Actualizado hace 3 años – Publicado el 23 de febrero de 2021
Sufrió años de violencia machista antes de venir a España. «Tenía muchos problemas con el papá de mis hijos. La gota que derramó el vaso fue cuando me puso un arma en la cabeza». María Isabel, que no es su nombre real, vendió «todo lo que tenía» en su casa de Lima, compró el billete y subió al avión con su hijo e hija. «Decidí dejarlo porque, además de sufrir yo, sufrían mis hijos. Como trabaja de policía, archivaba y escondía las denuncias que hacía».
No fue hasta unos días antes de dejar Perú cuando le contó a su madre su idea de venir a España y ella le dio el contacto de una amiga en Madrid. Era julio de 2018. «Cuando estuve aquí pude dormir tranquila. Dormí con mis hijos como si no hubiéramos dormido en tanto tiempo». En Madrid trabajó en el mercado de Aluche para para pagar la habitación que tenían alquilada. Al perder el empleo «porque no tenía papeles» acudió a la Cruz Roja a explicar su situación y tras varias semanas les trasladaron a Málaga donde nuestra asociación les acogió en uno de los pisos para familias solicitantes de protección internacional que mantenemos en Torre del Mar a través del proyecto Tarhib. «Vinimos y nos trataron bien. Nos llevaron a la casa donde íbamos a estar y que compartimos con una familia ucraniana», cuenta.
María Isabel reconoce que empezar de cero fue difícil, pero que «poco a poco y con el apoyo de Málaga Acoge» han salido adelante: «Mi hijo y yo entramos en una depresión. La que era más fuerte era mi hija. Yo sentía algo de culpa de haber dejado a mi marido, mi hijo extrañaba a sus amigos, a su novia, su vida. Nos costó mucho salir de ese trance». De este tiempo María Isabel valora la atención psicológica: «Elena nos ayudó mucho. Con ella pude hablar en confianza, volcar todo lo que tenía dentro de mí. Me daba terapia y ejercicios para salir adelante y gracias a ello estoy acá». Nuestro equipo de protección internacional acompañó a María Isabel y sus hijos durante 18 meses hasta que pudieron emanciparse y se fueron a vivir a Benamargosa, donde hasta hace dos meses, cuando «le vencieron los papeles», ha estado trabajando en un almacén de frutas.
«Yo, como mujer, ahora me siento más tranquila y más capaz de poder sacar a mis hijos adelante«, asegura. Su hija, de 14 años, estudia en el instituto. «Ella me dice que quiere ser policía para defenderme, para que nadie, ningún hombre me haga daño». Su hijo, de 19, al que se refiere como un chico «cariñoso y respetuoso», ha homologado el bachiller que terminó en Lima y está estudiando inglés. También ha participado en cursos de ventas, reposición de almacén y de manipulador de alimentos organizados a través de nuestro programa de empleo Equilem. «La estabilidad emocional está más reforzada», reconoce María Isabel, quien ha traído de Perú a su madre, que trabaja como interna cuidando a una persona mayor.
Hace sólo unos días que le comunicaron que la resolución de su solicitud de asilo por motivo violencia de género es favorable. «Me iba a desmayar de la alegría. Lo primero que hice fue agradecer primero a Dios. Llamé a Alejandra, Fanny, mi madre, a dos compañeras del trabajo… Ahora seguimos con más ganas y voy a poder trabajar».
Ayúdanos a apoyar a las personas más vulnerables que lo están pasando mal en esta crisis. Con tu colaboración contribuirás a mejorar la situación de muchas familias que atendemos en Málaga Acoge. Colabora AQUÍ
Lo más difícil para María Isabel ha sido «el adaptarme para sacar adelante a mis hijos sola, el hacerme respetar, porque antes vivía sometida a una persona que no me quería«.
El hijo está contento porque su novia también ha venido a vivir a España con su familia. En breve se van a reunir con ellos. «Tengo más apoyo emocional para estar mejor como madre y como mujer. No nos vamos a sentir tan solos», afirma ella.
María Isabel agradece a Málaga Acoge «todo el apoyo y el asesoramiento para seguir adelante» y anima a las mujeres que sufren violencia machista a denunciar «a no quedarse calladas porque se perjudica una y si es madre también perjudica a sus hijos. Una sí puede salir adelante sola«.
El apoyo a María Isabel y sus hijos se inscribe en el programa Tarhib para la Acogida e Inclusión social de personas solicitantes y beneficiarias de Protección Internacional, financiado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones (Dirección General de Inclusión y Atención Humanitaria).