Actualizado hace 2 años – Publicado el 3 de mayo de 2022
“Me ocupo de la casa, de trabajar, de que a ninguno le falte de nada, y yo siempre me dejo para lo último”. Al comienzo de la sesión, una de las mujeres afirma con contundencia estas palabras, que enseguida éstas despiertan la identificación y la complicidad de las demás.
Parece que todas o al menos muchas compartimos esta realidad que habla del lugar que ocupa la mujer: el lugar ante sí misma, su familia, su entorno, la sociedad, en definitiva, el mundo. Sin saberlo, esta conversación espontánea introduce el tema que nos proponemos tratar: los cuidados.
Las mujeres, generación tras generación, han desempeñado esta labor de cuidar, han llevado a cabo cuidados muy diversos y absolutamente necesarios para el desarrollo de la vida. Cuidados no solo físicos, también emocionales e incluso socio-políticos: desde alimentar, cocinar, lavar, escuchar, atender, acompañar y sanar…hasta participar en movimientos sociales por la mejora de los derechos humanos, el medioambiente, etc…
Nos preguntamos ¿somos verdaderamente conscientes del valor de los cuidados?¿La sociedad reconoce el papel que ha desarrollado la mujer en torno a ellos? ¿Qué pasa con su remuneración, qué significado le otorgamos a su escasez o directamente ausencia?
Después de intentar responder a estas preguntas y reflexionar sobre cómo cada una se relaciona con esta función asignada, nos disponemos a continuar este cuestionamiento colectivo apoyándonos en el visionado de unas maravillosas imágenes que nos trasladan individualmente a historias, recuerdos, creencias, mostrándonos las distintas maneras en que todas de un modo u otro hemos construido desde niñas una parte de nuestra identidad que asume este papel casi sin alternativas.
Toma de conciencia
Se produce entonces un clima de unión, comprensión, toma de conciencia entre todas que nos hace sentir la necesidad de avanzar en la corresponsabilidad, necesitamos desprendernos de esa instauración de los cuidados tan ligada a la mujer.
Concluimos que encontrar ese equilibrio entre mujeres y hombres es el camino para dar salida a tanto tiempo de desigualdad causante de sufrimiento y alejamiento de otros modos de vivir donde todas y todos podamos contribuir al sostenimiento de la vida. Abrimos capítulo para la siguiente sesión ¿desde dónde podemos nosotras en nuestro día a día dar pasos en este camino?
Esta sesión con mujeres que apoyamos tuvo lugar en el Taller Psicoterapéutico para adultas y adultos en el marco del programa CaixaProinfancia impulsado por Fundación «la Caixa» con el apoyo de los materiales desarrollados por la Fundación Intered en el proyecto CUIDAR ES OTRA HISTORIA
El texto es de Flor Almeida, responsable del programa Caixa Proinfancia en Málaga Acoge.