Medio centenar de personas celebran el fin de curso de las clases de español que se han desarrollado a lo largo de los últimos meses en Málaga Acoge. Los asistentes a esta pequeña fiesta son los alumnos que reciben un certificado tras haber asistido regularmente a las clases; así como voluntarios que participan en las clases de castellano que el área de Lengua y Cultura de la entidad organiza cada año. “Los cursos están planteados en principio como un español de emergencia. Para que en tres o cuatro meses los alumnos sean capaces de poder desenvolverse bien en la vida cotidiana”, explica Lucía Infantes, una de las coordinadoras de las clases de español. Son 87 personas las que han superado este curso y alrededor de 150 las que han pasado en uno u otro momento por las clases a lo largo del último curso.
Con una exposición, pequeñas lecturas, demostraciones y otras actividades, el colectivo de las clases de español ha querido despedir el curso de una forma festiva, comprobando también algunos platos de la gastronomía procedente de los países de origen de muchos de los alumnos.
El objetivo de la iniciativa es crear espacios de trabajo y encuentros interculturales entre los inmigrantes de distintas nacionalidades, para potenciar su identidad cultural, partiendo de aprendizajes como la tolerancia, respecto mutuo, diversidad, riqueza cultural, etc… A través de talleres de lengua española y acciones de sensibilización intercultural. Así, “la importancia de las clases está en crear esos espacios de encuentro que favorecen la creación de redes de apoyo, hay más entidades que imparten clases de español, incluidos los centros de formación permanente de adultos”, cuenta Inmaculada González, una de las coordinadora de las clases.
Estas clases comenzaron en octubre y desde, entonces, por los diferentes cursos de este año han ido pasando cerca de un centenar de inmigrantes de numerosas nacionalidades. En diferentes niveles, el trabajo sirve a los emigrantes para conocer sus primeras palabras en castellano, mejorar su vocabulario, aprender a escribir o saber defenderse en el mundo laboral. Así, en unos casos el esfuerzo va dirigido en aprender palabras para poder acudir al mercado, a una tienda o poder hablar con el funcionario de alguna administración. “Son ensayos para que luego puedan conseguir mantener una conversación en los casos de su día a día”, añade Lucía. De esta manera, se le facilitan los recursos que contribuyen a una mejor convivencia y a un mayor conocimiento de las claves lingüísticas, culturales y habilidades básicas del idioma de la sociedad receptora, en este caso la española.
“La verdad es que la mayoría de ellos aprenden muy rápido”, cuenta Teresa, que lleva ya dos años participando en Málaga Acoge como profesora de español. “Hay cosas que cuestan más, pero en general todos van adquiriendo conocimientos, pueden aplicarlos en la calle y reforzar también su vocabulario con tareas en casa”, añade Teresa, que forma junto a otras 30 personas el equipo de voluntariado que trabaja en las distintas delegaciones de Málaga Acoge como profesores de español. Se trata, además, de una de las actividades con mayor tradición en la entidad ya que se realiza desde sus inicios.
Si quieres participar como voluntario e impartir clases de español en Málaga Acoge, puedes escribir a voluntariado.malaga@acoge.org y desde el departamento de Voluntariado os responderán lo antes posible.