por Agustín Olías*
En la sede de Málaga Acoge en Antequera me reúno con María Luisa, voluntaria de nuestra organización, para hablar de su voluntariado. Por cierto, precioso día en Antequera. ¿Cuándo y cómo conociste Málaga Acoge? No te sé decir con precisión, pero puede ser hace unos veinte años. Fue a través del padre Paco, fraile capuchino, que en aquella época estaba moviendo el tema de la inmigración. A través de él empezamos a hacer los primeros movimientos de acogida. Dio la casualidad de que yo conocía a Nancy y a Haydee que habían iniciado la andadura de Málaga Acoge en Antequera. Se creó una plataforma donde las personas migrantes pudieran acudir y recibir algún asesoramiento, tanto en el aspecto económico como en el jurídico. Y así empezó todo.
Me imagino que rápidamente pensasteis en ofrecer formación a las personas migrantes. Así es. Muchos inmigrantes venían con un castellano muy básico y les resultaba casi imposible llegar a la ventanilla de un ayuntamiento y hacer un simple trámite como el del empadronamiento. Así que se pensó en impartir clases de castellano.
¿Participaste tú en las clases de castellano? No, realmente no. Lo que sí hice fue ayudas puntuales pero en temas diversos. Por ejemplo, me llamaban y me decían que necesitaban unas mantas o unas sábanas. Lo que sí hicimos, con ayuda del padre Paco, fue resolver muchas pequeñas infracciones económicas que en esos momentos se estaban dando.Empezamos a pensar también en dar formación para el exámen necesario para lograr la nacionalidad española. Esto ayudaría a las personas migrantes a conseguir contratos de trabajo.
Y así surgieron las clases de Nacionalidad, a las cuales se apuntó como profesora María Luisa, de esto hace ya ocho años. Empezamos en la calle Nueva, anterior sede de Málaga Acoge en Antequera; allí las clases de Nacionalidad tomaron forma. Continuamos a lo largo de los años, te digo que con mucho trabajo, pero si del grupo uno o dos lo consiguen (la nacionalidad española), ya me parece un éxito importante.
De los y las alumnas que han pasado por tus clases, ¿recuerdas algún caso que te haya llegado al alma? Sí, claramente fue el caso de una colombiana que venía con un bagaje cultural muy pobre. Yo le decía, mira, con 60 años aquí no te van a dar trabajo y tienes que pensar en tu futuro. Si no encuentras trabajo, pero tienes la nacionalidad española, por lo menos podrás conseguir una paga no contributiva del Gobierno que te servirá, al menos, para comer.
¿Había algo más en su historia que hiciese que te impactase tanto su caso? Tenía un hijo que asesinaron en Colombia. Según me contaba, cuando alguien quiere entrar en un determinado grupo mafioso, le piden sacrificios importantes, por ejemplo, matar a algún familiar cercano o a tu mejor amigo. Entonces, efectivamente, mataron a su hijo por esta causa. Ella presintió lo que iba a pasar, estaba en la cuadra, oyó un tiro y adivinó lo que había sucedido. Vino a España porque su hija está casada con un antequerano y tiene sus nietos aquí. Empezó a venir a las clases de Nacionalidad y le costaba enormemente. Pero al final lo consiguió. Su situación me ha inspirado y servido de ejemplo.
María Luisa me explica que el examen de Nacionalidad consta de dos partes: la primera es de legislación, geografía, costumbres, arte, etc. Y la segunda es de lectura y escritura comprensiva. El caso de esta mujer colombiana fue un revulsivo para mí. Yo ya llevaba años dando estas clases, pero no con la fe con la que las estoy dando ahora. Fue como darme cuenta del mérito que tienen esas clases que había estado impartiendo durante varios años.
¿Qué tal es el grupo con el que estás trabajando ahora? Es un grupo bonito: dos hermanas, monjas de Belén, un senegalés, algún paquistaní, gente muy variada. No siempre asisten todas, ya sea porque la señora con la que está trabajando no le da permiso o porque cambia el horario de trabajo. Incluso tenemos un grupo de whatsapp, donde se habla del temario, por dónde anda cada una, si han hecho las tareas…
Un objetivo
Con todo lo que me has comentado, veo que estás muy satisfecha de tu trabajo como voluntaria de Málaga Acoge en Antequera. Sí, pero quiero añadir algo más. Mi idea es que a todas las personas que acogemos en los pisos y que, en general, ayudamos con formación, ropa, alimentos, estudios, etc., hay que plantearles un objetivo. Por ejemplo, en un año te tienes que sacar la nacionalidad. No podemos tener siempre a las mismas personas sentadas, esperando a que les solucionemos la vida. Yo creo que nosotros les tenemos que dar una oportunidad y ellas deben hacer el resto, hacer todo lo posible para aprovecharla.
Es tiempo de despedirnos de esta activa mujer, nacida en Mollina, casada con un antequerano y madre, que estudió Magisterio y Ciencias Sociales, que empezó Derecho pero lo abandonó, de activa vida social, articulista en el Sol de Antequera y voluntaria de Málaga Acoge. Muchas gracias María Luisa por ofrecernos tus opiniones y ser voluntaria de Málaga Acoge.
*Agustín Olías es voluntario del equipo de Comunicación de Málaga Acoge