Conocemos hoy a Charo, una de las voluntarias con mayor trayectoria en Málaga Acoge: Entró en el año 2000 y ahora es vicepresidenta de la asociación
A Charo unas amigas le tendieron una trampa. “Me dijeron que veníamos a saludar a una amiga común. Y cuando llegamos a la sede de Málaga Acoge, me propusieron que participara como voluntaria”, recuerda. Corría el año 2000, Charo estaba recién jubilada y aceptó. Se incorporó al Departamento de Acogida en la sede de Torre del Mar y allí empezó a colaborar. En aquella época, la sede de la Axarquía de Málaga Acoge se encontraba en el hogar Nuestra Señora de la Victoria, “un sitio que estaba regular y del que, de hecho, tuvimos que irnos porque lo declararon en ruina”, recuerda. Ahora, doce años después de todo aquello, Charo forma ahora parte de la Junta Directiva de la asociación. Es la vicepresidenta realiza su labor desde la nueva sede que se estrenó hace unas semanas en Torre del Mar. “Por fin tenemos un sitio bueno para atender a todas las personas”, cuenta.
Durante estos doce años, Málaga Acoge ha cambiado. Y Charo tiene miles de recuerdos de su experiencia como voluntaria en la asociación. Uno de ellos tiene que ver con el Centro de Internamiento de Extranjeros de Capuchinos. La Policía había expulsado a una persona de la República Dominicana porque creían que se dedicaría a la prostitución, cuando venía a convertirse en monja. “Tras mucho trabajo, conseguimos solucionar su caso. Como ya estaba volando, tuvimos la suerte de dar con los responsables de la aerolínea Lufthansa, que en la escala a Frankfurt permitieron a la chica volver a España con un billete a bajo coste y todo se solucionó”, cuenta Charo, que dice que prácticamente a diario se encuentra con situaciones injustas para las personas inmigrantes.
Historias como esas son las que han ido implicándola cada vez más. “La educación en mi familia tenía la consigna de que todas las personas son iguales en dignidad y en Málaga Acoge luchamos por eso”, explica Charo, que hoy desde la Junta Directiva y su labor diaria en al sede de la Axarquía dedica gran parte de su tiempo a todo lo concerniente a la entidad. “Son muchas cosas a las que hay que estar atentos”, asegura. “Por eso hay que celebrar situaciones como el cierre del CIE, es una pequeña victoria trabajada durante muchos años. Aunque ahora toca cerrar los ocho centros de internamiento que aún quedan”, subraya.
A pesar de su dedicación, dice que su labor como voluntaria es “toda una satisfacción”. “Málaga Acoge me ha dado la posibilidad de estar en contacto con la gente, de aprender y de crecer como persona”, asegura Charlo, que agradece ahora la trampa que le tendieron sus amigas hace ya doce años. Y también por la decisión que tomó entonces de aceptar su propuesta.