Elena dice que desde que se jubiló el año pasado está haciendo las cosas que le han gustado toda su vida. En junio de 2023 comenzó como voluntaria en Málaga Acoge y cada miércoles viene a nuestra sede de calle Bustamante para colaborar durante la mañana en la primera acogida de las personas que tocan las puertas de la asociación.
«Antes de estar aquí no sabía de la realidad de la migración, sólo a través de las noticias. No había conocido a ninguna persona en las situaciones que nos encontramos aquí», afirma, convencida de que esta es una experiencia que «te pone los pies en el suelo y te muestra que hay más allá de la comodidad que tenemos cada uno en nuestro medio».
Antes de sumarse al voluntariado, Elena ya conocía la asociación porque durante veinticinco años trabajó en una farmacia muy cercana a nuestra sede de calle Bustamante. Farmacéutica de profesión, arrancó a los 24 años su propio negocio en Benarrabá donde vivió doce años, una etapa que recuerda como «feliz y bonita con la gente del pueblo».
«Supe de Málaga Acoge porque éramos vecinos, conocí a Rabía , y a veces iba a la asociación por cosas relacionadas con mi trabajo», explica. Mientras estuvo empleada en la farmacia no tuvo tiempo de hacer voluntariado. Sin embargo, ahora que tiene más flexibilidad, además de colaborar con Málaga Acoge, está apuntada a clases de flamenco y estudia psicología en la UNED. «Ahora hago lo que quiero y porque lo quiero», valora.
-Hola, buenos días, Málaga Acoge, dígame- Elena contesta el teléfono, sentada tras la mesa en la entrada de la asociación. Es una llamada para una de nuestras abogadas. ¿Cómo te llamas? Déjame tu teléfono. Le dejo una nota, apunta. Coge las llamadas y atiende a las personas que llegan. -¿Qué necesitas?, pregunta dirigiéndose a una mujer que acaba de entrar.
Elena dice que le «encanta» formar parte de nuestro voluntariado, «intentar ayudar» en lo que puede a las personas que acuden a nuestra sede y no descarta colaborar en otras áreas si hace falta, como en el curso de español. Anima a la gente a unirse al voluntariado, una labor para la que considera que «hace falta tener empatía y querer ayudar».
Asegura que está dando visibilidad al voluntariado de la asociación porque le cuenta a «todo el mundo» lo que está haciendo, una labor que le agradecemos y, dice, trata de llevar a cabo con constancia y responsabilidad.