Por Agustín Olías*
“Así estuve yo un tiempo, pensando, hasta que por fin di el paso y empecé a colaborar como voluntaria en Málaga Acoge”.
Nos lo dice Ana quien, junto con Carlos, entrevisté un viernes por la tarde en el colegio San José de Calasanz de Málaga, donde realizan su voluntariado en Málaga Acoge, trabajando con nuestras pequeñas y pequeños niños. Seguid leyendo y veréis qué cosas más interesantes nos cuentan:
Ana acaba de cumplir veinte años, está estudiando Derecho y es voluntaria de Málaga Acoge desde hace ya dos años. Ella se presenta:
“Siempre he querido hacer voluntariado porque he sido, y sigo siendo, muy sensible. Según me iba dando cuenta de cómo iba el mundo, me sentía impotente de no poder hacer nada, siempre estaba muy ocupada. Pero cuando entré en la Universidad me dije, venga, voy a ponerme a buscar un voluntariado. En realidad el voluntariado fue quien me encontró a mí. Me apunté a una escuela de debates que tenía una parte social que se encargaba de hacer Málaga Acoge. Así me enteré que podía hacer con ellos un voluntariado y me apunté. Desde entonces estoy trabajando en refuerzo escolar.”
Ahora es Carlos quien se presenta:
“Tengo diecinueve años y estoy estudiando segundo de Educación Primaria, porque los niños son mi pasión, es lo que más me gusta. Yo entré aquí gracias a Eva, somos amigos desde hace varios años y siempre hablábamos de hacer un voluntariado juntos. De hecho queríamos hacer un voluntariado en África, pero llegó la Covid y no pudimos ir. Cuando ella me comunicó que había conocido el tipo de voluntariado de Málaga Acoge, me pareció muy buena idea.”
Ana y Carlos comenzaron su voluntariado en Málaga Acoge en julio de 2021, en las colonias de verano. Y ambos aseguran estar encantados de la decisión que tomaron.
Aunque Ana confiesa que, al principio, no estaba tan segura.
“Me sorprendió bastante que me gustara tanto trabajar con niños, ya que me consideraba como un poco impaciente, pero con el tiempo que llevo trabajando con ellos, veo que me gusta y no se me da mal. Me gustaría seguir trabajando con ellos en refuerzo escolar los viernes. Pero ya que estoy estudiando Derecho, también me gustaría explorar qué podría hacer también como voluntaria en temas de derecho.”
Ana y Carlos acuden al San José de Calasanz los viernes por la tarde, de 16:00 a 19:30 h.
¿Qué actividades realizáis, con esta variedad de chavales que tenéis, desde los cinco años hasta la ESO?
Carlos nos lo explica:
“Lo primero es ofrecerles un tiempo de tranquilidad, hablando con ellos y aprovechando para merendar. Así se calman un poquito, ya que algunos son revoltosillos. Luego, dependiendo del día, podemos hacer algún tipo de deporte en el patio, baloncesto, balonmano u otros juegos; también hacemos las actividades específicas que tengan planificadas las educadoras de Málaga Acoge.”
Ana añade:
“Me parece muy bonito este tiempo de encontrarnos que comenta Carlos. Las niñas y niños van descargando esa energía con la que llegan; están todos juntos, independientemente de la edad que tengan, y se relacionan entre ellos. Luego, empezamos a hacer las actividades; cada educadora tiene una actividad prevista. Yo estoy con Manuela, con el grupo de los más mayores (11 a 15 años). Hacemos muchas tareas relacionadas con las manualidades, como pintar o hacer murales, o escuchar música, que les gusta mucho. También nos adentramos en temas de cocina, y allí nos juntamos todos. ”
¿Va en serio lo de la cocina? ¿Conseguís hacer algo comestible?
“Te puedo enseñar fotos de los resultados. Por ejemplo, los más pequeños hicieron un bizcocho con gofres, con fresas, con plátano, con chocolate. También hemos hecho pìzza.”
Carlos está con el grupo de niñas y niños de entre 9 y 12 años, con Amparo como educadora.
“Yo pensé que me iba a gustar más trabajar con los mayores, pero cuando empecé en las colonias de verano, este fue el grupo que me tocó. Ya hemos creado un vínculo muy bonito entre nosotros y ahora me siento muy bien trabajando con ellos.”
Está claro, por lo que decís, que os gusta el trabajo de voluntariado y que os merece la pena estas horas que echáis los viernes por la tarde…, y para las niñas y niños, ¿consideráis necesario este tiempo de “refuerzo” que pasan aquí los viernes por la tarde?
Ana.
“En el curso de voluntariado comentamos que el voluntariado tiene una parte egoísta, algo de auto realización. Y es verdad, a mí me encanta venir aquí; estoy esperando que llegue el viernes, ver a los niños, te saludan, te dan un abrazo, te cuentan cómo les ha ido la semana, lo que les ha pasado…… El vínculo que creas con ellos es lo más importante, me llena un montón. Y sí, este voluntariado, este trabajo que hacemos es muy necesario. Me gustaría que la gente se acercase y viese que no todo es la experiencia de su vida cotidiana. Para ser buena persona, para ser más humano, te hace falta conocer estas realidades.”
Carlos, ¿qué crees que significa para los críos?
Para ellos es muy importante este espacio que creamos los viernes por la tarde. Les permite conocer otra realidad, otras actividades, otros tipos de relaciones diferentes a las que hacen y tienen en el colegio “normal”. En una clase con 25 niñas y niños, por mucho que lo intente el profesor, no puede brindar tanta atención a cada uno de ellos como la atención que les podemos ofrecer en este entorno, con menos niños. Digamos que podemos cubrir más sus necesidades. Si hay más personas voluntarias se crea una relación mucho más cercana con los chavales. Pueden confiar más en ti; por ejemplo, si tienen algún problema con la madre o algún hermano. Te lo cuentan y pueden llegar a resolver ese problema.
¿Pensáis que las necesidades que estas niñas y niños tienen son similares a las que tienen los chavales españoles?
Ana.
“A veces te cuentan cosas como que compañeros de clase se han reído de ellos o que les han dicho determinadas cosas ofensivas por ser inmigrantes, por ser diferentes. También hablan de las situaciones duras que viven su familia; situaciones que alguien que es de aquí (español) no las va a vivir. Vivirán otro tipo de situaciones difíciles, pero no justo las del inmigrante.”
Carlos.
“Los temas familiares son los que más me han impactado. Son culturas diferentes a la nuestra, ellos se tienen que acostumbrar a lo que es “normal” aquí en España y se ve que a algunos les cuesta porque claro, están viendo en su casa otros valores, otra forma de relacionarse entre ellos. Es importante hacerles entender esas diferencias.”
Sé que hacéis actividades fuera del colegio, si el tiempo lo permite. ¿Qué tipo de actividades fuera del centro realizáis?
Carlos.
“Sí salimos. El primer viernes de este curso salimos a un parque a merendar; también hemos ido a una biblioteca pública donde organizaron juegos de mesa para niños y actividades relacionadas con libros.”
Ana
“Cuando les dices que tenemos organizada una salida fuera del colegio, se ilusionan muchísimo.”
Los viernes por la tarde son tres voluntarios en el San José de Calasanz, hoy ha faltado una. ¿Necesitaríamos más personas voluntarias para los viernes por la tarde?
Ana:
“Sí, Creo que, especialmente, en el Prácticas número 1. Creo que allí solo hay una persona voluntaria y es necesario más ayuda. A veces hemos ido a echarles una mano. Creo que voluntarios nunca van a sobrar; siempre van a ser bienvenidos”
¿Qué le diríais a gente joven como vosotros para motivarles a hacer un voluntariado en Málaga Acoge?
Carlos:
“Para mí está siendo una experiencia que me ha cambiado la forma de ver el mundo. Muchas veces te cuentan las cosas pero hasta que tú no lo ves en persona, no sabes realmente cómo son. Esto es una experiencia muy buena, a mí me encanta, estoy esperando que llegue el viernes por la tarde para venir aquí. Yo lo recomiendo porque tú aprendes mucho de los chavales, mucho más de lo que ellos aprenden de ti. La inocencia de un niño que te ve, te abraza, te cuenta cómo le ha ido el día, la ilusión que pone en ello, es algo muy bonito.”
Ana:
“Yo les diría que merece la pena acercarse a ciertas situaciones que tú, en principio, no hubieses pensado en ellas. Por ejemplo, este voluntariado; a mi me puede aportar algunas cosas, pero a otra persona diferente a mi que haga este tipo de voluntariado, seguro que le aportará otra cosa diferente.
Y viceversa; seguro que esa otra persona podrá aportar algo que yo no aporto. En general, en nuestra sociedad, falta mucho el pensar en los demás, no solo pensar siempre en uno mismo. Y hacer algo más que pensar, dar un paso más y actuar, colaborar. Así estuve yo un tiempo, pensando, hasta que, por fin, di el paso y empecé a colaborar como voluntaria en Málaga Acoge. Hasta que no se produzca este “acercamiento” no suceden las cosas buenas que vives haciendo el voluntariado.”
Dejo a Ana y a Carlos que sigan atendiendo a las niñas y niños, agradeciéndoles, sobre todo, el tiempo que les dedican, y que se hayan prestado a hacer esta entrevista.
El apoyo a estos niños y niñas en Málaga se enmarca en el programa CaixaProinfancia impulsado por Fundación «la Caixa».
*Agustín Olías es voluntario de Comunicación en Málaga Acoge