Por Agustín Olías.
Conocí a Marcos López, voluntario de Málaga Acoge, hace poco más de cinco semanas en su segundo día de voluntario en las colonias de verano organizadas por Málaga Acoge e incluidas en el programa CaixaProInfancia de la Obra Social de «la Caixa». Entonces, estaba arbitrando un emocionante partido de béisbol entre los chavales. Fue su “bautismo de fuego” como voluntario. Cinco semanas después, el penúltimo día de colonias (finalizaron el último viernes de julio), aprovechando la pausa para el bocadillo, me reuní con él para conocer su opinión sobre cómo han ido estas actividades veraniegas, cómo ha sido su trabajo con los chavales y otras cosas que nos quiera contar.
Marcos, preséntate, por favor.
Tengo treinta y nueve años, estoy casado, sin hijos todavía. Trabajo de analista programador, como autónomo. Vivo en Alhaurín de la Torre, así que somos vecinos, pero nací en Yunquera. Anteriormente, estuve trabajando primero en Inglaterra y luego en Suiza. A España volví en 2006.
¿En qué trabajaste en Inglaterra y Suiza?
En Inglaterra estuve como “au pair” durante un par de años. Luego en Suiza trabajé más de once años para Rolex como analista programador.
O sea, de idiomas bien.
Pues sí, aunque en francés es donde más cómodo me siento, después del español, claro.
Me comentabas antes que tenías experiencia en el voluntariado.
Sí. En Suiza aproveché que el horario que tenía me dejaba las tardes libres para trabajar como voluntario en dos organizaciones: en Cruz Roja durante ocho años y en Ágora tres. Ágora es una organización con ciertas semejanzas con Málaga Acoge, pues se dedica a prestar ayuda y atención jurídica a los demandantes de asilo.
¿Qué tipo de demandantes de asilo atendíais?
Aunque había de todas las nacionalidades, en la época que yo estuve había muchos albanokosovares, pues estaban en conflicto en aquella zona. También eran numerosos los casos de tamiles, por la guerra que había en Sri Lanka entre el gobierno y los rebeldes tamiles.
Pregunta obligada: ¿Por qué te hiciste voluntario de Málaga?
La verdad es que a lo largo de mi vida he buscado y conocido muchas ONGs, y me gustó mucho que Málaga Acoge sea apolítica y aconfesional. Además, se dedica a ayudar a personas inmigrantes, asunto que me interesa.
¿Desde cuándo eres voluntario de Málaga Acoge?
Me inscribí en abril de este año. Hice el curso de voluntariado y el primer trabajo que he realizado ha sido este de las colonias de verano.
Cuado terminen las colonias, ¿tienes algo previsto como voluntario?
La verdad es que no lo sé. Ahora mismo no tengo nada encargado, estoy a disposición de Málaga Acoge para ayudar en lo que sea necesario. Me apunté en el Área Social y en Prisiones, espero que me llamen pronto. Yo estoy encantado de colaborar con la organización y puedo compaginar mi trabajo con ser voluntario.
Hablemos de las colonias.¿Qué nos puedes contar de tu experiencia durante estos días con los chavales?
He estado viniendo dos días a la semana, jueves y viernes. Tengo la suerte de que los viernes son los días dedicados a hacer excursiones, a la playa, al parque acuático, a una granja escuela… Para ellos estas salidas son algo muy especial, están deseando hacerlas y las disfrutan muchísimo. He estado muy bien con ellos y también con las compañeras y compañeros monitores, que son gente fantástica.
No me puedo imaginar lo que es ir con una excursión de sesenta chavales: solo de pensarlo me da un ataque de pánico.
Fíjate que en las excursiones ellos son más obedientes. Como las valoran tanto, parece que no quieren que nada salga mal. En general se han comportado muy bien, aunque no nos podemos olvidar nunca de que son críos y hay que extremar la atención.
¿Has notado cambios en los chavales desde el comienzo de las colonias hasta ahora? ¿Se han hecho más sociales?
Cambio positivo sí, en general. Estar aquí, jugando, aprendiendo, conviviendo, manteniendo la disciplina ellos mismos, es muy bueno.
¿Confictos entre ellos?
No, son críos, una discusión entre ellos es algo normal; discuten por lo que sea y a los cinco minutos ya están jugando juntos. No son como los mayores, que parece que nos volvemos rencorosos. Como críos son fenomenales, sin nada de agresividad ni malos rollos. Y si los hubiese habido, creo que se habrían solucionado rápidamente porque las técnicas y técnicos de Málaga Acoge son muy buenas profesionales y lo habrían arreglado rápidamente.
Los jueves, ¿cuál era tu trabajo?
De nueve a once organizamos actividades deportivas para los más mayores y juegos para los más pequeños. Recuerda cuando nos conocimos, estaban jugando un partido de béisbol. De once a doce tiempo para tomarse el bocadillo y luego, a partir de las doce, talleres. Casi todos los talleres en los que he participado han sido de cocina.
A nivel personal ¿cómo te han resultado estas cinco semanas? ¿Estás satisfecho de lo realizado?
A mí me llena este trabajo. No simplemente por el hecho de hacer un bien social: personalmente, el voluntariado me hace sentir bien, te sientes arropado por los compañeros, los niños te aportan mucho y, no te lo creerás, pero estaba deseoso de que llegara el jueves y el viernes para venir por aquí. Como han sido dos días a la semana no se me ha hecho largo; no sé lo que habría pasado si hubiera estado de lunes a viernes, pero con lo bien que me lo he pasado, creo que lo habría aguantado perfectamente.
¿Crees que merece la pena el esfuerzo de realizar estas colonias?
Por supuesto que sí. Yo creo que esta época (vacaciones de verano) es muy dura para las familias. Aquí hay unas sesenta niñas y niños, ¿qué estarían haciendo si no estuvieran aquí? Estarían en la calle o en casa sin hacer nada. Harían cualquier otra cosa y, quizás, menos algo positivo para ellos. Aquí tienen todo lo que necesitan: juegos, deportes, talleres que les enseñan cosas, disciplina, diversión, comida. Si los españoles buscamos un campamento para nuestras hijas e hijos en verano, ¿por qué no van a poder hacer lo mismo las hijas e hijos de las personas inmigrantes? También es muy importante la comida que se les da todos los días gracias a la Fundación Educo.
Para finalizar, te pido un mensaje, reflexión o sugerencia para posibles personas voluntarias de Málaga Acoge.
Estoy convencido del valor inmenso que tiene el trabajo de las ONGs y organizaciones sociales no gubernamentales. Palian necesidades que tienen ciertos grupos sociales que el estado no cubre. Y para que las ONGs funcionen necesitan voluntarias y voluntarios. Siempre digo que la persona que no conozca lo que es el voluntariado, que empiece en una organización como Málaga Acoge. La charla de bienvenida es muy importante; te enteras con más detalle cómo funciona la organización, cuáles son sus objetivos y cómo tú puedes colaborar. Cuando tienes que hacer una tardea, te dicen lo que hay que hacer y cómo se puede hacer, pero tienes una libertad, un margen de maniobra para realizarla. Es una forma de trabajar intermedia a la de las organizaciones para las que he trabajado anteriormente. En la Cruz Roja todo era muy disciplinario y en el caso de Ágora lo contrario, muy libre.
Muchas gracias Carlos por darnos a conocer tu experiencia con Málaga Acoge y, sobre todo, por esta ilusión y ganas que pones en tu trabajo de voluntario ¡Hasta pronto!