Actualizado hace 2 años – Publicado el 16 de noviembre de 2021
Medio centenar de personas, profesionales de entidades del tercer sector, de servicios sociales, voluntariado y de las fuerzas de seguridad del Estado participaron el viernes 12 de noviembre en nuestras V Jornadas Perspectivas Actuales sobre la trata de personas que tuvo lugar en el Centro de Servicios Sociales de Antequera.
España es uno de los países con más delitos de esta naturaleza (1.100 casos desde 2012) y objetivo de estas jornadas que venimos haciendo desde 2017 es conocer herramientas que nos ayuden a los agentes sociales a saber detectar mejor los casos de trata. Nuestra vicepresidenta, Eva del Pino, introdujo las Jornadas advirtiendo sobre las dificultades para la detección de un fenómeno que afecta sobre todo a las mujeres.
» La trata es una grave violación de los derechos humanos», subrayó Rocío Gónzález, Senior Protection Assistant de Acnur España quien intervino con la ponencia Protección internacional y trata: avances y retos en la detección. «La falta de vías legales y seguras da lugar a una mayor exposición» a la trata de las personas que migran, apuntó.
Contó varios casos de «éxito», como el caso de una mujer nigeriana, superviviente de mutilación genital a la que le concedieron el estatuto de refugiada, al igual que a su hija por el riesgo de mutilación el caso de ser deportada. Se mostró convencida de que «juntas podemos conseguir cambios y seguir generando precedentes insistiendo en que las personas en esa situación merecen protección».
Se refirió al caso de los menores extranjeros no acompañados para decir que el número de solicitudes de asilo es muy bajo- 40 en 2020.
Sector invisibilizado
El tema de la trata de seres humanos en el empleo del hogar llegó de la mano de María Bejarano, del programa Novicom de Accem en Huelva. Bejarano explicó que están cambiando las formas de trata y explotación: «Cuando hablamos de trata se nos viene a la cabeza la explotación sexual dejando de lado una gran cantidad de personas víctimas de trata».
Explicó que las situaciones de trata en servicio doméstico, un sector muy feminizado, invisibilizado y sin reconocimiento social, son «más comunes de lo que parecen». Lamentó que diez años después España no haya ratificado el Convenio 189 sobre las trabajadoras y trabajadores domésticos de 2011.
«Debemos de ser agentes activos frente a esta violación de derechos humanos que es la trata», pidió Bejarano quien advirtió que a la explotación laboral de las trabajadoras del hogar se suma la sexual en ocasiones. Elementos que favorecen la explotación son la falta de un mercado regulador y la dificultad para controlar las condiciones de trabajo al tratarse de un ámbito muy privado. También la tolerancia social y la normalización de situaciones de precariedad alienta la explotación.
Destacó que España ocupa el tercer lugar en Europa en demanda de trabajadoras del hogar y cuidados, en su mayor parte personas migrantes. Entre los retos citó ratificar el convenio 189, ampliar la protección laboral y social, promover la profesionalización de las trabajadoras del hogar, intentar equiparar las condiciones laborales, inspecciones de trabajo y la sensibilización y concienciación sobre la trata con fines de explotación laboral.
Para hablar de Paradigmas feministas y narrativas emancipadoras estuvo con nosotras Carmen Torralbo, del equipo pedagógico de MCZ en Málaga quien considera la trata una cuestión de responsabilidad social. «La trata con fines de explotación sexual y laboral -que es una violación de los derechos humanos- tiene género y por tanto consideramos que es fundamental abordarlo con un enfoque feminista».
Narrativas emancipadoras
Torralbo habló de la narrativa social creada alrededor del fenómeno de la trata y abogó por narrativas emancipadoras que pongan a los sujetos en el centro. Apuntó cómo muchas veces se cae en el paternalismo al hablar de víctimas en vez de «poner en valor la dimensión de las personas como supervivientes resilientes».
«Nunca se habla de un trata distinta a la explotación sexual en los medios de comunicación o en la ficción», lamentó. A su juicio es importante superar los discursos paternalistas , sensacionalistas e infantilizadoras y mostrar sujetos complejos, múltiples, con capacidad de emancipación y de tutelar sus vidas.
Es preciso poner en valor las historias de vida, resiliencia y supervivencia de las personas víctimas de trata, nombrar a los agentes responsables, trabajar con los responsables de los medios de comunicación e incluir el tema en el currículum educativo. En este sentido, Torralbo presentó el juego de mesa Dime con quien andas y te diré si te trato que están llevando a alumnado de grados de Integración Social.
La última intervención corrió a cargo de Nerea Picapiedra, trabajadora social de Adoratrices, que habló sobre el apoyo integral que ofrecen a víctimas desde su proyecto Vive y Camina. Afirmó que muchos de los problemas con los que se encontraban antes del Covid las personas a las que apoyan -consumo de drogas, dificultad de acceso a la Sanidad, a formaciones y al empleo, entre otras- se han agravado con la pandemia. Además, la crisis del Covid ha acarreado pérdidas de empleo y mayor precariedad laboral, problemas para hacer los trámites online y de acceso a una vivienda.
Estas jornadas se enmarcan en el proyecto Shakti de Protección, Identificación y Atención a personas víctimas de tráfico y/o trata de seres humanos o de otros delitos violentos en la frontera sur, subvencionado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.