por Agustín Olías*
Hoy he mantenido una entrevista con una persona que, desde mi punto de vista, representa un muy interesante tipo de voluntariado de Málaga Acoge. Este año la Asamblea General de la asociación le reconoció como “socio de honor” junto a José Tomás Pacheco, reconocimientos totalmente merecidos.
Conozcamos a Juan Pablo Arias. Él se presenta:
Nací en Córdoba hace ya cincuenta y tres años. Estudié en la Universidad de Granada lo que antes se llamaba Filología Semítica, actualmente Filología Árabe. Soy profesor titular de la Facultad de Traducción e Interpretación en la Universidad de Málaga.
¿Por qué viniste a Málaga?
Acabé en Málaga porque, primero, conseguí una beca de investigación, luego hice la tesis doctoral y ya me enganché y terminé como profesor universitario, dando clases de árabe.
¿Cómo se te ocurrió estudiar árabe, que no debe ser nada fácil?
Ya ves, tiene que haber gente para todo. Ni tengo familia ni antecedentes árabes ni marroquíes. Yo fui de los que hacían los antiguos “comunes”, es decir, Filosofía y Letras; estudiábamos latín y griego, pero el griego lo llevaba un poco flojo. Cuando llegué a la Facultad, el latín era obligatorio y tenías que escoger una segunda lengua. Normalmente era o griego o árabe. Con lo mal que se me daba el griego, opté por el árabe.
El voluntariado a Juan Pablo “le viene de siempre”
Estudié en los Salesianos y estábamos acostumbrados a todo tipo de voluntariado. Durante mi etapa universitaria estaba apuntado en una especie de club, lo que denominan los Salesianos un Oratorio. Los sábados íbamos a un barrio bastante deteriorado, donde teníamos un grupo de chavales del barrio y allí hacíamos cine, deportes, algo de formación, etcétera.
¿Cómo apareció Málaga Acoge en tu vida?
Al volver de Siria, donde había estado estudiando, allá por 1992, me llamó mucho la atención lo que
estaba sucediendo aquí con la inmigración procedente del norte de África. Al aprobarse la primera Ley de Extranjería, la gente que transitaba entre Marruecos y España y viceversa se tuvo que quedar en España por la falta de documentación. Alguien, no recuerdo quién, me habló de Málaga Acoge. Pasé por calle Ollerías, donde estaba la sede, pregunté si podía colaborar y cómo y empecé a dar clases de español.
En aquella época, ¿qué tipo de alumnas y alumnos teníais?
El noventa y nueve por ciento eran marroquíes. Con el tiempo fue cambiando y hubo una temporada en la cual la mayoría era gente del Este de Europa. También recuerdo que hubo varios años que en nuestra sede de Antequera la mayoría de alumnas y alumnos venía de Brasil.
A continuación, como “el que no quiere la cosa”, Juan Pablo me dice que, diecisiete años después, mes más, mes menos, dejó de ejercer el voluntariado. Eso requiere una explicación que, por supuesto, nos da:
Llevaba ya mucho tiempo, y el cansancio se acumula. Date cuenta que, durante bastante tiempo, de lunes a viernes, he dedicado todas las tardes e, incluso, muchos fines de semana a Málaga Acoge. También influyó una fase familiar difícil que atravesamos con la enfermedad de mi suegro; fueron tres años de dedicación a mi trabajo y a mi familia, no había ni tiempo ni energía para más. Te contaré una anécdota:cuando cumplimos los 20 ó 25 años, no recuerdo exactamente qué cantidad era, se hizo un pequeño acto en el museo Jorge Rando; yo llevé una libreta de una de mis hijas, que guardo con mucho cariño, donde ella tenía apuntado: despacho de papá en Málaga Acoge, y el número de teléfono.
La presencia de Juan Pablo durante todos estos años como voluntario de Málaga Acoge, no se limita a su labor como profesor de clases de español, ¡ni mucho menos!
En esa primera época me metí en la Junta Directiva como vocal del Área de Educación. Ahí estuve tres o cuatro años. Luego empecé con la formación del Voluntariado. Participamos en un Programa Erasmus,con otras entidades españolas y europeas, desarrollando material de formación para el profesorado. Esta formación la dimos para voluntarios y para profesionales, incluidos profesores. A partir de estos trabajos, surgió también la formación de mediadores.
Según avanza la conversación, surgen más sorpresas para mi: Juan Pablo también fue presidente de Málaga Acoge. El tema fue que empecé como vicepresidente, pero a los seis meses el presidente tuvo que dejarlo y ocupé su lugar. No tengo claro cuánto tiempo estuve como presidente, porque al haber estado en la Junta como vocal, como vicepresidente y como presidente, tengo un lío de años. Además, creo que casi todos los años que he estado de voluntario he estado vinculado a la Junta Directiva. Y cuando no, he estado como representante de Málaga Acoge en la Federación Andalucía Acoge.
¿Es importante para Málaga Acoge estar dentro de la Federación Andalucía Acoge?
Sí, claramente sí. Soy totalmente defensor de la Federación y del trabajo en equipo. Ser el representante de Málaga Acoge en la Federación era una gran responsabilidad. Viví momentos intensos, como fue la fusión de Andalucía Acoge con la Red Acoge, o cuando se produjo la salida de Sevilla Acoge y Almería Acoge de la Federación por discrepancias en cuanto a la gestión.
Un tema que Juan Pablo deja claro en la conversación, es que Málaga Acoge es una asociación y no “una empresa de servicios”. No se trata solo de atender, atender y atender, hay que pararse a
reflexionar.
Uno de mis caballos de batalla como presidente fue que en todos los departamentos debería haber personas voluntarias. Para mí, una gran preocupación fue la gestión de los recursos humanos, porque por ahí se estropean, a veces, las relaciones.
Una pregunta que requiere una bola de cristal: ¿Cómo ves el futuro de Málaga Acoge, su necesidad de existir en esta sociedad?
Cuando yo estaba en la asociación decíamos que nuestro objetivo debía ser no existir, que no fuésemos necesarios. Pero está claro que es una utopía. Me da la sensación de que Málaga Acoge está derivando hacia un modelo de “fundación”, pero se siguen haciendo cosas muy interesantes. El modelo de fundación no me parece malo, pero personalmente me gusta el modelo asociativo. Yo creo que pertenecer es participar. Tal como está nuestra sociedad ahora mismo, necesitamos a Málaga Acoge.
Como epílogo, nos dice: Tengo muy buenos recuerdos de la asociación, sobre todo temas humanos, gente maravillosa que he conocido.
Agradezco muchísimo a Juan Pablo los minutos que nos ha concedido para esta entrevista y lasmuchísimas horas que ha dedicado a Málaga Acoge ¡Enhorabuena por el reconocimiento como socios de honor de nuestra asociación!
*Agustín Olías es voluntario del equipo de Comunicación de Málaga Acoge.