Carolina ya es una más de la familia Málaga Acoge. Comenzó haciendo prácticas de trabajo social en el programa CaixaProinfancia de apoyo a familias vulnerables y ahora colabora como voluntaria en nuestro proyecto Pisos Puente. «Tengo 22 años, me quedan muchas cosas por vivir, pero también las puedes vivir a través de los ojos de otras personas», afirma sobre la labor del voluntariado que está convencida que aporta mucha experiencia vital.
Carolina acude a nuestra sede de calle Bustamante una vez a la semana, normalmente los lunes y apoya a nuestra compañera Rabía: «Hay días que hablamos con las personas acogidas en los pisos, otros resolvemos trámites, visitamos las viviendas y supervisamos temas como la limpieza, la existencia de productos o si ha surgido algún conflicto…», explica.
Nacida en San Rafael, en la provincia de Mendoza, en Argentina, llegó a España con cuatro años: «Me considero de aquí, pero me siento también en el típico limbo que viven todas las personas hijas de inmigrantes, que en realidad no eres de ningún lado».
Se incorporó como voluntaria en la asociación en septiembre de 2020 cuando acabó su Trabajo de Fin de Grado (TFG) en el que abordó el tema de las familias migrantes latinoamericanas desde una perspectiva trasnacional y con perspectiva de género. «Decidí esta temática del TFG después de haber hecho las prácticas de octubre de 2019 hasta enero de 2020», apuntó Carolina quien dice que le interesa mucho el tema de la inmigración.
Eligió el proyecto Pisos Puente, a través del cual apoyamos a adultos y familias monomarentales en dos pisos de Málaga, porque vi que es una labor muy «dinámica». Mientras estuvo haciendo prácticas le llamó la atención el trabajo de mediación, las asambleas en los pisos donde viven familias con menores y pensó que estaría bien «verlo de cerca».
Sobre su experiencia de voluntariado, Carolina afirma que está aprendiendo sobre «escucha activa». Para ella es fundamental la manera en la que la persona percibe que la estás escuchando: «Hay personas que se sienten escuchadas si tomas apuntes sobre lo que están diciendo, mientras que otras prefieren que las mires a los ojos y que haya un contacto más directo».
Para Carolina «el voluntariado es necesario y valioso tanto para una como para la otra persona y se gana mucho por las dos partes». Después de todo, «cualquiera puede llegar a estar en esa situación del otro». Siendo voluntaria «por un lado te sientes bien contigo misma porque sabes que contribuyes a la comunidad y por otro estás ayudando a otras personas».
En este tiempo en Málaga Acoge Carolina ha escuchado muchas historias de vida: «Cada historia es muy, muy distinta de la otra, y según cada persona y sus necesidades, tienes que adaptar la manera de tratar», advierte.
Tras estos meses de experiencia, tiene claro que le gustaría trabajar con personas migrantes, sobre todo con mujeres. La mayor parte de las personas que acogemos actualmente en los pisos que gestionamos a través del proyecto Pisos Puente son familias monomarentales.
La colaboración con Málaga Acoge también le motiva a formarse: «Estoy estudiando sobre feminismo y violencia de género», dice Carolina quien valora que la labor de voluntaria le permite profundizar y darse cuenta de que «una cosa es lo que dicen en los cursos y otra ver la realidad desde dentro».
A lo largo de este tiempo, se ha dado cuenta de la vulnerabilidad de las familias migrantes y del rechazo que sufren a veces. «Ves que existen todavía personas muy racistas y xenófobas», se lamenta. En su opinión, «falta empatía en la sociedad» y «muchas veces esta se confunde con la caridad».
Yo no tenía ni idea de que la situación de la vivienda estaba tan mal. Parece mentira porque al final es un derecho básico.
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Es crítica con la visión paternalista que «acaba por hacer más daño a la persona que ayudarla» y en cambio aboga por «medidas concretas para que esas personas tomen las riendas de su vida».
Carolina considera que existe una «concepción errónea» al igualar personas migrantes a personas pobres porque no siempre es así: «solo hablamos de migrantes que no han tenido absolutamente nada y, sin embargo, algunas han vivido bien y por distintas razones han acabado necesitando el apoyo de una asociación. Y requiera mucho esfuerzo tener que pedir ayuda».
El proyecto de acogida temporal para personas inmigrantes en situación de exclusión socio residencial “Pisos Puente” es desarrollado por Málaga Acoge con el apoyo económico del Área de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Málaga.