por Agustín Olías*
Hoy tenemos con nosotras, en este espacio de entrevistas, a Cristina Gómez, malagueña, abogada y voluntaria de Málaga Acoge. Cuando he hablado con ella me ha impresionado su historial de voluntariado y, sobre todo, su oferta a las personas a las que atiende: una sonrisa, calor humano, que se sientan acompañadas; además, por supuesto, del trabajo profesional bien hecho.
Conozcamos a Cristina:
Nací en Málaga y aquí, en la Universidad de Málaga, estudié la carrera de Derecho. Al finalizar, me trasladé a Valencia, donde cursé un Máster de Derecho Internacional. Después de muchos años de trabajo en varios lugares del mundo, volví a estudiar y saqué el Máster de Abogacía en la Universidad de Málaga.
¿Se puede saber qué hiciste durante esos “muchos años en varios lugares del mundo” y por qué cambiar tanto de lugar?
Sí, claro. Te diré que tanto cambio ha sido una búsqueda del sueño de trabajar en Derecho Europeo e Internacional. Este sueño me ha llevado a hacer diversas prácticas y trabajos muy interesantes, primero un año en Italia, tres en Bruselas y dos en Katmandú, Nepal.
Me llama la atención tu estancia en Nepal, por la lejanía y mi desconocimiento de esa nación.
La Delegación de la Unión Europea en Katmandú ofrecía una beca para trabajar en un proyecto de rehabilitación de los ex combatientes maoistas de la guerra civil que habían sufrido. Allí me encontré con un proyecto precioso, que trataba de implementar un proceso de paz, importantísimo para la ciudadanía. Participaban varios actores internacionales, entre ellos la UE, con un papel destacado. Tras los seis meses de prácticas, la Agencia de Cooperación Alemana me contrató como consultora internacional.
Este trabajo, ¿tenía que ver con tu carrera y lo que habías estudiado posteriormente, o te metiste en un mundo nuevo?
Sí, sí, tenía que ver, porque el derecho se aplica en todos los sectores. En este caso podría decir que tenía una perspectiva muy social, incluyendo la cooperación para el desarrollo y llegando hasta la creación de una nueva Constitución del país que englobase todos los derechos de una población muy variada. Esto significaba tener en cuenta las etnias, las castas, los refugiados que también llegaban a Nepal, la población más vulnerable como las mujeres, incluyendo a las ex combatientes, algunas de las cuales habían tenido hijos, los ancianos, los niños soldado…
Después de esta trayectoria tan intensa, ¿qué te impulsó a volver a Málaga?
La proyección internacional es complicada, requiere mucho esfuerzo y el factor humano se ve afectado. Estar sola en países a veces muy lejanos a tu tierra, hace que llegue un momento en el cual te das cuenta que necesitas el calor de tu familia y de tu entorno para reponer energías. Y después de la experiencia en Nepal, un país tan pobre y lejano, esta recuperación de energía se hizo más evidente. Esto coincidió con que el bufete de abogados que mi padre tiene en Fuengirola necesitaba una ayuda, así que regresé a echarle una mano y a recargar energías.
Eso sucedió en el 2014. Ahora Cristina está casada y, por ahora, asentada en Fuengirola. Pero confiesa que el derecho internacional le encanta y no asegura que no vuelva a ejercerlo en un futuro.
¿Cómo fue el apuntarse como voluntaria a Málaga Acoge? ¿Conocías la asociación?
El primer voluntariado que hice, cuando tenía 19 años, que estaba haciendo tercero de carrera, fue en Málaga Acoge, aquí en Fuengirola. Y allí hice mis prácticas de Derecho Laboral. Empecé a ayudar en el proceso de regulación masivo que hubo en aquella época, trabajando con una abogada de Málaga Acoge. Fué precioso ver cómo los objetivos de mucha gente se estaban convirtiendo en realidad. El proyecto duró tres meses, y a partir de ahí he estado siempre con un pie metido en voluntariado y cooperación.
O sea, cuando volviste a Fuengirola, te reenganchaste.
Bueno, no fue tan “directo”. Al regresar estuve un año trabajando como abogada en Cruz Roja y allí, un compañero , Jorge, de la Comisión de Extranjería del Colegio de Abogados, me comentó que estaba colaborando con Málaga Acoge y en octubre del 2019 me animé a volver como voluntaria.
Actualmente Cristina y Jorge colaboran con nuestra organización una tarde por semana, ofreciendo asesoramiento por videoconferencia a las personas inmigrantes que lo solicitan, e incluso presentándoles la documentación a través de la página web: regularizaciones diversas, adquisición de nacionalidad española, etc.
Nos explica cómo se organizan:
El trabajo organizativo corre a cargo de Karin, voluntaria del Departamento Jurídico de Málaga Acoge en la sede de Fuengirola. Ella recibe a las personas usuarias y si necesitan nuestros servicios, se pone en contacto con nosotros. Hace un trabajo fantástico, encargándose también del “papeleo”.
Además, Cristina colabora en el proyecto de apoyo a mujeres que gestiona Málaga Acoge. Atiende las necesidades jurídicas que puedan surgir a las usuarias, como el cumplimiento de un convenio regulador, abandono del hogar por parte de la pareja, problemas penales como alejamiento, violencia de género, dudas sobre procedimiento de divorcio o separación.
¿Qué tal te sientes como voluntaria?
Para mí es muy gratificante, porque siempre estás lidiando con los derechos de las personas. Además, atender a estas personas que sé que no pueden acudir a un despacho particular porque no tienen recursos económicos, me encanta; me siento feliz de ofrecer un asesoramiento con calidad humana, dedicarles una sonrisa, un poco de calor humano, que se sientan acompañadas, eso me gusta mucho.
¿Recomendarías hacer voluntariado a otras personas?
Los voluntariados son muy enriquecedores, tanto por lo que das como por lo que recibes. Yo lo he vivido siempre en mi casa, mi madre ha estado colaborando con CUDECA, me ha enseñado tan bien cómo se vive el voluntariado, que yo he querido vivirlo por mí misma; y ya ves, desde los 18 años que empecé y ahora tengo 36, aquí sigo, haciendo voluntariado, que evidentemente tengo que compaginar con un trabajo para poder vivir.
Muchísimas gracias Cristina por tu tiempo y dedicación a las usuarias y usuarios de Málaga Acoge.
*Agustín Olías es voluntario del área de Comunicación de Málaga Acoge y miembro de la Junta Directiva