Fang Fang Xia lleva casi seis años en España. Lo hizo en busca de oportunidades: «Me licencié en medicina tradicional y en China los médicos tradicionales suelen ser personas muy mayores y por eso apenas tenía clientes. Así que preferí salir del país y descubrir nuevos sitios», cuenta. De su primer día en Málaga recuerda, sobre todo, el mar. «Nunca había estado en una ciudad con playa», recuerda. Ahora, es directora de estudios y profesora titular del Instituto Chino de Málaga, donde unos 40 alumnos españoles aprenden su idioma y otros muchos extranjeros conocen la lengua española.
¿Qué tal se le da el chino a los españoles?
Muy bien, aunque hay que dedicarle bastante tiempo. Aprender chino no creo que sea difícil, pero sí que necesita una dedicación grande de tiempo para aprenderlo. En el chino vas aprendiendo a la vez fonética y escritura, algo que complica un poco las cosas. Pero no, no es difícil.
Cada vez tendrá más alumnos…
Sí, yo creo que en este momento China está creciendo y la gente le da mucha importancia al aprendizaje del chino. También hay mucha gente que quiere conocer nuestra cultura y empieza por el idioma. Creo que cada día será más importante, por ejemplo, en el tema de negocios: Cada vez hay más negocios con China y en este tipo de cosas es mejor aprender el idioma del país del comerciante, en este caso, chino. Así se siente mucho más cercano. En el caso de los niños, lo más importante es que empiecen a aprender cuanto antes mejor, sobre todo para la pronunciación y porque así es todo más rápido.
¿Qué tal le tratan los malagueños?
En general, la gente de aquí me trata muy bien, sobre todo mis compañeros de trabajo. Y con mis alumnos la relación también es muy buena.
¿Ha tenido algún tipo de dificultad por su origen?
Bueno, sobre todo con el tema del papeleo… Pero es algo que no sólo me pasa a mi: Yo creo que es para todos los extranjeros igual de difícil con los largos tiempos para la tramitación, las dificultades… Lo que menos me gusta, por ejemplo, es cuando voy a la calle y hay chavales jóvenes que me dicen chinita. Me parece una falta de respeto total. Si un anciano me llama chinita, quizás lo haga como forma cariñosa en la que una persona mayor llama a una más joven. Pero cuando me lo dice un adolescente… Es una falta de respeto absoluta.
¿Le ocurre mucho?
Sí, hay mucha gente que me dice eso por la calle. No sólo a mí, sino también a muchos amigos y amigas de mi país.
¿Cree que hay demasiados estereotipos sobre la comunidad china?
Sí, muchos. La gente siempre me dice que los chinos no paran de trabajar, que están a todas horas en el trabajo… Es cierto que hay una parte de chinos que trabajan bastantes horas al día, pero la mayoría somos gente que disfrutamos también mucho nuestro tiempo libre. Lo que pasa es que nosotros no tenemos costumbre de salir a los bares, tomar copas… Solemos ir donde haya muchos compatriotas, como un restaurante de tapas chinas, karaokes y cosas así, por eso quizás no se vean muchos chinos por la calle.
Y a esos sitios los españoles no solemos ir…
Eso es. Por eso al final unos y otros no coincidimos.
Total, que se debe simplemente a las costumbres de cada lugar.
Por supuesto. Normalmente nosotros no salimos en grupos muy amplios, sino dos o tres personas. Y no a los bares. Vamos de compras, los chicos van a pescar o jugar al billar… Y, como a todos, no siempre es fácil el tiempo de ocio, porque la mayor parte de chinos trabaja en hostelería y los tiempos de descanso en el sector no son muy amplios…
La crisis y la precariedad laboral afecta a todos…
Seguro. De todas maneras, si tratas mucho con occidentales te das cuenta que cada cultura es muy diferente, pero eso no hace que seamos diferentes y no hay que darle importancia.