Cuando José Antonio Martín mostró interés por forma parte del equipo de voluntarios de Málaga Acoge, quien le entrevistó lo tuvo claro: “Nos vendría genial poder tener más personas en Prisiones”. Él llevaba tiempo queriendo hacer un voluntariado relacionado con personas extranjeras y en esta entidad encontró su lugar ideal. “Conocía a unos cuantos inmigrantes y sentía que se les podía ayudar mucho. Así que fui a Málaga Acoge y me propusieron entrar en Prisiones. Yo quería echar una mano y me daba igual un sitio u otro, así que acepté encantado”, explica este malagueño de Alcaucín.
Era el año 2004 y ya va por el séptimo año de voluntariado. Algo que no todos los voluntarios consiguen: “Lo importante no es llegar a ser voluntario, sino mantenerse, ser constante”, explica José Antonio. De hecho, él es uno de los más experimentados en el departamento de Prisiones que coordina Carmen Cano. “Él es una de las personas que siempre está ahí, que viene cuando se le necesita y cuando no, hace una labor constante y muy útil”, asegura la técnica de Málaga Acoge. Cuenta este voluntario que cuando, al tiempo, entró por primera vez en la prisión, se convenció de que ése era su puesto como voluntario. “Se puede hacer tanto trabajo y se puede ayudar tanto ahí”, subraya José Antonio, que también tiene experiencia como voluntario en otras entidades de la ciudad de Málaga.
Su labor se centra tanto en los propios reclusos (información y ayuda para la renovación de documentos, orientación en cuanto a su situación dentro de la prisión, participación en talleres o cursos de Málaga Acoge…) como con sus familiares, a los que informa y orienta y a los que muchas veces sirve de puente con los internos. Y en estos años ha tenido experiencias buenas y malas, aunque generalmente tiene muy buen recuerdo de su voluntariado e incluso recuerda como, una vez, fue el testigo de boda de uno de los reclusos. “Se casaba con una española. No tenía familia en el país y me pidió que le acompañara, porque era como un familiar para él”, cuenta José Antonio, que dice este tipo de cosas “son las que hacen seguir adelante”.
“Cuando una persona inmigrante está en prisión tiene poca ayuda, por eso es importante que haya entidades como Málaga Acoge que estén ahí trabajando con ellos”, añade José Antonio, que anima a cualquier persona con alguna inquietud a que entre a formar parte de la plantilla de voluntarios de la ONG: “Toda la ayuda viene bien. Es una necesidad que hay que cubrir y cualquier persona que tenga interés puede hacerlo muy bien”, concluye este voluntario.