienda con perspectiva de género, advirtiendo de las dificultades que sufren muchas mujeres, agravadas por la pandemia.
«Somos personas que luchamos por los derechos de las más vulnerables», dice Remi sobre la PAH, un colectivo que se constituye al final de 2009, al que acudió por sufrir en carne propia una ejecución hipotecaria y quedarse «totalmente desbordada». Desde la Plataforma se ofrece orientación, información y asesoramiento. «Hay un abogado que brinda información y también contamos con servicio de traducción para la gente que no domina el español».
Para Remi la PAH es una «gran familia» en la que se siente «arropada» y desde la que apoya a otras personas. Para ponerse en contacto con este recurso están sus distintos canales en redes sociales Facebook, twitter e Instagram, el correo electrónico pahmalaga@gmail.com y el teléfono 699752914 o 670233119 . Cada semana hay reuniones online, martes y jueves de 17 a 19.
«A la PAH llegan personas con ansiedad y depresión. No hay nada peor que estar sin trabajo, con una ejecución hipotecaria y la incertidumbre de dónde vas a vivir», afirma Remi, quien insiste en la «función terapéutica y de cuidados» que tiene la Plataforma. Recuerda que los casos de suicidio han aumentado y que, en la mayoría de los casos, son por problemas materiales. Además de implicarse en temas de desahucios las personas que forman parte de la PAH también han apoyado puntualmente en soluciones habitacionales de urgencia.
No es una vivienda sino un hogar
«No se trata de una vivienda sino de un hogar y detrás de cada familia hay una historia», afirma. Cuando se saca a las personas de sus hogares se produce un desarraigo: Hay sueños, emociones, menores que han crecido en el barrio donde está su colegio, sus amistades, el centro de salud, toda una vida.
Ligadas con el tema de la vivienda hay muchas problemáticas trascedentes que quedan ocultas como son las violencias machistas y los suicidios.
Remi, que se formó este año como dinamizadora comunitaria en prevención de violencia machista, recalca que el 80 por ciento de la cara de los desahucios son familias monomarentales, entre ellas, mujeres «sobrevivientes de la violencia económica, física y psicológica».
Entre las principales trabas para acceder a una vivienda, cita el alto precio de los alquileres y las cláusulas abusivas. Desde la PAH se ha observado cómo la pandemia ha empeorado el problema de la vivienda. Es cierto que por el Covid19 el Gobierno ha impulsado medidas como el escudo social, pero urge «voluntad política para aprobar la Ley de la Vivienda».
Además, recuerda cómo el derecho a una vivienda digna está recogido en el artículo 47 de la Constitución española.
Antes de llegar a España, Remi no había escuchado nunca la palabra desahucio. Hablando desde su propia experiencia y la de estos años en la PAH, advierte de que muchas veces «el interés superior de los menores no está siendo respetado. Se acaba expulsando a los niños y niñas de sus hogares, sin protegerlos en la práctica del desahucio y viven experiencias traumáticas».
Criticó también la violencia desmedida en la actuación policial en casos de desahucios, así como el tratamiento mediático que reciben los desalojos, reducidos a mero espectáculo.
Apoyo mutuo
Hace unas semanas que Remi terminó su curso de dinamizadora comunitaria en prevención de violencias machistas, impartido por nuestra compañera Noemí Gongora. Llegó de la mano de otra mujer que se había formado en años anteriores. «Ha sido una experiencia increíble que ha cambiado muchas cosas en mí. He aprendido mucho y eso te llena, hace que te plantees objetivos y aumenta tu autoestima. Las mujeres que forman parte de la red se ven con regularidad y se ayudan las unas a las otras. Es un verdadero grupo de apoyo mutuo en el que se resuelven problemas y dudas. Remi, por ejemplo, ha estado brindándoles información a sus compañeras sobre cómo ayuda la PAH.

En estos días también comparte el enlace a un crowdfunding impulsado por la PAH de Málaga para hacer frente al pago de una multa impuesta a unas compañeras por un desahucio ocurrido en 2020 y el que se puede colaborar AQUÍ.
En su opinión, para hacer frente al problema de la vivienda «hace falta mucho más trabajo cooperativo y en red, que todo el mundo esté más informado y luche por una misma causa». También que «los políticos traten el drama social que hay detrás de cada familia con la seriedad que se debe. Han rescatado los bancos, pero ¿quién rescata a las personas vulnerables?»
La entrevista a Remi se enmarca en el proyecto «Acceso a la vivienda y al alojamiento de personas inmigrantes, trabajadores y trabajadoras agrícolas y personas sin hogar», una iniciativa de Málaga Acoge, en el marco de la federación Andalucía Acoge, subvencionado por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía con cargo a la asignación tributaria del 0,7% del IRPF.