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Actualizado hace 1 año – Publicado el 18 de mayo de 2022
por Karin O. Silva*
Mustafa llegó a España como muchos jóvenes con la ilusión de empezar una vida nueva con mayores oportunidades de las que su natal Marruecos pudiera ofrecerle. Primero estuvo en un centro de menores en Ceuta hasta que cumplió la mayoría de edad y obtuvo documentos para estar en España. Estuvo un año en Madrid y después se vino a Málaga. Mustafa es un joven muy centrado y que está muy agradecido por las oportunidades que le ha brindado Málaga Acoge. Acaba de terminar un ciclo formativo de Auxiliar de Enfermería, ya realizó las prácticas profesionales y ahora está buscando trabajo.
¿Cuáles eran tus objetivos para venir a España?
Lo principal para mí era encontrar una estabilidad y oportunidad de trabajar, pero las cosas no son tan fáciles como parecen. Para hacer este viaje hay que estar centrado y marcarse objetivos. Para mí lo más importante era aprender el idioma. Para ello fue a un centro cultural donde estuve estudiando español para poder comunicarme.
¿Cómo llegaste a Málaga?
Tenía un amigo aquí que me dijo que podría haber posibilidades de trabajo. Pero al poco tiempo de llegar, él tuvo que regresar a Marruecos y yo me quedé en la calle. Estuve en un alberque durante tres meses y allí la trabajadora social me habló de Málaga Acoge.
Tuve mucha suerte de que me atendieran y me ayudaran, así pasé de estar en un albergue a vivir en un piso tutelado de la ONG.
¿Qué tal la experiencia?
Para todo es muy positivo, en el piso tutelado aprendí lo que es la autonomía y la responsabilidad. Málaga Acoge ayuda muchísimo a los chavales. A mí me han ayudado muchísimo para tener una vivienda, un sueldo al mes, y quizás lo más importante, la oportunidad de estudiar. Primero hice cursos de cocina, lo cual me ayuda ahora que vivo solo a saber cocinar. Estuve buscando trabajo, pero no tuve suerte. Así que decidí estudiar algún oficio con mejor demanda.
Ha sido fundamental el apoyo emocional, todas las trabajadoras de Málaga Acoge siempre me animaban y alentaban a seguir estudiando, desde la época en que realicé los cursos de cocina. Por eso también decidí sacarme la ESO, y lo hice con buenas notas, aunque al principio me costó mucho porque no sabía muy bien el idioma.
A mí me han ayudado muchísimo para tener una vivienda, un sueldo al mes, y quizás lo más importante, la oportunidad de estudiar.
¿Por qué cambiaste la cocina con la enfermería?
Yo quería ser cocinero, pero lamentablemente no conseguí las prácticas que eran necesarias porque mis documentos estaban caducados. Luego empecé Bachillerato, pero no terminé porque me resultó muy difícil. Hablé con Genoveva (coordinadora del Área de Jóvenes de Málaga Acoge) y le comenté que quería estudiar algo que me permitiera trabajar. Así salió la oportunidad de estudiar un FP en auxiliar de enfermería, gracias a una beca que me consiguió Málaga Acoge. (Beca Zing)
Si el Bachillerato era difícil, ¿no lo fue el grado de Enfermería?
Yo entré con un mes de retraso y al empezar estaba muy nervioso y pensando que no podría. Todo me parecía muy difícil, y de hecho suspendí ocho asignaturas en el primer trimestre, pero sobre todo por el problema del idioma. No me rendí, hablé con los profesores para que sepan que no era falta de interés sino de motivación porque sólo me enteraba de la mitad de lo que explicaban en clase. Durante los quince días de vacaciones no salí de la casa, me dediqué a estudiar día y noche, y conseguí aprobar seis asignaturas. Los siguientes trimestres estuve mucho mejor, más motivado y sabía que lo que estaba estudiando me gustaba y saqué todas mis asignaturas con buenas notas.

¿Cuándo te graduaste?
La graduación fue en febrero, pero yo no pude asistir porque estaba trabajando en un circo que viajaba por toda la provincia de Málaga.
Hice tres meses de prácticas en Vallesol de Teatinos, y la verdad es que la experiencia me gustó mucho porque pude aplicar los conocimientos aprendidos en clase. Yo estuve haciendo las curas de las úlceras de las personas que están postradas en la cama. Al principio me dada un poco de miedo, pero después me sentí contento de poder ayudar a las personas mayores. Había una señora que tenía úlceras en la piel de grado cuatro, eso es muy grave. Yo le hacía las curas y la trataba con respeto y dedicación. Me ha gustado mucho la experiencia de ayudar a las personas.
Buscando trabajo
¿No hubo posibilidades de conseguir un trabajo en la residencia?
Hicimos las prácticas cuatro alumnos, pero no tuvimos la posibilidad de quedarnos. Ahora estoy buscando trabajo, sobre todo en residencias porque me gusta la gente mayor. En mi cultura hay mucho respeto por las personas mayores, y ayudarlas a través de mi trabajo sería mi gran meta.
Espero que pueda tener la oportunidad, aunque a veces es fundamental tener contactos y yo no tengo, pero no voy a rendirme.
¿Qué significa para ti Málaga Acoge?
Es un lugar donde encuentras apoyo y te dan oportunidades brillantes. Málaga Acoge es un lugar donde te guían, te enseñan el camino para salir adelante. Estoy muy agradecido con Málaga Acoge, las trabajadoras sociales y todos los que trabajan allí y me han apoyado y orientado.
En todo este tiempo que llevas en España, ya hablas el idioma y has estudiado.
¿Te sientes integrado?
Todavía no porque para sentirme integrado necesito un trabajo para sentirme realizado, porque cuando una persona trabaja, colabora con la sociedad.
* Karin es voluntaria de Comunicación de Málaga Acoge.