«Me apasiona mi trabajo. Lo hago con mucho cariño. Cuando vuelvo a casa siento que he puesto un granito de arena para ayudar a personas que lo necesitan». Hace unas semanas que Roxana ejerce en Clece como auxiliar de atención sociosanitaria a personas dependientes en Fuengirola, su primer contrato en España donde llegó hace cinco años con su hijo pequeño desde Buenos Aires. «Ayudo a las personas en el aseo personal, a ponerse de pie, les acompaño a comprar, hablo mucho con ellas…Siempre voy con una sonrisa».
Tiene 31 años, aunque la gente le dice que aparenta un poco menos. Su hijo cumplirá 11 en noviembre y ambos comparten con otras dos mujeres y dos niños un piso de acogida que Málaga Acoge gestiona en Mijas. Cuando acaba su jornada laboral y vuelve a casa, «aunque esté cansada», le dice a su niño «que se ponga las zapatillas, que coja la bici y vamos a andar un rato».
Roxana es del norte de Argentina, donde están sus padres y tres hermanos, pero se fue a trabajar muy joven a Buenos Aires. Al llegar a España pasó cuatro años en Granada, más de un año empleada en un almacén de verduras antes de trasladarse a Fuengirola e hizo un curso de seis meses de Atención sociosanitaria para personas dependientes organizado por el Ayuntamiento de Mijas. «Me gustaría seguir formándome como auxiliar de enfermería o enfermera», afirma.
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Conoció Málaga Acoge cuando atravesaba una etapa muy dura y las compañeras de la sede de Fuengirola le apoyaron y orientaron en el alojamiento y la búsqueda de empleo. «Ahora al menos tengo un techo, una cama y comida. Si no fuera por Rosalía y María Jesús que me dieron el empujoncito que necesitaba y me dijeron que tenía que creer en mí y salir adelante...».
En este momento, Roxana hace sustituciones por vacaciones, pero su deseo es tener un contrato estable que le permita alquilar una casa propia. De momento, en el piso de acogida está muy contenta: «Somos tres mujeres, hacemos horarios y nos organizamos y coordinamos bien. Los niños se ponen a jugar juntos».
A su hijo le gusta mucho leer y la historia. «Hemos sacado adelante el curso entre los dos. Estoy muy orgullosa de él».
La voz de Roxana suena tranquila al otro lado del teléfono. Hace unas horas que llegó de trabajar. Hoy empezó a las nueve de la mañana, pero otros días arranca antes, a las ocho. «En mi trabajo estoy en contacto con todo tipo de personas y trato de pensar cómo me gustaría a mí que tratasen a mis padres o un familiar dependiente. Ponerme en el lugar del otro».
Ha trabajado de camarera, ayudante de cocina, empleada del hogar… pero está convencida de que el que hace ahora es su trabajo. Aunque reconoce que los primeros días se puso nerviosa ya le ha «cogido el hilo» y todos los días «voy aprendiendo cosas nuevas».
«Esta es la mía. Siento que estoy muy bien, que todo fluye. Soy optimista».
El apoyo que se brinda a Roxana se enmarca en el proyecto Incorpora, impulsado por Fundación «la Caixa» y Fundación Cajasol.
El piso de acogida en el que está acogida lo gestionamos con el apoyo del proyecto «Sadhana. Piso de acogida para mujeres en situación de exclusión residencial en Mijas (Málaga)» con el apoyo del Ayuntamiento de Mijas en el marco del programa «Sadhana. Gestión integral de la inclusión socio-sanitaria, económica y laboral de personas sin hogar desde la acogida en viviendas con plazas temporales”. Se trata de un programa de la federación Andalucía Acoge, subvencionado por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía con cargo a la asignación tributaria del 0,7% del IRPF.