por Agustín Olías*
En este primer día de la Semana Blanca, lluvioso en la ciudad de Málaga, ¡bendita lluvia!, me dirijo al Colegio San José de Calasanz, donde Málaga Acoge está organizando las colonias urbanas para treinta niñas y niños. Me recibe Amparo quien, a modo de introducción, me comenta:
«Las colonias duran una semana, incluido el miércoles, que aunque es fiesta, nosotros trabajamos. Uno de nuestros objetivos al organizar estas colonias es ayudar a las familias a conciliar. Piensa que tenemos muchas familias monoparentales en las que la mamá se va a trabajar y si no hay colegio, ¿dónde o quién cuida a los niños? Uno de los objetivos del programa Caixa Proinfancia es mejorar la situación de vulnerabilidad de los niños y niñas. Si las mamas no van a trabajar, no van a poder mejorar su situación».
El grupo de técnicas de Málaga Acoge (Amparo, Ana, Natalia y Javi) decidieron poner el título “Conoce tu barrio” a esta Semana Blanca. Y hoy, lunes, iban a hacer la primera excursión por el barrio. La lluvia ha cambiado los planes. «Con este tiempo hemos tenido que cambiar el plan e improvisar un poco. Lo primero que hemos hecho ha sido presentar la semana a las niñas y niños; para ello les hemos proyectado un vídeo que desde el Sistema Solar iba acercándose a La Tierra, a España, a Málaga. Ha sido una forma de mostrarnos dónde estamos e ir entrando en situación. Y por fin, a través del Google Earth, hemos llegado a esta zona, donde todos vivimos. Porque el objetivo principal de estas colonias es conocer nuestro barrio un poquito mejor de lo que lo conocemos ahora mismo, nuestra ciudad y nuestro entorno, así como todos los recursos que nos ofrece tanto el barrio como la ciudad».
Mañana, me explica Amparo, tenían previsto proyectar una película de doce a dos. Con el cambio de planes por la lluvia, hoy verán la película y mañana harán dos salidas a Málaga. ¿Dónde pensábais ir? «La idea es ir por grupos a conocer recursos del barrio; cada grupo irá a un sitio diferente, dependiendo de la edad. Por ejemplo, el grupo de los más pequeños irá a un parque, y los otros dos a una biblioteca y a la estación de ferrocarril. Luego haremos una puesta en común de los sitios que hemos conocido».
Como siempre, el trabajo de personas voluntarias es muy de agradecer; en este caso tenemos a Ángela, voluntaria ya histórica, que hizo las prácticas de Educación Social con nosotras hace tres años, que viene los viernes al Centro Abierto y se suma en actividades puntuales, como son estas colonias.Amparo me acompaña a la clase donde está el grupo de los más mayores; Javi ha organizado un juego para conocerse un poquito más a través de preguntas que se van haciendo. Como soy muy curioso y me gusta conocer su procedencia, descubro que la clase es una ONU en miniatura, nueve nacionalidades diferentes.
El siguiente grupo que visito es de los pequeños, cuya profesora es Ana. Están muy alegres y activos poniendo el nombre de cada uno en la pizarra. Este es el grupo más numeroso, por lo que Amparo echa una mano. Ana nos explica lo que están haciendo:
«Hemos empezado una dinámica para que nos conozcamos todos un poquito mejor, así sabemos la edad, el color favorito, lo que nos gusta hacer y hemos dibujado nuestro avatar. Vamos a trabajar con él y veremos lo que va aprendiendo este avatar. Es una dinámica muy entretenida para los críos, como puedes apreciar».
Entramos en el tercer y último grupo, el intermedio, chavales de diez a doce años. Natalia ha organizando un juego de mímica sobre cosas que hay en nuestro barrio y que el resto tiene que adivinar de qué se trata.
Están todos entusiasmados con el juego. Aquí, como en las dos clases anteriores, están dos jóvenes rumanos, que me informan que son del proyecto Euromind. Antes de despedirme, pregunto a Amparo por la comida de las niñas y niños.
«El problema es que no hay beca comedor, así que los chavales se tienen que ir a comer a casa. Para ayudar un poquito, y que a los niños no se les haga tan dura la mañana, a media mañana les damos un zumo y algo de comer, que les guste y que sea lo más sano posible. Como excepción el miércoles, cuando haremos la salida en tren a Pizarra, sí que les llevaremos comida. Así que cuando vuelvan a casa ya llegarán comidos. A las madres les va a venir muy bien».
¿Vais a hacer una excursión a Pizarra en tren? «Sí, sí, el miércoles que es festivo. Haremos una ruta de senderismo. El objetivo es que conozcan algo de la provincia, algo diferente a lo que están acostumbrados a ver, que es la ciudad».
Ojalá el miércoles haga un día espléndido y puedan disfrutar muchísimo de esa excursión a Pizarra.
*Agustín Olías es voluntario de Comunicación de Málaga Acoge