Repasamos el trabajo realizado durante el pasado curso escolar con medio centenar de menores a través del programa CaixaProinfancia
Realizar una intervención integral con menores y sus familias con actividades de refuerzo escolar, educación no formal y tiempo libre. Y también ayudas para la alimentación e higiene infantil, equipamiento escolar, gafas y audífonos. Es el trabajo que realizamos desde Málaga Acoge cada año gracias al programa CaixaProinfancia con medio centenar de menores. “Una labor que busca favorecer el desarrollo de las competencias de los niños y niñas y adolescentes, así como sus familias, para que mejoraren sus procesos de integración social y autonomía”, como explica Adela Jiménez, presidenta de la asociación.
Uno de los pilares de CaixaProinfancia es el refuerzo escolar de los menores. Con él, se pretende que éstos afiancen y amplíen su aprendizaje de las competencias básicas, mejoren el rendimiento escolar y desarrollen competencias de organización, planificación y desarrollo en relación al estudio y al desempeño de tareas educativas diversas, entre otros objetivos. Para ello, se hace una atención individualizada con cada niño y niña, así como se organizan diversos grupos de estudio asistido formados por alumnado con niveles, dificultades y características similares o compatibles. La evolución del rendimiento escolar de los menores se realiza a través de tutorías del educador de Málaga Acoge con el tutor del centro educativo y también con la familia. Además, se tiene en cuenta el boletín de notas y la observación directa del desempeño del menor durante las sesiones de refuerzo escolar. El balance de 2014 no pudo ser mejor: “En general, las niñas y niños que participan de esta actividad han mejorado los resultados al finalizar el curso escolar”, subraya Flor Almeida, responsable del programa CaixaProinfancia en Málaga Acoge, que también destaca la labor de la veintena de personas voluntarias que les han apoyado para la realización de este programa.
Mientras, otro de los pilares, el programa de Centro Abierto, busca la ocupación educativa del tiempo libre de los menores, así como que aprendan hábitos saludables vinculados al ocio, así como el desarrollo de actividades significativas para cada persona. A lo largo del pasado curso escolar se llevaron a cabo actividades que les permitieron desarrollar sus habilidades sociales, sus competencias personales y la creación de espacios de socialización. Juegos para mejorar la cohesión grupal, mediación para que aprendan cómo resolver conflictos, talleres de manualidades para mejorar sus habilidades motrices y, de paso, trabajar el respeto a las normas, el cuidado de materiales o la expresión de emociones y la creatividad, son algunas de las iniciativas desarrolladas a lo largo del curso pasado en el programa de Centro Abierto. Un espacio en el que también han tenido un importante protagonismo los talleres formativos relacionado con la identidad de los menores: “Hemos realizado diferentes dinámicas que han hecho reflexionar a las niñas y niños sobre quién son, de dónde vienen., aceptar y reconocer las diferencias entre unos y otros, ver los diferentes tipos de familias, con diferentes nacionalidades y países de origen”, explica Flor Almeida, técnica del Área de Educación de Málaga Acoge, que evaluó a final de curso todo el trabajo realizado. “El equipo de educadores y educadoras coincidimos en la positiva evolución que presentan las niñas y niños, ya que se observa mejora en el clima general de convivencia además de una disminución de conflictos y una mayor cohesión entre compañeros”, subraya la responsable de la entidad.
En las colonias navideñas el trabajo se centró en el conocimiento de los derechos de los menores, fomentar la creatividad de las niñas y niños y desarrollar actividades de ocio activo. Una gymkhana navideña, talleres de manualidades, la visita al MIMA o una jornada de patinaje sobre hielo permitieron desarrollar todo los conceptos previstos. Igualmente, en las colonias de semana blanca, los objetivos generales se centraban en el fomento del ocio saludable, así como favorecer la relación de los niños con su grupo de iguales, además de mejorar su conocimiento del entorno. Para ello, se realizaron actividades como un desayuno tradicional, excursiones a diferentes lugares al aire libre como el Parque del Cine, así como la visita al Teatro Cervantes, la Cueva del Tesoro y las instalaciones de Radio Victoria. “Los menores se divirtieron mucho participando activamente y disfrutaron de experiencias nuevas muchos como conocer un teatro por dentro o hablar por la radio”, cuenta la coordinadora del programa, Flor Almeida.
Finalmente, durante las colonias urbanas realizadas durante el mes de julio, los chavales trabajaron distintas cuestiones realizadas con el trabajo en equipo, el valor del grupo, la diversidad o la construcción cultural. Así, a través de una amplia variedad de talleres, actividades y juegos lúdicos y deportivos mejoraron su propia cohesión como grupo, pero también aprendieron aspectos de los diferentes continentes y la diversidad existente en el planeta y que es una circunstancia muy positiva. Además, las excursiones realizadas les permitieron conocer mejor también su entorno.