580 personas han leído este post
Actualizado hace 4 meses – Publicado el 21 de noviembre de 2022
“Espera, en diez minutos hablamos, he tenido una urgencia y voy acompañar al autobús a dos chicos que vinieron de Ceuta y han encontrado trabajo en Barcelona. Les compro un bocadillo y te llamo”. Al otro lado del teléfono, Michel Bustillo, delegado de la ONG Voluntarios por otro mundo en la provincia de Cádiz, se excusa por tener que retrasar la entrevista: “Lo primero es lo primero, los muchachos”. Los chicos, según cuenta después, han pasado un “tiempecito” con él en una de las cinco casas de acogida que mantiene esta asociación, integrada al cien por cien por personas voluntarias.: “Les he llevado a la estación, recargado el móvil, comprado unos bocatas y les he dado un abrazo. Van a intentar buscar un poquito de luz y futuro en su proyecto migratorio”.
Michel Bustillo, 53 años, con dos hijos de 14 y 17, casado con una mujer, maestra, es para los chicos y chicas extuteladas “el señor Michel, un hombre que ayuda”. En 2013 comenzó su andadura en Voluntarios por otro mundo que actualmente acompaña en Jerez a 35 chavales en cinco casas de acogida, además de dar la mano a otros 25 en situación de calle y en el albergue. “Más los que me llaman de toda España pidiéndome ayuda”, añade, porque una de sus particularidades “muy bonita, pero agotadora”, es que su disponibilidad suele ser “todos los días del año a todas horas”. El presente de Michel es resultado de un camino recorrido, “fruto de vivencias y experiencias, de haberme nutrido en distintas asociaciones del tercer sector”. Comenzó su andadura en CEAIN en Jerez cuando era “un adolescente con inquietudes” y ayudaba con el correo, “un voluntariado que se convirtió en la semillita que fue calando”. Posteriormente formó parte de las asambleas -«en las que se hablaba de objetivos y proyectos»- y de la Junta Directiva de la asociación; estuvo muchos años en Proyecto Hombre, apoyando en prisión; acompañando a chavales en casas de acogida y también, durante tres meses, en un proyecto de cooperación al desarrollo en la selva de Perú. Asimismo, creó una asociación de tiempo libre en Jerez que apoyaba a adolescentes de barrios en exclusión. Confiesa que más que la gestión, dirección y el trabajo social, lo que de verdad le apasiona es la educación social. “Me considero educador”, afirma, aunque a veces también le toca la incidencia política y el activismo. Como se ve en su implicación en la lucha por el cambio del Reglamento de la Ley de Extranjería para los jóvenes migrantes que se aprobó en octubre de 2021, “un cambio jurídico muy importante para los niños, niñas y jóvenes en movimiento”.
Protagonistas
Se trató de un proceso de denuncia pública en el que los propios menores y chicos y chicas extutelados, siempre invisibles, fueron protagonistas, como se vio en la concentración en Madrid en septiembre de 2021, donde su voz se escuchó en primera persona.
Michel es por tanto denuncia y acogida, una persona libre, luchadora y crítica que siempre está tratando de abrir nuevas puertas a la juventud migrante. “Ahora vamos a empezar un curso de marinero-pescador en Cádiz y ya tengo dos cofradías de pescadores en Barbate y San Lucas que esperan embarcar jóvenes cuando terminen”, explica y destaca que la pesca necesita trabajadores y puede ser un nuevo nicho de empleo para estos chavales.

“Vengo del activismo, de la militancia, en mí hay una base cristiana potente que me hace estar en continuo movimiento de ayuda al prójimo y de defensa de los derechos humanos”, afirma, y señala entre sus fortalezas su capacidad de ser respetado por políticos y empresarios, lo que aprovecha para el bien de los chicos y chicas que apoya. “Soy el que enchufo a los niños y niñas migrantes”, apunta.
En su día a día en Jerez, Bustillo comprueba cómo, a pesar de la mejora que supone el cambio de Reglamento, este ha destapado otras realidades preocupantes para estos jóvenes como el acceso a la vivienda, la educación, la salud mental y el sinhogarismo. “Estos chicos pueden encontrar trabajo y tener documentación pero alquilar un piso es una auténtica pesadilla”. Respecto a la salud mental de estos chavales, nos cuenta que tiene entre manos preparar unas jornadas para el primer trimestre de 2023 en las que se abordará este tema.
“Nuestra función es poner las herramientas para que estos chicos y chicas tengan lo mejor a su alcance”, observa Bustillo, quien en la asamblea del pasado junio fue elegido socio de honor de Málaga Acoge por su dedicación a los jóvenes extutelados y sus acciones en favor de la Reforma de la Ley de Extranjería.
“Estoy muy orgulloso de ser socio de honor de Málaga Acoge porque creo que esta asociación mantiene el alma y el espíritu fundacionales”, concluyó Michel que se considera un “pájaro libre” que no ambiciona en la vida “el tener” ni el “ganar dinero” sino el ser feliz con lo que hace.